El País
05 mayo 2012
Culmina semana violenta en México con esas 23 víctimas encontradas con signos de tortura
MÉXICO.- La buena noticia es que el índice de homicidios muestra signos que permiten pensar que la escalada violenta en México se está frenando. La mala, es que esas cifras son números que palidecen ante los montones de asesinatos que ocurren en distintas partes del País, escenas como la de la madrugada de ayer en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde los cuerpos de nueve personas fueron colgados de un puente, tétrica imagen seguida del hallazgo, horas más tarde, de 14 cuerpos mutilados.
Autoridades militares y civiles informaron que los cuerpos de las nueve personas colgadas en el puente del Libramiento Luis Donaldo Colosio corresponden a cinco hombres y cuatro mujeres.
Los cadáveres mostraban signos de tortura y algunos estaban con los ojos vendados. Junto con los cuerpos se encontró un mensaje, supuestamente dejado por un cártel de la droga, y en el que se dice que mataron a esas personas en represalia por “calentar” la plaza; es decir, por atraer la atención de las fuerzas federales de seguridad al, por ejemplo, poner un coche bomba afuera de unas oficinas de la Policía local el 24 de abril.
Los colgados de Nuevo Laredo y el posterior hallazgo de 14 cuerpos destazados –cuyas cabezas fueron dejadas en hileras cerca de la Alcaldía– son el expediente violento que cierra una semana en la que la constante fue la cuenta de muertos.
Mayo comenzó con reportes de enfrentamientos ocurridos días atrás en Choix, Sinaloa. En ese municipio cercano a Durango, según reportes de autoridades hubo hasta 20 fallecidos en choques entre distintos grupos de criminales y el Ejército.
Si a lo anterior se agregan seis asesinatos que fueron reportados el miércoles en Zacatecas y un rosario de cadáveres que se encuentran una semana sí y otra también en Estados como Michoacán, hacen difícil saber si la sangría ha perdido paso o se mantiene a un ritmo tan brutal como alto.
Hace cinco años, a principios de 2007, un periódico nacional puso en su portada un enorme número “23”; los editores querían con ello llamar la atención sobre el alto número de asesinatos que se habían registrado en un solo día. En el primer trimestre de este año la cifra de homicidios rondó los 55 al día, y lo que es más notable es que ese monto representa una “buena noticia”, pues al totalizar menos de 5 mil asesinatos en los tres primeros meses de 2012, este periodo se convierte en el arranque de año menos violento desde 2010.
En abril se reportaron 999 asesinatos, cifra 13 por ciento menor a los homicidios de marzo. En un reporte publicado el 25 de abril, el investigador Alejandro Hope revisa las tendencias de los asesinatos en México y concluye que “no hay duda de que la gran espiral de violencia que se vivió entre 2008 y 2010 llegó el año pasado a un alto, y que gradualmente ha comenzado a ceder. Es importante enfatizar la palabra ‘gradual’: la reducción en escala nacional es todavía muy lenta”.
En los números mostrados por Hope, en Tamaulipas, durante los tres primeros meses de 2012 los asesinatos aumentaron 26 por ciento. Y en Veracruz, donde en menos de siete días han asesinado a tres periodistas, subió 32 por ciento.
De cualquier manera son números que poco consuelan frente a la imagen nunca antes vista de nueve cadáveres colgados en un puente de Nuevo Laredo, prólogo del hallazgo de 14 cuerpos más. En 2007, 23 asesinatos al día en México eran noticia, ahora lo son pero en una sola población.
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