Las figuras de referéndum y consulta popular no
están reguladas en las leyes, pero sí en la Constitución, por lo que se dijo
dispuesto a promover esta campaña para que el pueblo eche atrás las reformas a
los artículos 27 y 28.
Alonso Urrutia
Publicado: 19/08/2013 12:09
Publicado: 19/08/2013 12:09
México, DF. Al encabezar la presentación de la
iniciativa de reforma energética del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano,
planteó: “propongámonos y empezamos a organizarnos desde ahora –me arrobo la
facultad de convocarlos– para que oportunamente tengamos el millón 630 mil
electores inscritos en la lista nominal” para realizar una consulta popular como
lo establece el articulo 35 constitucional sobre las iniciativas enviadas por el
Ejecutivo federal.
Al pie del Monumento a la Revolución, Cárdenas calificó la
iniciativa del presidente de Enrique Peña Nieto como atentatoria a la soberanía
nacional y el desenvolvimiento autónomo de la nación. Por ello planteó convocar
al pueblo “a echar atrás las reformas del 27 y 28
constitucional, si se diera la desgracia que en este periodo
legislativo fueran aprobadas”.
Al reconocer que la figura del referéndum y consulta popular no
está regulado en las leyes secundarias dijo que este ejercicio debería
instrumentarse a partir de las disposiciones contendidas en la Constitución y
que debería instrumentarse de la adhesión del 2 por ciento de los inscritos en
la lista nominal de electores que en la actualidad equivaldría a un millón 630
mil electores. Dicha consulta debería realizarse de forma concurrente con la
próxima elección federal del primer domingo de julio de 2015. “Lo podemos hacer
y el pueblo va a responder. Les digo yo desde ahora, dejaré otros asuntos y me
lanzo de lleno a promover esta campaña, sé que muchos compañeros por todo el
país acompañarán este esfuerzo”.
Con la presencia de la plana mayor de la dirigencia nacional
perredista, legisladores, el ex jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, Cárdenas
fustigó el alúd propagandístico del gobierno federal para impulsar las reformas
constitucionales al 27 y al 28, y deslizó que extrañamente la publicidad se
concentra en promover los cambios del 27, cuando “la reforma más grave, la más
perjudicial es la que derivará de la reforma al 28: con ella el Estado perdería
la exclusividad en el manejo de las áreas estratégicas de la industria
petrolera, desde la exploración y la explotación de los yacimiento (y
consecuentemente el manejo y cuidado de las reservas), hasta la transformación
industrial del recursos en la refinación y petroquímica así como en los
servicios complementarios de almacenamiento y transporte.”
El hijo general Lázaro Cárdenas afirmó que por más que el medio
oficial pregone que la iniciativa no pretende privatizar Petróleos Mexicanos
(Pemex) ni la Comisión Federal de Electricidad, de lo que se ha podido conocer
hasta ahora “se deja ver con claridad meridiana la intención de desplazar a
Pemex de toda la cadena productiva del petróleo, sustituyendo este organismo, la
que hasta ahora el Estado ha encomendado de maneja exclusiva la conducción de la
industria petrolera, por particulares.
“Esto es, que está ante la gravísima perspectiva de que las
compañías expropiadas en 1938 vuelvan ha ser las que decidan cómo se manejen y
sean las principales beneficiarias de la explotación de los yacimiento de
hidrocarburos mexicanos”.
Más adelante Cárdenas –único orador en el evento– cuestionó a
la manipulación del nombre de Lázaro Cárdenas: “¿dónde cabe pretender sustentar
esta retrógrada reforma en la figura de Lázaro Cárdenas? Es falaz la utilización
que se hace del nombre de quien encabezó la lucha por el rescate y pleno
ejercicio de la soberanía de la nación en el siglo XX, ofenden a quienes
verdaderamente se identifican con sus ideas y sus obras, ofende la inteligencia
y el sentido común. Nadie más lejos de una política entreguista que Lázaro
Cardenas.
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