lunes, 5 de abril de 2010

El poder de “El Mayo”

Jorge Carrasco Araizaga

Aunque al hablar del cártel de Sinaloa se piensa de inmediato en El Chapo Guzmán, es Ismael Zambada García, El Mayo, el estratega del grupo de narcotráfico que un estudio de inteligencia estadunidense califica como el “dominante” en México. Otro análisis, de autoría mexicana, no sólo se refiere a los maestros de El Mayo y a su gran capacidad de infiltración y corrupción en las instituciones que lo buscan, sino también a la presunta sociedad que desde hace años mantiene con uno de los precandidatos del PRI al gobierno del estado de Sinaloa, el alcalde de Culiacán con licencia Jesús Vizcarra Calderón…
En los gobiernos del PAN, el cártel de Sinaloa se ha consolidado como la organización más importante del narcotráfico en México. Los reflectores se concentran en Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, pero los alcances del grupo delictivo no se explican sin Ismael Zambada García, El Mayo.
A El Chapo se le caracteriza como la cabeza de la organización, y a Zambada como su socio. Pero en realidad el cártel de Sinaloa es una red con varios liderazgos en la que destaca El Mayo como estratega del grupo.
El más mediático de los líderes del cártel es El Chapo, lo que aleja la atención sobre El Mayo, Ignacio Nacho Coronel y Juan José Esparragoza Moreno El Azul, quienes por años, junto con Guzmán, han ejercido el control de esa organización.
Con ellos operan los hermanos Cázares Salazar, señalados como los encargados de “blanquear” los recursos y entre los cuales se menciona a Blanca Margarita Cázares Salazar, La Emperatriz.
Cada uno con su propia estructura, estos personajes han hecho de la organización “la más formidable y dominante en México”, traficando drogas desde América del Sur hacia América del Norte, y armas a México, según un análisis de la firma privada de inteligencia estadunidense Stratfor, elaborado en diciembre pasado.
A diferencia de El Chapo, que se ha enfrascado en costosas batallas personales con los Carrillo y los Beltrán –antiguos aliados del cártel, principalmente en Sinaloa y Chihuahua–, El Mayo se mantiene como pieza clave en la operación del grupo, por su capacidad de penetración institucional –incluido el Ejército–, sus cuantiosas actividades financieras y su aptitud logística para mover droga, dinero y armas.
La Procuraduría General de la República (PGR) ha documentado en diversas averiguaciones previas esas actividades atribuidas a El Mayo. La justicia estadunidense también. Desde 2003, está acusado en la Corte federal para el distrito de Columbia, en Washington, de conspirar con el fin de importar y distribuir en Estados Unidos “cinco kilos o más” de cocaína.
Junto con él fueron acusados por el Departamento de Justicia estadunidense su hijo Vicente Zambada Niebla, El Niño o El Mayito, y Javier Torres, El JT. Su hijo y su operador ya fueron extraditados a Estados Unidos, en febrero de 2010 y en noviembre de 2006, respectivamente.
Como parte de las investigaciones, en 2007 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos congeló y confiscó los bienes de su familia. Entre ellos los de Zambada Niebla, de 35 años.
De acuerdo con Stratfor, el grupo de El Mayo “experimentó un retroceso cuando su hijo (…) fue detenido en la Ciudad de México. Zambada Niebla era clave en el lavado de dinero y en las finanzas de la organización, además de que tuvo un importante rol logístico cuando era necesario. Su ausencia, sin embargo, no parece haber afectado significativamente las operaciones” del propio Ismael Zambada García.
La capacidad de operación de Ismael se mantiene a pesar de otros golpes recibidos, como el decomiso, en septiembre de 2008, de 26 millones de dólares en una residencia de Culiacán, donde operaban los hermanos Jesús Alfredo y José Lamberto Verdugo Calderón.
José Lamberto, muerto por el Ejército en enero de 2009, “era el prestanombres de El Mayo en varios ranchos ganaderos, entre ellos Los Mezquites y Potrero del Aguaje, así como el motel Monteverde”, al sur de Culiacán, entre otros negocios, según un reporte de los servicios de inteligencia mexicanos.
Pocas semanas después del decomiso, El Mayo tuvo otro revés. La detención de su hermano Jesús Zambada García, a quien se conocía como El Rey Zambada. Capturado en la Ciudad de México, en octubre de 2008, El Rey tenía el control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. De esa manera, Ismael Zambada aseguraba la importación de cocaína y de precursores químicos para producir metanfetaminas.
Maestros y socios
El Mayo Zambada, de 60 años, fue iniciado en el narcotráfico por José Inés Calderón Quintero, quien entre los años setenta y los ochenta fue uno de los principales jefes del narcotráfico en Sinaloa y en el país, dice el mencionado reporte de los servicios de inteligencia mexicanos, que aborda las actividades empresariales y políticas del precandidato del PRI al gobierno del estado, Jesús Vizcarra Calderón.
En la investigación sobre el alcalde de Culiacán con licencia se asegura también que, desde los ochenta, El Mayo ha sido socio de Vizcarra Calderón, quien busca el gobierno de Sinaloa para el periodo 2011-2016.
En esa época, Ismael Zambada aprendió a operar en el narcotráfico no sólo por las enseñanzas de Calderón Quintero, sino también de narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Baltasar Díaz Vega, Ernesto Fonseca Carrillo Don Neto y Manuel Salcido Uzueta El Cochiloco.
Nacido en El Álamo, población del municipio Salvador Alvarado, Zambada García creció después a la sombra de Vicente Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, muerto en una cirugía plástica en 1997.
En 2001, El Mayo fue uno de los que protegió a El Chapo cuando se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en febrero de ese año, a la llegada de Vicente Fox a la Presidencia de la República.
De su capacidad para corromper autoridades civiles y militares hay dos referentes: la infiltración del Centro de Inteligencia Antinarcóticos (Cian) del Ejército, en 2002, y la Operación Limpieza de la PGR, dada a conocer en noviembre de 2008.
No ha sido la de 2002 la única vez en que Zambada ha infiltrado al Ejército. En junio de 2009, la PGR informó del arraigo de nueve militares que la Secretaría de la Defensa Nacional entregó al Ministerio Público Federal por su presunta relación con El Mayo.
En el caso de la Operación Limpieza, se demostró que El Mayo y los Beltrán Leyva, entonces aliados, penetraron esa institución y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
La PGR investigó a dos hombres cercanos del titular de la SSP, Genaro García Luna, por sus presuntas relaciones con Ismael Zambada: Luis Cárdenas Palomino, brazo derecho de García Luna, y Gerardo Garay Cadena, excomisionado de la entonces Policía Federal Preventiva, hoy Policía Federal.
Según las investigaciones, El Mayo pagaba a más de 35 agentes del Ministerio Público Federal entre 350 y 400 mil dólares para que lo mantuvieran informado sobre las acciones de la PGR contra su organización y cualquiera de sus miembros.
Los elementos de las dependencias infiltradas acabaron también divididos con las pugnas al interior del cártel, iniciadas en 2004, cuando El Chapo Guzmán ordenó el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes, y agudizadas en 2008, cuando los hermanos Beltrán Leyva acusaron a Guzmán Loera de haber entregado a su hermano Alfredo, El Mochomo.
El Mayo tomó partido por El Chapo y ahora también está metido en la confrontación con las dos familias para expulsarlas de Sinaloa. A pesar de sus funciones de estratega, también cuenta con un fuerte brazo operativo. Sus hombres más conocidos por su capacidad de violencia son El Chino Ántrax, El Macho Prieto y El Ondiado. En las canciones de los jefes de sicarios de El Mayo se refieren a Ismael Zambada como El Padrino, Su Majestad o El M y La Z.
Los hombres de Zambada actúan ahora junto a sicarios del cártel del Golfo y de La Familia michoacana, organizaciones con las que El Chapo y El Mayo se han aliado en su confrontación con los Carrillo Fuentes, los Beltrán Leyva y Los Zetas.
Proceso05/04/2010

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