Otra vulnerabilidad de los menores es la orfandad provocada por la muerte de padres enrolados en las filas de fuerzas de seguridad o del narco
Daniela Rea
Ciudad de México (28 abril 2010).- El número de menores de edad muertos en la llamada guerra contra el narcotráfico va en incremento.
Según un recuento de REFORMA, desde enero y hasta el 23 de abril, han fallecido 97 niños en circunstancias violentas. En el mismo lapso de 2009, murieron 63 menores.
Del total de menores fallecidos este año, 75 contaban con entre 15 y 17 años de edad y 14 tenían entre 11 y 14 años, mientras que 5 eran de entre 5 y 10 años.
Tres bebés de entre uno y 3 años también han muerto en esta guerra.
Entre ellos se encuentran las menores Éricka y Margarita Ortega Rueda, acribilladas en un falso retén ubicado a unos kilómetros del poblado El Naranjo, Municipio de Pueblo Nuevo, Durango.
El pasado 3 de abril, los niños Bryan y Martín Almanza, de 5 y 9 años, murieron luego de que efectivos del Ejército dispararan contra la camioneta en la que viajaban con sus padres por una carretera de Tamaulipas.
Entre los adolescentes muertos, están los 14 estudiantes del CBTIS de Ciudad Juárez asesinados por un comando armado el 1 de febrero en el Fraccionamiento Villas de Salvárcar.
Hace una semana, en la Colonia Alfonso Reyes de Monterrey, fue encontrado con las manos atadas Eduardo Romero, apodado "El Bebé", de 14 años de edad, y en otro incidente fue ejecutado Javier Chávez, de 16 años.
Elena Azaola, especialista en violencia e infancia, alertó sobre los daños que provocan los decesos de menores en esta guerra.
"Cada muerte de estos niños deja un daño irreparable, lastima a la familia, afecta a la comunidad escolar generando miedo y una profunda tristeza en los compañeros.
"Y como generalmente ocurre, al no ser tratada de manera integral, los miedos y resentimientos pueden permanecer", manifestó en entrevista.
La otra vulnerabilidad de los menores, explicó, es la orfandad provocada por la muerte de los padres enrolados en las filas de las fuerzas de seguridad o del narcotráfico, o bien, estar en el lugar del fuego cruzado.
No hay datos oficiales de cuántos huérfanos hay desde que se declaró la actual estrategia de combate al narcotráfico.
Organizaciones de la sociedad civil estimaron 10 mil en Ciudad Juárez al promediar 2 hijos por 5 mil asesinados en edad reproductiva, según las tendencias demográficas.
Para la psicóloga Lilia Montiel, encargada de la Dirección Ejecutiva de Apoyo a la Niñez del DIF-DF, estas muertes dañan la estructura familiar, escolar y comunitaria, lo que, de no atenderse de manera integral, deja secuelas, como fobias, ansiedades, rebeldía y, a largo plazo, una sociedad acostumbrada a la impunidad.
Reforma28/04/2010
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