viernes, 9 de enero de 2009

Padecen hambre y frío 500 niños jornaleros de Nayarit

ONG pide prestados albergues de los cultivadores de tabaco


Jesús Narváez Robles (Corresponsal)

Tepic, Nay., 8 de enero. Unos 500 niños indígenas, procedentes de la sierra de esta entidad y de otros estados, padecen hambre y frío en la zona agrícola del municipio de Santiago Ixcuintla, adonde llegaron para acompañar a sus padres en las labores del campo sin tener donde dormir, dio a conocer la organización no gubernamental (ONG) Mujeres Contra la Violencia Familiar.

La presidenta del organismo, Silvia González, sostuvo que mientras los hijos de los jornaleros que trabajan en plantaciones de tabaco cuentan con albergues, aquellos cuyos padres laboran en plantíos de jitomate y frijol “andan a la deriva, durmiendo en las plazas públicas, con frío y sin dinero para comer”.

De acuerdo con la ONG, este problema se observa principalmente en el ejido Otates, municipio de Santiago Ixcuintla (principal productor agrícola de la entidad), adonde han llegado unos 500 jornaleros con sus hijos, aunque se observan situaciones similares en Tuxpan, San Blas, Compostela y Tecuala.

En las localidades mencionadas “hay mucho empleo, pero poco dinero y nula atención para los hijos de los jornaleros, muchos de los cuales también trabajan”, indicó Rocío Fuentes, integrante de Mujeres Contra la Violencia Familiar.

Explicó que aun cuando en tiempos de cosecha la paga para los jornaleros llega a 150 pesos diarios, en este inicio de temporada les pagan cuando mucho 70 pesos, y al menos un centenar apenas intentan conseguir empleo mientras sus hijos esperan sin tener para comer.

González y Fuentes dieron a conocer que su ONG inició este jueves “una colecta entre los ciudadanos para recabar cobijas, ropa y alimentos para entregarlos a los niños, que son sumamente pobres y están durmiendo en improvisadas tiendas de campaña en la plaza principal (de Otates) y otros cerca de los campos de cultivo”.

Recordaron que la siembra de tabaco apenas empezó y pocos jornaleros han llegado a esos plantíos. Por ello exigieron que los albergues para hijos de trabajadores del tabaco (financiados por empresas cigarreras como la British American Tobacco), principalmente el que se ubica en Amapa (comunidad cercana a Otates), “sean prestados para atender a hijos de trabajadores de otros cultivos”.

Según la Asociación Rural de Interés Colectivo Esteban Baca Calderón, durante el periodo de cultivo (noviembre-junio) llegan a la zona agrícola de Nayarit unos 80 mil jornaleros procedentes de los municipios de El Nayar y Huajicori, en la sierra de la entidad, así como de Michoacán, Oaxaca y Chiapas e incluso de Veracruz. El mayor número de migrantes arriba entre abril y mayo, cuando se inicia el levantamiento de la cosecha.

En Otates, el 10 de diciembre falleció ahogado en el río Santiago Catiel González Martínez, de 13 años de edad, horas después de que llegó a laborar de jornalero en la pizca de jitomate.

La víctima llegó de Veracruz en compañía de su hermano Vidal, también menor de edad (16 años), quien tuvo que conseguir dinero entre la gente de la localidad para regresar con el cuerpo a su estado natal.

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