Jesusa Cervantes
30 de abril de 2012
MÉXICO, D.F. (apro).- La Cámara de Diputados se pronunció hoy por “que las autoridades correspondientes respondan por el esclarecimiento inmediato de este lamentable suceso”, el crimen asesinato de la periodista Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, la madrugada del sábado 28 de abril en su domicilio de Xalapa.
El presidente de la Mesa Directiva, Guadalupe Acosta Naranjo, leyó el pronunciamiento de la máxima representación legal del Poder Legislativo (incluye al Senado de la República), dio “las más sentidas condolencias a familiares, amigos y compañeros de trabajo” de la periodista asesinada, luego pidió un minuto de silencio “para honrar la memoria” de Regina Martínez.
En la discusión se leyó la posición editorial de la revista Proceso frente al crimen de Regina Martínez, el “Réquiem para Regina (y muchos otros)” escrito por el periodista Jenaro Villamil; se anunció la condena de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Organización de los Derechos Humanos y, más de un legislador señaló que no todas las agresiones contra periodistas son cometidas por el crimen organizado.
Enoé Uranga, diputada del PRD, advirtió a sus compañeros: “No se equivoquen, no estamos hablando sólo de muertes de narcotráfico. La reportera asesinada el día de ayer en Veracruz, la reportera de Proceso, se dedicaba especialmente a señalar las violaciones de los derechos humanos del Ejecutivo federal, de los militares en específico”.
Antes, los diputados federales iniciaron la discusión de la nueva Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, misma que fue aprobada por unanimidad con 338 votos; alrededor de los posicionamientos fijados por los partidos políticos giró el asesinato de Regina Martínez y el reclamo de que México esté aprobando leyes de “excepción” debido al clima de inseguridad que se vive en el país.
Diva Gastelum, diputada del PRI, encargada de argumentar la iniciativa de ley recurrió al asesinato de Regina Martínez como una muestra del “riesgo” en que los periodistas desarrollan su trabajo en México:
“El día de hoy amanecimos con una noticia que formará parte también de las estadísticas de los asesinatos a periodistas: Encontraron a Regina Martínez, periodista de Proceso en Veracruz, asesinada.”
Precisamente por esa muerte reciente, la de Regina Martínez, reviste un gran significado esta nueva ley, sostuvo la priista.
Una vez aprobada la nueva ley, el pleno de la Cámara de Diputados guardó un minuto de silencio. Mientras esto ocurría, los reporteros que cubren las actividades legislativas ignoraban totalmente el hecho; manifestaron desdén ante el crimen, como si a ellos no les incumbiera la agresión. Algunos, incluso, desconocían quién era Regina Martínez y su comprimiso periodístico.
Presente en todo momento el asesinato de Regina Martínez estuvo presente en el pleno; Jaime Cárdenas, diputado del PT, quien desde el inicio de la sesión demandó el minuto de silencio en reconocimiento al trabajo de la reportera, dijo:
“Se piensa que en estas agresiones y violaciones a derechos humanos contra defensores de estos derechos y de periodistas, tiene que ver el crimen organizado; no lo niego, seguramente en parte así es. Pero en muchas de estas agresiones contra defensores y promotores de derechos humanos y contra periodistas provienen del propio poder público, son agresiones instrumentalizadas, orientadas, dirigidas por gobernadores, por alcaldes, por autoridades federales.”
El petista, quien celebró la ley, cuestionó: “¿Por qué hay la necesidad de esta ley en México?, por una razón muy evidente, simple, porque no tenemos un Estado de derecho consolidado, ni una democracia auténtica, porque nuestras instituciones son instituciones débiles.”
El diputado del PRD, Agustín Guerrero Castillo, dijo que su partido se sumaba “a esta manifestación de solidaridad y enojo (por la muerte de Regina Martínez), porque se ha dicho que la actividad del periodista en nuestro país y la de los defensores de los derechos humanos, se han convertido en una actividad de alto riesgo”.
“No hay tranquilidad, la seguridad de muchos de los trabajadores de los medios de comunicación, de la gente que dedica su vida, su esfuerzo por defender el derecho de otros y el derecho de todos para que se respeten los derechos humanos, de salir por la mañana, como lo hacemos todos nosotros, de reunirse con grupos agraviados, de gente que siente y piensa que esta desvaída frente a los abusos y excesos.
“Y por otro lado, el compromiso con la verdad, porque lamentablemente los periodistas son agredidos, los que tienen un compromiso con la verdad, con decirnos a todos lo demás lo qué está pasando, por qué está pasando y quiénes son los actores de esos sucesos. Evidentemente, hay alguien que no tiene el menor interés de que esas cosas se sepan y que van, desde la intimidación, la agresión física hasta el asesinato.”
En el PRD, añadió, “esperamos que esta sea una ley de excepción porque en un Estado democrático no se requieren ese tipo de leyes”.
Arturo Villaseñor Fernández, del PAN, quien pidió el voto a favor, sostuvo que “sin lugar a duda, los defensores de los derechos humanos y los periodistas, actualmente se ven acallados, amordazados, amenazados e inclusive corren el grave riesgo de ver lastimada su integridad personal, hasta su vida y la de sus familiares”.
Agregó: “Sabemos que hay algunos grupos políticos a los que no les gusta la crítica, la exposición de visiones distintas a la suya y que al ver amenazados sus intereses atacan lo más valioso de la dignidad humana: la integridad y vida de los defensores de los derechos y quienes ejercen su labor periodística de forma veraz y profesional”.
“Pido su voto para proteger a quienes se atreven a denunciar y dar seguimiento al as violaciones, secuestros, cohechos, sobornos, trata de personas y demás actos reprobables de la delincuencia organizada”, sostuvo el panista.
El partido Movimiento Ciudadano (MC), a través de la diputada María Guadalupe García Almanza, dijo que el tema de los activistas defensores de los derechos humanos y periodistas, “se ha convertido en una tema de interés para el Poder Legislativo debido a las condiciones de violencia que se han instalado en México… lo que hoy se vive nos remite a etapas sombrías en donde se afectaba a personas que buscaban revertir abusos y a los periodistas que aspiraban a desentrañar lo ocurrido”.
Recordó que la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha documentado de 2000 al 2010 el asesinato de 64 periodistas.
La perredista Uranga dijo que la labor de los defensores de los derechos humanos y de los periodistas es esencial en la construcción de la democracia. “Ellos son los observadores, los narradores, los seguidores de cómo se comporta el Estado ante la ley y de cómo realmente la impunidad se revierte o no.”
La nueva ley establece la creación e un fideicomiso público para atender a los activistas sociales y periodistas, así como a sus familiares; contempla la implementación de medidas de protección sin dilación alguna y la coordinación efectiva entre la Federación y las entidades federativas para garantizar su seguridad, integridad, vida y libertad.
También crea las medidas de prevención encaminadas a desarrollar políticas públicas con el objetivo de reducir los factores de riesgo que favorecen las agresiones.
“Réquiem para Regina (y muchos otros)”
Durante los siete minutos que se designaron para la votación de la nueva ley, diputados del PT leyeron textos relativos a Regina Martínez para que quedaran registrados en el diario de los debates.
En la medida que los más de 300 diputados votaban a favor, Jaime Cárdenas del PT leía como telón de fondo el posicionamiento de esta casa editorial:
“El asesinato de la periodista Regina Martínez Pérez, el sábado 28 de abril, es resultado de un país descompuesto, de una situación de violencia cotidiana en la que actos extremos no son la excepción sino la regla cotidiana. Esta situación la comparte Veracruz con la mayor parte del país. Al crimen abonó el ambiente de hostilidad y aun de acoso en el que la prensa independiente se ve obligada a cumplir sus funciones…”
“Respecto de esa investigación, que está a cargo del gobierno de Veracruz, Proceso es escéptico. En una reunión con el gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa, en la ciudad de Xalapa, a unas cuantas horas del asesinato de nuestra compañera, la directiva de Proceso lo expresó así ante la promesa retórica de que ‘se investigará hasta las últimas consecuencias’. No les creemos y se los hicimos saber.”
Dos minutos tardó Jaime Cárdenas en leer el posicionamiento de Proceso, luego la legisladora Laura Itzel Castillo, hija de Heberto Castillo, pidió la palabra para leer el artículo “Réquiem por Regina (y muchos otros)” escrito por Jenaro Villamil.
“La oscura y asesina mano en tu cuerpo pudo ser para mí, pudo ser para otros, fue para todos porque matar a un periodista es llenar de noche la plaza pública, este sitio que habitamos tantos, algunos con tatuaje de expulsados, decreto para el silencio irreversible… No les creemos por ser cómplices del puño, el cuchillo, la metralla de sonrisas que se clavan como hiedra… creemos eso sí, en tu herencia; las palabras escritas no se borran…”
Paralelamente, en el “corral” de los reporteros, uno de ellos expresaba: “Una poesía… ¡que cursi!”, mientras se asomaba –de los pocos que lo hicieron— al balcón para presenciar la votación de la ley que, se supone, protegerá a los periodistas.
De última hora, al pleno llegó la felicitación de la Oficina del Alto Comisionado en México de Derechos Humanos de la ONU, por la creación de la nueva ley, además de la condena por el asesinato de Regina Martínez:
“…la imperiosa necesidad de redoblar la alerta y exigir medidas eficaces sigue siendo prioritaria más aún cuando se repiten hechos execrables como el asesinato de la periodista Regina Martínez, ocurrido el pasado sábado 28 de abril en el estado de Veracruz, ante el cual una investigación pronta e imparcial debería ser conducida para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables”, leyó un diputado desde la tribuna.
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