El pueblo no durmió ante la noticia de que 16 de sus habitantes habían muerto en un accidente carretero
Saltillo.- La noche del sábado 29 de septiembre, el ejido Petronilas perteneciente el municipio de Matamoros, se puso de luto. El pueblo no durmió ante la noticia que 16 de sus vecinos, de la familia del rancho, habían muerto en un accidente carretero. “Las noticias malas tienen alas”, comentó una vecina la mañana siguiente.
Aquí todos se conocen. El rancho apenas lo habitan unas 650 personas. De hecho el ejido no existe en el mapa. Los títulos de propiedad salen a nombre del ejido Congregación Hidalgo, que está a unos minutos de Petronilas.
Para una comunidad que vive de la cosecha de melón y sandía, temas como la sequía quedan a un lado ante la noticia de 16 vecinos muertos. Dieciséis. “Es un impacto que no sé si se pueda creer. Pensamos que había gente viva pero no. El rancho no durmió”, aseguró Olga, vecina de la comunidad.
Por las pocas calles del rancho, la mayoría de ellas sin pavimentar, la gente espera sobre la banqueta por el cortejo fúnebre que liquidó el Gobierno Matamorense. Les dijeron que sería después de la una de la tarde, pero hasta antes de las 20:00 horas aún no llegaba.
“No quedó nadie, las casas están solas. No lo podemos creer. No damos crédito”, lanzó María, otra vecina que espera debajo de una sombra.
Comentó que es difícil asimilar tantas muertes. Ella acudió al lugar del siniestro, donde presuntamente el chófer de un tráiler invadió el carril por donde iba la camioneta.
“Nunca pensamos que iba a estar todo el regadero de gente. Fuimos porque nos hablaron que una amiga de mi hijo iba en la camioneta. Llegamos, volteé y era ella. No quise identificar a nadie. Me puse mala, no me atreví a acercarme”, narró María.
Alegría apagada
María del Refugio es una anciana que está dentro de la casa de la familia Landeros de Anda. La casa se está descarapelando. No tiene piso pero sí un adorno de la Virgen de Guadalupe rodeado de flores artificiales. Un cuadro de las cuatas (fallecidas) vestidas de rosa para su fiesta de 15 años, da color a las paredes sin enjarre. Un sillón es sostenido por blocks. El cuarto está despejado y barrido para colocar ahí a cinco miembros de la familia. Lo mismo en las otras viviendas.
María del Refugio es prima de la familia y no encuentra consuelo para hablar de sus difuntos. Compartió que desde chiquillos todos eran muy buenos; que solían ayudar a la gente que podían y facilitaban favores. Eran alegres.
Sólo recuerdos
Sanjuana Montoya comparte el mismo nombre y apellido que Sanjuana Montoya Álvarez, de 40 años, fallecida en el trágico accidente. Las deudas de la segunda también se las llevaban a la primera. Todo el día la primera Sanjuana ha recibido llamadas de familiares y amigos, pero ella les dice que está bien, que quien murió fue su amiga, con quien además de nombres, solían compartir una taza de café cada mañana a las afueras de una miscelánea.
Sobeida de Anda Ramírez, de 39 años, también compartía las tardes calurosas a lado de las Sanjuanas, sentadas en un sillón viejo y maltrecho. “Éramos muy amigas y Sobeida se la pasaba aquí conmigo y hasta Clemente se enojaba”, contó Sanjuana.
Clemente Landeros Jiménez, también de 39 años, era esposo de Sobeida. Tenían cinco hijos; las dos primeras, las cuatas Estrella y Lucero de 18 años, fallecieron en el siniestro junto con su hermana Mireya. Víctor Manuel y Kimberly, de 13 y cinco años, respectivamente, quedarán en la orfandad.
“Ese pelao no hacía otra cosa más que trabajar. A todo dar. Nada vicioso”, dijo Daniel sobre su amigo Clemente. Lo mismo comentó Lorena, otra vecina de la familia fallecida: “Él (Clemente), nos hizo los cuartos de nuestra casa; eran muy buena onda”.
Clemente y su esposa Sobeida trabajaban en la labor, en la siembra de melón. Aunque ocasionalmente Clemente la hacía de albañil. Sus hijas, las cuatas Estrella y Lucero también se iban cada mañana al campo.
“Eran como unas castañuelas; siempre bien alegres, a cante y cante. Fiesteras. A toda la gente saludaban. Todo el día traía la música, pura romántica o pasito duranguense”, recordó una familiar sobre las hermanas.
Mireya Landeros de Anda tenía 19 años. Era madre soltera de Eymi, de apenas 10 meses de nacida. Ambas murieron. Según platicaron sus familiares, Mireya trabajaba en el campo, pero un día decidió irse a la ciudad y encontró trabajo en la empresa Cableados del Norte. Su objetivo era ahorrar unos pesos para celebrarle el bautizo a su pequeña. La bebé aún no caminaba.
Sueño interrumpido
Ana Laura Adriano Escareño tenía a su pequeña Alexa de un año. Semanas antes se había separado de su esposo para regresarse a vivir con sus padres, Luis Adriano López de 42 años y Laura Escareño. Los cuatro fallecieron.
El padre trabajaba como tractorista en una pequeña propiedad de Matamoros y la mamá acudía a cortar el melón en la cosecha. A la familia Adriano Escareño le sobrevive ‘El Becerrito’, el hijo menor que no quiso ir a la fiesta.
Estrella Lizeth y Ana Adriano Montoya de 14 y nueve años, eran hijas de Sanjuana y Francisco Adriano López, de 40 años. Las adolescentes cursaban la secundaria. Dicen los vecinos que el matrimonio no gustaba de ir a fiestas. Pero esa noche sí. Arely Barco Bañuelos, de 17 años, no iba con ningún familiar a la fiesta. Ella estudiaba la prepa.
“Nos veíamos todos como una familia y como somos miembros del rancho nos damos la mano siempre. Son parte de nosotros mismos. Nosotros crecimos con ellos y nuestros hijos crecieron con los suyos”, platicó Olga, vecina del ejido.
Los 16 difuntos salieron de la necropsia después de las dos de la tarde. Los cuerpos fueron enviados a la funeraria San Antonio, en Torreón. Pasadas las 19:00 horas aún no salía el cortejo fúnebre hasta el ejido. En la pequeña Iglesia del rancho, ya esperaba toda una familia para velarlos.
[ FALLECIDOS ]
» Eimy Danaly Landeros de Anda, de tres meses de edad.
» Lucero Landeros de Anda, de 18
» Estrella Landeros de Anda, de 18
» Mireya Landeros de Anda, de 19
» Arely Barco Bañuelos, de 17 años
» Francisca Valero Rodríguez, de 40
» Sobeida de Anda Ramírez, de 39
» Estrella Lizeth Adriano Montoya, de 14
» Luisana Adriano Montoya, de seis años
» Ana Laura Adriano Escareño, de 20
» Laura Escareño Recio, de 20
» Alexa Guadalupe Valero Adriano, de año y medio
» Sanjuana Montoya Álvarez, de 40
» Francisco Adriano López, de 40
» Clemente Landeros Jiménez, de 40
» Luis Adriano López, de 42
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