viernes, 9 de enero de 2009

Eduardo Olmos Castro, burócrata guarro

Posee la obscena manía de usar el voto como trampolín

* Ansía mejores huesos que roer, entre estos, la presidencia de Torreón


Juan Monrreal López
Enero 9 del 2009
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Torreón, Coahuila.- Aferrado a la ambición de ser alcalde de esta ciudad, Eduardo Olmos Castro, con apenas 9 días como diputado local, se encuentra en la antesala de pitorrearse nuevamente de los votos que los electores priistas del Distrito XII local depositaron a su favor el 19 de octubre del 2008.

Acostumbrado a burlarse del voto ciudadano, Olmos Castro, no terminó el periodo de diputado federal, cuando se retiró de la encomienda legislativa por la ambición de encumbrarse en la silla municipal, proceso electivo que perdió en el año 2005 frente al panista José Ángel Pérez Hernández, actual presidente de la ciudad.

Protegido por Humberto y Rubén “zerevro” Moreira, merced a “las grandes sumas de dinero que entregó al clan Moreira para que disputaran la gubernatura a cambio de convertirlo en candidato a la alcaldía de Torreón”, aseveran priistas a Demócrata Norte de México, por eso, “Olmos se siente seguro” subrayan.

Los mismos tricolores afirman que “Olmos Castro, prácticamente ha hecho lo que quiere desde que entregó los fondos monetarios a los Moreira, pensando que puede ganar la alcaldía. Ningún nombramiento ha concluido en sus ansias de posicionarse en la punta de la contienda por la presidencia”.

A Humberto y Rubén “zerevro” Moreira, no les importó que “Lalo” Olmos, junto al actual encargado de la oficina de la Secretaría de Desarrollo Regional de La Laguna (SDRL), Miguel Ángel Riquelme Solís, fueran resabios políticos del grupo del ex secretario de gobierno del periodo de Enrique Martínez y Martínez; el neo perredista, Raúl Sifuentes Guerrero.

Tampoco les afectó que el ex alcalde de Matamoros Felipe Medina Cervantes, hiciera público que Eduardo Olmos, era uno de los beneficiarios de los desvíos de dinero de ese municipio, peculio que fue usado en la campaña a la diputación federal que Olmos Castro ganó en el año 2003.

Como se recordará, Medina Cervantes fue procesado por las serias anomalías encontradas en la cuenta pública matamorense, motivo por el que estuvo preso en el CERESO de Torreón.

En aquellos días, diputados de la mesa directiva del Congreso de Coahuila, confiaron a Demócrata Norte de México, que la malversación existió, pero también en la aprehensión de Felipe Medina, contó la venganza de Humberto y Rubén “zerevro” Moreira, quienes ya gobernando, cobraron las afrentas que sufrieron de parte del ex alcalde quien estaba respaldado por el ex secretario de gobierno Raúl Sifuentes, grupo al que Olmos Castro pertenecía.

De esos tiempos no se olvidan las fieras disputas que Medina Cervantes y Olmos Castro sostuvieron en el edificio del PRI, pero también en las propias oficinas del entonces pre candidato a la diputación federal, ubicadas sobre el Bulevar Diagonal Reforma, porque Eduardo Olmos, nunca regresó el dinero, que a decir de Medina, Olmos tendría que haber devuelto a la Tesorería del municipio de Matamoros.

Olmos Castro, guasón con el voto ciudadano

Inconsistente, el evocado como “Niño Down” por los priistas, ha dejado tirados todos los trabajos que le han sido encomendados.

Primero abandonó la diputación federal. Luego de que perdió la alcaldía torreonita, los Moreira ubicaron a Olmos Castro, como secretario de Obras Públicas del estado, nombramiento que botó para regresarse a La Laguna en aras de posicionar su imagen en el electorado torreonense desde la SDRL.

Obsesionado al igual que Rubén “zerevro” Moreira por derrotar a los panistas, Olmos Castro desechó la SDRL para disputar la diputación del Distrito XII local, misma que está a punto de abandonar.

Apenas el 20 de octubre pasado, un día después de obtener la mayoría en el Distrito XII declaró que, “Quiero dar las gracias a todos aquellos que de alguna manera durante la campaña vieron en mí alguien en quien confiar sus necesidades, sus problemas, sus inquietudes, pero sobre todo alguien que saben que los representará en el Congreso con autoridad y honestidad para que su voz sea escuchada y no ignorada (sic)”.

Hoy, apenas 9 días después de tomar posesión como legislador, Eduardo Olmos Castro, guarro al fin, está decidido a dejar la representación que mendigó en las colonias populares usando ilegalmente cemento, sopas, leche, impermeabilizantes, pintura y dinero, proveniente de la SDRL a cargo, - durante el proceso comicial-, de su compinche Miguel Riquelme Solís, próximo candidato a diputado federal.

Por lo pronto, el presidente de la Mesa Directiva de la LVIII Legislatura de Coahuila, Fernando Donato de las Fuentes Hernández, “El Diablito Light”, ya platicó con el suplente de Olmos Castro, Shamir Fernández Hernández, regidor del municipio de Torreón, con licencia, para que se haga cargo de las comisiones legislativas que le habían asignado a Olmos Castro.

A ver con qué cara Eduardo Olmos, vuelve a pedir el sufragio de los torreonenses.

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