En un discurso de 10 minutos insta a Washington a liberar al soldado Bradley Manning
Dice que mientras su sitio de Internet esté amenazado también lo estará la libertad de pensamiento
Periódico La Jornada
Lunes 20 de agosto de 2012, p. 28
Londres, 19 de agosto. El ex pirata informático Julian Assange reapareció hoy en un balcón de la embajada de Ecuador en esta capital para criticar a Estados Unidos por amenazar la libertad de expresión; pidió al presidente Barack Obama poner fin a lo que describió como una “cacería de brujas” contra su sitio Wikileaks y aprovechó la cobertura mediática para pedir en tres ocasiones que Washington libere al soldado estadunidense Bradley Manning, encarcelado desde 2010 acusado de entregarle información confidencial.
Assange, con elegante camisa azul, corbata roja y el cabello corto, se dirigió a numerosos seguidores y a más de un centenar de periodistas desde el balcón de la embajada, donde se refugió el pasado 19 de junio para huir de la justicia británica, que se disponía a extraditarlo a Suecia.
En su mensaje de 10 minutos el ex hacker afirmó que Estados Unidos podría llevar al mundo a una era de opresión contra el periodismo.
“Convoco a Obama a hacer lo correcto. Estados Unidos no debe seguir la cacería de brujas contra Wikileaks. Mientras este sitio esté amenazado, también lo estarán la libertad de pensamiento y la salud de nuestra sociedad”, indicó el australiano, de 41 años, quien fue ovacionado por cientos de simpatizantes reunidos a las afueras de la embajada.
Reitera agradecimiento a Correa
El también periodista volvió a expresar su agradecimiento al “valor” del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, cuyo gobierno le concedió el jueves pasado asilo político, y también “al pueblo ecuatoriano y a los pueblos y los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Perú, Venezuela y los demás países latinoamericanos por defender el derecho de asilo”.
Correa, quien se ha declarado enemigo de la prensa “corrupta” y del “imperialismo” estadunidense, concedió asilo diplomático esta semana al ex pirata informático, profundizando la disputa diplomática con Gran Bretaña y Suecia.
El asilo marcó el último giro de la tumultuosa travesía de Assange desde que enfureció a Estados Unidos y a sus aliados en 2010 al utilizar Wikileaks para filtrar cientos de miles de cables diplomáticos y militares de Washington sobre la guerra de Irak y Afganistán.
Assange es buscado por Suecia debido a acusaciones de presunta violación y agresión sexual contra dos mujeres. Dice que si es extraditado a Suecia será enviado a Estados Unidos, donde, según cree, afrontaría un proceso y una posible condena a cadena perpetua o pena de muerte.
El periodista aprovechó para pedir que Washington libere al soldado estadunidense Bradley Manning, quien podría ser condenado a cadena perpetua si es encontrado culpable.
Assange también hizo un recuento de cómo la policía británica intentó entrar por la salida de emergencia de la sede diplomática ecuatoriana el miércoles por la noche para arrestarlo y extraditarlo. Dijo que si Gran Bretaña no violó la Convención de Ginebra “fue porque el mundo estaba viendo”. Asimismo, envió un mensaje a su familia.
La aparición pública del australiano fue cubierta por centenares de periodistas con cámaras, tablets y teléfonos celulares. El ruido constante de un helicóptero rompió con el ambiente tranquilo del elegante barrio de Knighstbridge, donde se encuentra la embajada de Ecuador.
Antes de que Assange compareciera, el jefe de su defensa, el ex juez español Baltasar Garzón, aseguró que su cliente instruyó a sus abogados para que sigan batallando legalmente para proteger a Wikileaks.
Ante versiones que afirman que Assange podría entregarse si le garantizan que no será extraditado a Estados Unidos, Garzón subrayó que su representado “nunca ha rehuido contestar a las autoridades suecas. Sólo solicita garantías mínimas para que eso pueda ocurrir”.
Garzón insistió en que al haberle concedido asilo, “Ecuador le dio la razón a nuestro alegato de que hay una persecución”; por eso, Londres debe reconocer que esta situación “no puede concluir de otra manera que con la concesión del salvoconducto” para que viaje a Ecuador, agregó.
El número dos de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, aseguró a Afp que si Suecia se compromete a no extraditar a Assange a Estados Unidos sería una “buena base para negociar” su salida de la embajada.
Por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores, Suecia aseguró que “el sospechoso no tiene el privilegio de dictar sus condiciones” y recordó: “no extraditamos a nadie si corre el riesgo de pena de muerte”.
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks
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