Acuña. Al desatarse “la mayor” cacería de sicarios en Coahuila por un supercomando policiaco y militar, la búsqueda se centra en un amigo que podría haber actuado como “Judas” al entregar a José Eduardo Moreira Rodríguez a un grupo criminal, revelaron fuentes cercanas a la investigación.
El informante explicó que están por determinar si el traidor “puso” al hijo del exgobernador Humberto Moreira Valdés al filtrar su itinerario exacto, o incluso llevándolo él mismo al lugar donde lo esperaban los asesinos para secuestrarlo.
Así, la principal línea de investigación en que el Estado avanza estas horas es que un grupo delictivo aplicó la Ley del Talión, es decir “Ojo por ojo”.
El miércoles elementos del Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE) mataron a cinco sicarios en un enfrentamiento en Piedras Negras. Grupo Reforma publicó ayer que entre los pistoleros muertos estaba Alejandro Treviño Chávez, sobrino de Miguel Treviño Morales, “Z-40”, segundo al mando en el País de ese cártel.
Fuentes estatales explicaron que los cinco cuerpos fueron trasladados al Semefo de esa ciudad y, horas más tarde, tres fueron reclamados por familiares; entre éstos estaba el de Treviño Chávez, mismo que fue entregado, ya que en ese momento se desconocía su parentesco con “Z-40”.
Poco después, en Ciudad Acuña José Eduardo fue entregado por el “Judas”. Su cuerpo fue descubierto a las 21:20 horas; tenía dos impactos de bala en la cabeza. Hasta el cierre de edición no descartaban que tuviera el tiro de gracia.
En las últimas horas los grupos tácticos intensifican la identificación del amigo o conocido del hijo del exlíder nacional del PRI.
Otras fuentes de la alta seguridad señalaron que se analiza un urgente traslado temporal de algunos miembros de la familia Moreira al extranjero, mientras que se evalúa el riesgo.
El adiós
“He aguantado muchas cosas, he aguantado calumnias, engaños, he aguantado que la gente hable sin saber, he aguantado muchas cosas, pero esto no se puede aguantar. Me mataron a mi hijo, le dieron dos balazos en la cabeza unos desgraciados. Espero justicia”, reclamó ayer devastado Humberto.
“Mi hijo viene a ser uno de los muertos de esta guerra, que es muy triste. Lo vivo ahora en carne propia, con un hijo que no ha cumplido un año con su esposa.
“Me mandó un mensaje y quedamos de vernos el sábado en Saltillo y pues, bueno, 15 minutos después lo mataron”.
El exalcalde de Saltillo se enteró de la desaparición de su hijo por un periodista. Luego el Gobernador, su hermano, se lo confirmó.
Los servicios funerarios concentraron a familiares, amigos de todos los círculos, desde el político hasta el más íntimo. Cientos de habitantes de Acuña, todos consternados, exigieron que el crimen no quede impune.
Mientras se desarrollaba el entierro, en Saltillo el gobernador Rubén Moreira Valdez, tuvo intensas reuniones de trabajo para conformar la estrategia en busca de los criminales, equipo designado por el mismo Alejandro Poiré y que integra a los más altos mandos de la Marina, Sedena, PGR, Siedo y las fuerzas estatales.
Sosteniendo la postura de las últimas horas, Rubén fue enfático en que intensificará la lucha contra el crimen organizado.
Por su parte, otro de los hermanos Moreira, Carlos, dirigente magisterial, reveló que desde hace días habían recibido la amenaza de que “caería” uno de los miembros de su familia. Afirmó que esto fue mediante una narcomanta en Acuña.
La IP de Coahuila reaccionó con indignación ante el asesinato, y pidió al Gobierno Estatal fortalecer aún más la lucha contra la delincuencia organizada. El presidente Felipe Calderón y el Mandatario Electo, Enrique Peña Nieto, expresaron su apoyo total a los Moreira en las redes sociales.
El informante explicó que están por determinar si el traidor “puso” al hijo del exgobernador Humberto Moreira Valdés al filtrar su itinerario exacto, o incluso llevándolo él mismo al lugar donde lo esperaban los asesinos para secuestrarlo.
Así, la principal línea de investigación en que el Estado avanza estas horas es que un grupo delictivo aplicó la Ley del Talión, es decir “Ojo por ojo”.
El miércoles elementos del Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE) mataron a cinco sicarios en un enfrentamiento en Piedras Negras. Grupo Reforma publicó ayer que entre los pistoleros muertos estaba Alejandro Treviño Chávez, sobrino de Miguel Treviño Morales, “Z-40”, segundo al mando en el País de ese cártel.
Fuentes estatales explicaron que los cinco cuerpos fueron trasladados al Semefo de esa ciudad y, horas más tarde, tres fueron reclamados por familiares; entre éstos estaba el de Treviño Chávez, mismo que fue entregado, ya que en ese momento se desconocía su parentesco con “Z-40”.
Poco después, en Ciudad Acuña José Eduardo fue entregado por el “Judas”. Su cuerpo fue descubierto a las 21:20 horas; tenía dos impactos de bala en la cabeza. Hasta el cierre de edición no descartaban que tuviera el tiro de gracia.
En las últimas horas los grupos tácticos intensifican la identificación del amigo o conocido del hijo del exlíder nacional del PRI.
Otras fuentes de la alta seguridad señalaron que se analiza un urgente traslado temporal de algunos miembros de la familia Moreira al extranjero, mientras que se evalúa el riesgo.
El adiós
“He aguantado muchas cosas, he aguantado calumnias, engaños, he aguantado que la gente hable sin saber, he aguantado muchas cosas, pero esto no se puede aguantar. Me mataron a mi hijo, le dieron dos balazos en la cabeza unos desgraciados. Espero justicia”, reclamó ayer devastado Humberto.
“Mi hijo viene a ser uno de los muertos de esta guerra, que es muy triste. Lo vivo ahora en carne propia, con un hijo que no ha cumplido un año con su esposa.
“Me mandó un mensaje y quedamos de vernos el sábado en Saltillo y pues, bueno, 15 minutos después lo mataron”.
El exalcalde de Saltillo se enteró de la desaparición de su hijo por un periodista. Luego el Gobernador, su hermano, se lo confirmó.
Los servicios funerarios concentraron a familiares, amigos de todos los círculos, desde el político hasta el más íntimo. Cientos de habitantes de Acuña, todos consternados, exigieron que el crimen no quede impune.
Mientras se desarrollaba el entierro, en Saltillo el gobernador Rubén Moreira Valdez, tuvo intensas reuniones de trabajo para conformar la estrategia en busca de los criminales, equipo designado por el mismo Alejandro Poiré y que integra a los más altos mandos de la Marina, Sedena, PGR, Siedo y las fuerzas estatales.
Sosteniendo la postura de las últimas horas, Rubén fue enfático en que intensificará la lucha contra el crimen organizado.
Por su parte, otro de los hermanos Moreira, Carlos, dirigente magisterial, reveló que desde hace días habían recibido la amenaza de que “caería” uno de los miembros de su familia. Afirmó que esto fue mediante una narcomanta en Acuña.
La IP de Coahuila reaccionó con indignación ante el asesinato, y pidió al Gobierno Estatal fortalecer aún más la lucha contra la delincuencia organizada. El presidente Felipe Calderón y el Mandatario Electo, Enrique Peña Nieto, expresaron su apoyo total a los Moreira en las redes sociales.
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