■ Dirigió a actores como Gerard Depardieu y Emannuel Beart y produjo películas de Roman Polanski y Jean-Jacques Annaud
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París, 12 de enero. Llamado el último sultán o el padrino del cine francés, Claude Berri, fallecido este lunes a los 74 años de edad, fue una gran figura del séptimo arte como director y, sobre todo, como poderoso productor.
París, 12 de enero. Llamado el último sultán o el padrino del cine francés, Claude Berri, fallecido este lunes a los 74 años de edad, fue una gran figura del séptimo arte como director y, sobre todo, como poderoso productor.
Claude Berri era, asimismo, apasionado amante del arte e importante coleccionista de cuadros y fotografías.
Claude Langmann, su verdadero nombre, nació el primero de julio de 1934 en París, hijo de un peletero y una obrera.
Ejerció por muy poco tiempo el oficio de su padre, pero asistió paralelamente a cursos de teatro y optó por ser actor, trabajando, entre otras películas, en Rue de 1’Estrapade (1952), de Jacques Becker, y Le blé en herbe (El trigo verde, 1953), de Claude Autant-Lara.
Pero, como el éxito tardaba en llegar, el actor pasó a ser director, y obtuvo un reconocimiento total con su primer cortometraje, Le Poulet, realizado en 1962 y ganador del Óscar de la categoría en 1965.
Su primer largometraje, y una de sus más bellas películas, El viejo y el niño (1967), se inspira en su propia historia. En el escenario, el joven cineasta provocó la ira de su principal actor, Michel Simon, “monstruo sagrado” del cine y el teatro francés, que le replicó: “¡Nadie dirige a Michel Simon!”
Siguiendo con el registro autobiográfico, dirigió Mazel Tov, Le pistonné (El enchufado), Le cinéma de papa (El cine de papá) y Sex Shop, películas impregnadas de ternura melancólica.
En 1983 obtuvo un gran éxito entre el público y la crítica con Tchao Pantin (Adiós pelele), en la que dio un papel dramático a Coluche, entonces el humorista más célebre de Francia y que sigue siendo, después de su muerte, icono en el país. Coluche obtuvo por esa interpretación el César al mejor actor, en 1984.
Dirigió después una serie de frescos de inspiración literaria o histórica, todos con gran éxito de taquilla: Jean de Florette (El manantial de las colinas), Manon des sources (La venganza de Manon), Germinal, Uranus, Lucie Aubrac..., en las que dirigió a no pocas estrellas del cine francés, como Gerard Depardieu, Emmanuelle Beart, Miou-Miou o Daniel Auteuil.
Hombre triste capaz de ser alegre, dijo Alomodóvar
“Difícil en el rodaje” porque estaba “angustiado” a menudo, en opinión de la actriz Carole Bouquet, Berri era “un hombre triste capaz de ser alegre”, según el director español Pedro Almodóvar, a quien le produjo sus primeras películas.
Como productor, todopoderoso en el mundo del cine francés, alternó películas populares y obras exigentes: Tess, de Roman Polanski; La infancia desnuda, de Maurice Pialat; La reina Margot, de Patrice Ch’ereau; La pequeña ladrona, de Claude Miller; El Oso y El amante, de Jean-Jacques Annaud, o las dos primeras adaptaciones al cine del cómic Asterix.
Recientemente produjo La graine et le mulet (Couscous), del franco-tunecino Abdellatif Kechiche, César de la mejor película en 2008, y Bienvenue chez les Ch’tis (Bienvenidos al norte), de Dany Boon, el mayor éxito de taquilla del cine francés en 2008.
En 2003 publicó un libro autobiográfico, Autoportrait, en el que evocaba los damas de su vida: el suicidio de su primera esposa en 1997, la defenestración en 1998 de uno de sus hijos, el actor Julien Rassam, que quedó tetrapléjico hasta su muerte en 2002, y sus depresiones.
“En 2006, en el rodaje de Juntos nada más, su última película como director, sufrió un accidente cerebral que disminuyó sus capacidades. El actor Francois Dupeyron le sirvió de asistente durante la filmación.
Coleccionista de arte desde los años 1970, amante del arte contemporáneo y de la fotografía, con predilección por el pintor estadunidense Roberto Ryam, abrió en marzo pasado en París el Espacio Claude Berri, dedicado al arte.
“No sé que más puedo aprender en el cine, pero en la pintura aprendo cada día”, dijo en 2003.
Compañero de la escritora Nathalie Rheims, Claude Berri era padre de tres hijos nacidos de dos uniones anteriores.
Compañero de la escritora Nathalie Rheims, Claude Berri era padre de tres hijos nacidos de dos uniones anteriores.
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