lunes, 24 de febrero de 2014

Profesionalismo, el reto de las OSC

Por: ARTURO GONZÁLEZ GONZÁLEZ / EL SIGLO DE TORREÓN / TORREÓN
La profesionalización es uno de los principales retos que tienen las organizaciones de la sociedad civil (OSC) en La Laguna, de acuerdo a la visión de Suhayla Bazbaz Kuri, presidenta de Cohesión Comunitaria e Innovación Social (CCIS), asociación civil que contribuyó a generar el documento "100 recomendaciones para fortalecer la cohesión comunitaria en Ciudad Juárez y El Paso".

Suhayla estuvo en noviembre de 2013 en la región para impartir una conferencia a representantes de organismos civiles sobre cómo trabajar para construir un futuro para La Laguna desde la perspectiva de la cohesión social. El fin de semana que acaba de pasar regresó, otra vez a invitación de la asociación Renacer Lagunero, para dar continuidad a un proceso que tiene como finalidad plantear una ruta crítica para orientar la acción pública hacia el fortalecimiento de la cohesión comunitaria. La idea es crear un documento para la región similar al generado en Ciudad Juárez.
El Siglo de Torreón nuevamente pudo platicar con ella sobre este arduo trabajo que apenas inicia y las fortalezas y debilidades que observa en la sociedad civil organizada que trabaja por mejorar las condiciones de vida en La Laguna luego de una década de violencia y decadencia económica.
Ya que has tenido la oportunidad de irte empapando de estos esfuerzos ¿cómo observas la composición, la comunicación y la cohesión de estos organismos de la sociedad civil, sus debilidades y fortalezas?
Yo observo que hay muchas personas e instituciones deseosas de participar, que están empezando a asumir su responsabilidad individual, que han comenzado a preguntarse, por un lado, cómo le exijo al gobierno que cumpla con aquello que es su obligación, pero también como puedo contribuir yo en mi ámbito inmediato al renacimiento de la Comarca Lagunera.
Creo que uno de los puntos de sinergia que tenemos con Renacer Lagunero es que necesitamos sumar a las distintas iniciativas, no necesariamente para que trabajen en una organización paraguas, sino para que sus ventajas comparativas se puedan complementar. Veo personas e instituciones que empiezan a asumir esa responsabilidad, que están deseosos y abiertos de aprender de las experiencias que han sido exitosas en otras ciudades y que creo que están empezando a descubrir cómo sumar, cómo dejar de competir y cómo identificar cuáles son las ventajas comparativas que tiene cada organización y cómo las pueden sumar para trabajar a partir del bien común.
Creo que hay retos importantes en términos de sociedad civil en La Laguna, tienen un área de oportunidad en términos de profesionalización, de saber, por ejemplo, qué programas y acciones hay del Gobierno estatal o municipal, qué recursos hay, cómo bajarlos, cómo plantear una propuesta que tenga sentido desde una perspectiva de planeación estratégica. Pero lo más importante es que ya decidieron empezar a hacer algo al respecto.
Sabemos que cada persona o cada grupo de personas se asocia de acuerdo a lo que considera más importante para atender, sin embargo, vemos que las necesidades en la sociedad son muchísimas y de pronto hay organizaciones que no están trabajando en un aspecto que nadie ve o que no les interesa. ¿Es necesario generar un eje rector?
Yo creo que hay que ver los dos lados. Por un lado, la fortaleza de la sociedad civil que empieza a emerger en la Comarca Lagunera, qué es lo que sí están haciendo y qué es lo que están haciendo bien, tener un mapeo de estas iniciativas de estas organizaciones y ese mapeo nos va a permitir ver la otra parte, que es cuáles son los huecos. Por ejemplo, podríamos apuntalar el trabajo de la sociedad civil en la Comarca con una perspectiva de Derechos Humanos, o con capacitaciones sobre incidencia en políticas públicas.
¿Cómo llamar a que la sociedad se integre, porque luego pasa que vemos a las mismas personas en distintos movimientos y con muy buena voluntad y ánimo, pero que batallan para sumar?
Yo creo que uno de los retos de la participación ciudadana es que no podemos esperar que la ciudadanía participe todo el tiempo en todos los temas todos los días. Creo que vamos a tener mayor probabilidad de éxito en ese involucramiento de la ciudadanía si les pedimos cosas muy específicas. Por ejemplo, ven una hora al mes y cuéntanos que es lo que te interesa, qué sabes hacer y qué te interesaría aprender. Y a partir de ese mapeo, podemos ver quién podría enseñar futbol o literatura, y quién está interesado en aprender futbol o literatura.
La participación ciudadana depende de incentivos y necesitamos demostrar que vale la pena dar una hora de mi tiempo al mes, porque con esa hora tuve resultados.
Y la otra es que hay que reconocer que hay distintas formas de participar. Hay quien puede participar asistiendo a alguna actividad artística o cultural. Hay quienes participan generando y divulgando información. Hay otros que están más en el lado de la medición. Y es importante empezar a distinguir estas formas de participación ciudadana, fortalecerlas y ver también dónde están los huecos y empezar a contar bien la historia de por qué tiene sentido participar.
¿Qué sigue en La Laguna?
Lo que nosotros buscamos es compartirles herramientas que les permitan ampliar su capacidad institucional como actores laguneros. La ruta crítica que planteamos es una hoja con paso a seguir para llegar quizás a un documento similar al de las "100 recomendaciones" que hicimos para Ciudad Juárez y El Paso. Pero no somos nosotros desde CCIS quienes les vamos a dar ese documento, sino que ustedes lo van a construir, colectivamente, siguiendo ciertos pasos. Primero, identificar en qué área de trabajo nos vamos a centrar. Segundo, ver cuáles son los focos verdes y los focos rojos dentro de esa área temática. Siguiente, identificar quiénes son las comunidades. Una vez identificadas, ver cuáles son sus necesidades, sus aspiraciones y motivaciones. Qué necesitan y qué anhelan.
Una vez que tengamos esta visión de la situación en la Comarca, lo que se podría hacer es ver cuáles son las prioridades de esas comunidades y cuál es la oferta institucional que existe para poder satisfacer esas prioridades, desde la parte gubernamental, pero también desde el ámbito de sociedad civil. Y a partir de ahí poder sumar con ventajas comparativas detectando los cortocircuitos.

SOBRE EL PRONAPRED
La organización que preside Suhayla Bazbaz tiene entre sus tareas la asesoría del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia que en 2013 lanzó el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para atender a las ciudades con mayor violencia. La Laguna es una de las regiones en donde se trabaja con recursos de este programa.
¿Podemos saber ya si esta estrategia funciona? O ¿es todavía prematuro hacer un balance al respecto?
Yo creo que es prematuro. No vamos a tener cambios en materia de prevención en el certísimo plazo. Hay áreas que tienen resultados tangibles, pero apenas pasó el primer año. Creo que ya empieza a haber ciertos avances más en el sentido de cómo se concibe una política pública a nivel nacional. Las decisiones de política pública ya es un avance. Poner el énfasis en la prevención y no sólo en la reacción. Empezar a reconocer que necesitamos tener una política que sea congruente en el territorio nacional, pero que responda a las particularidades y especificidad del contexto local. Necesitamos darle tiempo y continuidad a los procesos que se están tratando de detonar desde el Pronapred para ver resultados.
Y también es importante que pensemos cuáles son los resultados que vamos a obtener. Yo creo que el Programa sí va a tener un impacto en la reducción de la incidencia delictiva en el mediano plazo, pero, sobre todo, creo que va a hacer que esa reducción en los delitos sea sostenible en el largo plazo.
Es fundamental que para alcanzar este objetivo los programas trasciendan los sexenios, cuatrienios o trienios y que las instituciones no queden a merced de la agenda electoral, porque es una tentación muy grande utilizar estos recursos con la finalidad de construir redes clientelares. ¿Existe ese cuidado de evitar que se contamine el programa con la agenda electoral?
Es uno de los retos. Me parece que hay intención de la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana de blindar, si me permites la expresión, estos recursos a cualquier tipo de decisión política o electoral. Pero, sin duda, uno de los retos que se tiene cuando se construye una política pública a nivel nacional tiene que ver con los distintos tiempos de las administraciones. ¿Cómo le hacemos para desarrollar una masa crítica y capacidades institucionales cuando hay tanta rotación en las administraciones?
Parte de la respuesta tiene que ver con la comunidad. Las comunidades permanecen, aunque los gobiernos cambien. El reto está en cómo podemos generar capacidades institucionales y competencias ciudadanas. Cómo le hacemos para convertir a la ciudadanía en el principal aliado de un esfuerzo de prevención social de la violencia y la delincuencia y la única forma de hacerlo es involucrar a la ciudadanía desde la planeación. Que sea la propia ciudadanía la que defina cuáles son las prioridades, necesidades y aspiraciones. Y que participe también en la evaluación del ejercicio de los recursos.

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