Alberto Nájar
BBC Mundo, México
La cantidad de personas muertas en la lucha contra carteles de la droga en México es mayor de lo que se pensaba. Un informe confidencial entregado al Senado señala que en los últimos tres años las víctimas por esta batalla son más de 22.000.
Anteriormente, la cifra que se había hecho pública era de unos 18.000 asesinatos desde diciembre de 2006, cuando Felipe Calderón asumió la presidencia de México y el gobierno intensificó su lucha contra el narcotráfico en el país.
El informe fue entregado al Congreso por el Gabinete de Seguridad Nacional, integrado por los ministerios de Defensa, Marina, Gobernación y Seguridad Pública, entre otros, le confirmó a BBC Mundo el senador René Arce.
"La cifra de 22.000 muertos es muy aproximada a lo que contiene el documento", indicó el legislador.
El informe establece, además, que desde 2006 más de 70.000 personas han sido detenidas por narcotráfico. Según el Ministerio de Gobernación, la mayor parte de los capturados pertenecen al Cartel del Golfo, la banda de Los Zetas y el Cartel de Sinaloa, en ese orden.
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"Hacerse el tonto"
Algunos medios locales que tuvieron acceso al documento señalan que la mayoría de las víctimas fueron asesinadas por los carteles de la droga.
No está claro a qué organización pertenecen las personas que perdieron la vida.
Pero el dato coincide con informes de la Procuraduría (fiscalía) General de la República, que atribuye a bandas de narcotráfico el clima de violencia en el país.
Según el ministro de Gobernación, Fernando Gómez Mont, éste es un tema en el que las autoridades de todos los niveles de gobierno deben participar, especialmente en los estados afectados por el tráfico de drogas.
"No hay espacio para voltear la mirada ni para hacerse el tonto, aquí todos le tenemos que entrar", señaló en conferencia de prensa.
Reabre consulado
La mayoría de las víctimas fueron asesinadas por los carteles de la droga.
Por lo pronto, este martes reabrió el consulado de Estados Unidos en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en el noreste de México, que permaneció cerrado por un ataque con explosivos.
Según Gómez Mont, el atentado no tuvo motivos políticos ni puede considerarse un ataque contra el gobierno estadounidense.
"Es posible que sea un intento de calentar la plaza para aumentar la presencia de fuerzas de seguridad en determinados espacios, en detrimento de quien tiene mayor presencia en esa plaza", dijo.
El ataque al consulado de Nuevo Laredo fue el segundo contra una sede diplomática estadounidense, pues en 2008 desconocidos dispararon contra la representación en Monterrey.
El ministro de Gobernación dijo que las oficinas diplomáticas y consulares son vigiladas por la Policía Federal mexicana.
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