24 Horas/Vanguardia
Saltillo.- Con una personalidad sombría que abandonó los últimos cinco meses para ocupar los reflectores como director temporal de Seguridad Pública Municipal de Ciudad Acuña, Rodolfo Castillo Montes, duró 6 años en esa corporación, en la cual llegó como administrativo.
En el Norte está muy arraigado el asunto de los fuereños, así que Castillo no dejó de ser un duranguense con un puesto en tierra coahuilense.
Mientras la corporación cambiaba de directores, 5 durante los últimos años, desde su bajo perfil Montes fortalecía sus nexos con comandantes y mandos operativos.
Pese a que hace meses que se le aplicó al funcionario, el examen de control de confianza y no lo acreditó, no se le despidió. Por el contrario se le designó como interino, y tras la llegada el 22 de septiembre de Javier Aguayo Camargo, como director de esa policía, a Castillo se le designó como Subdirector Operativo.
Es decir, en esa función específica duró 11 días, porque el miércoles 3 de octubre ocurrió el homicidio de José Eduardo Moreira.
Castillo tuvo cuando menos 5 meses para desde su interinato ligar otras actividades con su actuar como responsable de una policía, en un Municipio enclavado en una zona de trasiego, que se había mantenido con una operación de Los Zetas, que no había generado escenas de violencia que colocarán el foco sobre esa demarcación.
La infiltración de presuntos integrantes de Los Zetas a la corporación, se conocía entre algunos mandos policíacos ligados como gente de Castillo, pero no era algo que se ventilará, quienes incluso en las columnas describían al ahora implicado en el homicidio del hijo del exgobernador como un tipo sin carácter, al cual no le hacían casos algunos policías, aseguraban.
En el Norte está muy arraigado el asunto de los fuereños, así que Castillo no dejó de ser un duranguense con un puesto en tierra coahuilense.
Mientras la corporación cambiaba de directores, 5 durante los últimos años, desde su bajo perfil Montes fortalecía sus nexos con comandantes y mandos operativos.
Pese a que hace meses que se le aplicó al funcionario, el examen de control de confianza y no lo acreditó, no se le despidió. Por el contrario se le designó como interino, y tras la llegada el 22 de septiembre de Javier Aguayo Camargo, como director de esa policía, a Castillo se le designó como Subdirector Operativo.
Es decir, en esa función específica duró 11 días, porque el miércoles 3 de octubre ocurrió el homicidio de José Eduardo Moreira.
Castillo tuvo cuando menos 5 meses para desde su interinato ligar otras actividades con su actuar como responsable de una policía, en un Municipio enclavado en una zona de trasiego, que se había mantenido con una operación de Los Zetas, que no había generado escenas de violencia que colocarán el foco sobre esa demarcación.
La infiltración de presuntos integrantes de Los Zetas a la corporación, se conocía entre algunos mandos policíacos ligados como gente de Castillo, pero no era algo que se ventilará, quienes incluso en las columnas describían al ahora implicado en el homicidio del hijo del exgobernador como un tipo sin carácter, al cual no le hacían casos algunos policías, aseguraban.
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