Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán
EnríquezFebrero 5 de 2014
cuando no tiene agua.
¿Por qué me pides que
le llame democracia?
cuando el pueblo
no es el que gobierna.
Congreso Popular.
La Constitución de 1917 representó
un resumen extraordinario de la doctrina constitucional más avanzada de su
tiempo que se entrelazó con la historia nacional de las grandes gestas
populares. Pero a la fecha no es ninguna novedad expresar que nuestra carta
Magna ha sido manipulada y desfigurada, de forma tal que ahora ya no existe,
murió para dar vida a una Constitución a modo de los intereses del grupo
neoliberal gobernante desde hace 30 años.
Según los recuentos de los
expertos, a casi 100 años de su promulgación, esa Constitución ha sufrido más
de 530 modificaciones de manera que ya no es un instrumento de cohesión social,
menos aún si se piensa en la ausencia culturalmente arraigada del Estado de
derecho. De manera que es pertinente
preguntar ¿hay algo que celebrar en este día?
El 2013 fue un año de reformas
constitucionales y éstas significaron una cirugía mayor a lo que quedaba de
nuestra carta Magna de manera que ahora sí ya es otra.
Lo más probable es que al
gobierno neoliberal de Enrique Peña Nieto y a todos los gobernadores del PRI no
les importe celebrar este aniversario como si nada hubiera cambiado, como si
todo siguiera igual y se lancen a rememorar este acontecimiento evocando a los
constitucionalistas para solemnizar la efeméride sin explicar por qué se cambió
de régimen.
Se ajustó el régimen
político-electoral, lo que implicó la desaparición del IFE y su sustitución por
el Instituto Nacional Electoral, se reformó la ley de educación, la del sector energético,
el administrativo, el fiscal, el hacendario, el financiero, el laboral y el de
las telecomunicaciones y no fueron modificaciones menores, se transformó la
esencia ya que todas son materias que inciden en áreas fundamentales de la
realidad social, la economía y en la política, pero además, se menguó al federalismo,
retornando al centralismo presidencialista y del partido hegemónico.
Ante estos cambios
multidimensionales que afectan profundamente al pueblo mexicano de manera
negativa, un amplio grupo de intelectuales han convocado a la celebración de un
Congreso Popular este 5 de febrero para llamar a la población a la resistencia
civil pacífica a fin de revocar las reformas impulsadas por el gobierno
federal, en particular la energética.
En la convocatoria al Congreso
Popular se inscribieron 2,652 personas que serán los representantes populares y
se realizará hoy en el Monumento a la Revolución.
Los convocantes expresan que,
“La clase política ha traicionado al pueblo. Se violan cotidianamente los
derechos enarbolados por la Constitución de 1917. La mal llamada “transición
democrática” no cumplió con el mandato ciudadano para acabar con la corrupción,
la violencia, la pobreza, la mentira y el abuso de poder de oligarcas apátridas
y avariciosos. Los representantes populares no representan al pueblo de México.
Las instituciones no aseguran el respeto a la ley. Los gobiernos no miran por
el bien común y se encuentran coludidos con los más abyectos intereses. Los
medios de comunicación hegemónicos ocultan, desinforman e incomunican a los
ciudadanos… La avalancha de reformas antipopulares en materia energética, educativa,
política, financiera, fiscal y laboral evidencian la esterilidad de las instituciones
realmente existentes”.
En este aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917 la voz
ciudadana se manifestará en el Congreso Popular para repudiar, organizarse y proceder contra los excesos de
la oligarquía gobernante y sus reformas.
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