“Divide a la Sedena” consignación de los generales Ángeles, Dawe y Escorcia
Gustavo Castillo García
Periódico La Jornada
Viernes 3 de agosto de 2012, p. 15
La consignación de los generales Tomás Ángeles Dauahare, Roberto Dawe y Ricardo Escorcia, por su presunto apoyo a las actividades del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, ha generado divisiones entre el generalato que comanda la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Lo anterior podría generar problemas en la sucesión del general Guillermo Galván Galván y los cuadros que se disputan el cargo, revelaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional.
En tanto, en el penal de máxima seguridad de El Altiplano (antes La Palma), en el municipio de Almoloya de Juárez, estado de México, comparecieron ante el juez tercero de distrito en materia penal el general de brigada Rubén Pérez Rodríguez, ex comandante de la 22 Zona Militar, con sede en Toluca, para responder por la acusación de haber cometido delitos “contra la salud en la modalidad de colaborar de cualquier manera al fomento para posibilitar la ejecución de delitos de esa naturaleza”, y el mayor Iván Reyna Muñoz, señalado como responsable de “delincuencia organizada con el propósito de cometer delitos contra la salud”, ya que ambos fueron acusados, junto con el teniente coronel Silvio Isidro de Jesús Hernández Soto y los generales Ángeles, Dawe y Escorcia, de haber apoyado las actividades del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
Respecto a los mandos de la Sedena, los funcionarios entrevistados señalaron que las diferencias entre grupos de generales que tienen posibilidades de acceder a la titularidad de la Sedena y algunos brigadieres, se ahondaron conforme avanzaba el arraigo de Ángeles Dauahare, Dawe González y Escorcia Vargas, ya que algunos consideraron que debieron ser juzgados en el fuero militar, ya que las supuestas acusaciones mencionan que en activo cometieron delitos.
Las fuentes indicaron que la diferencias de criterio se ha presentado entre quienes, por ejemplo, han sido comandantes de operaciones conjuntas, jefes de regiones militares o algunos de quienes están dentro de la estructura de mando de la Sedena. Sin embargo se mantiene la institucionalidad, y quienes aspiran a suceder a Galván Galván tendrán que presentarse como opción para conducir la dependencia en lo administrativo y la operación diaria de una fuerza armada; como un mando con arraigo y respeto, y capacidad de negociación con sus pares.
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