martes, 13 de enero de 2009

“Mi regreso ha sido un camino largo”, reconoció Mickey Rourke


■ Tras 15 años de estar en el olvido, el actor retorna con un Globo de Oro por The Wrestler
■ Galán de los años 80, hoy víctima de malos cirujanos, agradeció a Darren Aronofsky, quien “confió en mí, aunque dejaron de darle dinero para su cinta cuando se supo que yo protagonizaría”


De la Redacción


“Regresar a la pantalla grande ha sido un camino largo para mí. Vino un joven a darle sentido a mi carrera (Darren Aronosfky), a quien agradezco por confiar en mí, ya que cuando se supo que yo sería el protagonista de su película no quisieron darle más dinero para el proyecto”, dijo el neoyorquino Mickey Rourke luego de obtener el único premio importante de su carrera como actor, el Globo de Oro –premios que entregó la noche del domingo la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood, en su edición 66– en el rubro de drama, por su papel protagónico en The Wrestler, donde representa a un decadente y cincuentañero luchador. Esta cinta obtuvo el León de Oro en la pasada edición de la Mostra de Venecia.

Antecedente natural de lo que hoy día se considera un metrosexual y prototipo en los años 80 del hombre guapo y triunfador, Rourke renació de sus cenizas para recibir de Aronofsky, uno de los más interesantes realizadores estadunidenses, “una segunda oportunidad”, como afirmó en la conferencia de prensa luego de obtener este premio, para muchos, antesala del Óscar, que se entregará en febrero.

Lejos de la gloria

Atrás quedaron los días de gloria, glamur, mujeres y otros excesos del muchacho de la motocicleta reina (recordar su papel en Rumble Fish o La ley de la calle, dirigida por Francis Ford Coppola en 1983). Lejos también las glorias de esas 9 semanas y media (1986), drama erótico coprotagonizado por Kim Basinger, que lo elevó a sex-symbol, cuando se erigía en efigie hollywoodense masculina, que duró poco en la cima.

Rourke siguió el camino de la autodestrucción, lanzó su fortuna por la borda, llenó su rostro de malas cirugías y abandonó las alfombras rojas por una pasión que tenía desde niño: el boxeo profesional, que terminó por descomponer aún más su rostro.

Rourke se atrevió a salir de la vida plástica sólo para conseguir lo que deseaba, y ahora “está de regreso”, dijo.

La actriz Susan Sarandon entregó el galardón a Rourke, quien dijo estar fuera de la industria desde hace sólo siete años, pero “gracias a esta película y a todo el equipo que confió en mí he podido regresar por la puerta grande”. El actor se impuso a Brad Pitt, quien compitió por su papel en El curioso caso de Benjamin Button, y a Sean Penn, que encarna en Mi nombre es Harvey Milk al político que encabezó la lucha por los derechos de los homosexuales en San Francisco, y que fue asesinado.

También optaban a este galardón Frank Langella, quien interpreta al ex presidente de Estados Unidos Richard Nixon en El desafío-Frost contra Nixon, y Leonardo DiCaprio, por Revolutionary Road.

“Y pensar de que suspiré tantas veces por este tipo... verlo así da tristeza”, fue el comentario de muchas mujeres en los blogs de Internet sobre la reciente aparición mediática de este otrora galán de 52 años, que duró alrededor de 15 en el olvido para la gran industria hollywoodense, pero que realizó buenos papeles, como en El borracho, largometraje donde encarna a Charles Bukowski, u otras cintas de bajo presupuesto como Legítima defensa, de Coppola; Animal Factory, de Steve Buscemi, o Buffalo 66, de Vincent Gallo.

Cuenta Rourke, en una entrevista publicada en la página de Internet lagaceta.com, en 2008, que tuvo que tomar una dura decisión para que su vida regresara a la normalidad: cambiar o pegarse un tiro. “No quise cambiar hasta que lo perdí todo; entonces me di cuenta de que era mejor cambiar que volarme los sesos.”

Se transformó después de 15 años en el olvido. Selló su regreso con su aclamada actuación de solitario y cansado atleta profesional.

Kate Winslet, falsa modestia

En las premiaciones Slumdog Millionaire fue la máxima ganadora con cuatro premios: mejores cinta dramática, director, guión y partitura original. Kate Winslet, a quien se recuerda por protagonizar Titanic, ganó sus dos primeros Globos de Oro como mejor actriz secundaria, por The Reader, y mejor actriz de drama por Revolutionary Road.

“Tengo el hábito de no ganar”, dijo Winslet en un discurso improvisado en el hotel Beverly Hilton, según el diario The Independent. “¿De verdad está pasando esto? Disculpen, Anne (Hathaway), Meryl (Streep), Kristin (Scott Thomas) y, ¡ay, Dios!, ¿quién es la otra? Angelina; perdónenme. Esto es verdadero”, expresó la británica tras recibir su premio.

El otro galardón que obtuvo Winslet fue por Slumdog Millionaire, cinta independiente rodada en India y protagonizada por actores de ese país, que para los 83 miembros de la prensa extranjera que votan en esta asociación fue la mejor película.

Momento emotivo se vivió cuando se entregó un reconocimiento póstumo a Heath Ledger como mejor actor de reparto por su trabajo en El caballero de la noche, que fue recibido por Chris Nolan, director de la cinta.

La Jornada

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