Escrutados 31 de los 32 distritos, 55.42% rechaza la independencia
Abrumadora participación en el referendo
Alivio en Londres
Consulta tranquila, pese a agresivas campañas en los últimos meses
Casilla de votación en Edimburgo, donde se impuso el no con 61.1 por ciento de votosFoto Reuters
Apertura de urnas para iniciar el conteo en la ciudad escocesa de Aberdeen. El índice de participación alcanzó 84.4 por cientoFoto Ap
The Independent, Afp, Ap, Dpa y Reuters
Periódico La Jornada
Viernes 19 de septiembre de 2014, p. 38
Viernes 19 de septiembre de 2014, p. 38
Edimburgo, viernes 19 de septiembre.
En todos los distritos de Escocia, desde esta capital hasta las vastas Islas Shetland, los votantes acudieron este jueves a las urnas en cantidades sin precedente para un referendo que planteó poner fin a una unión de 307 años con el Reino Unido, y al cierre de esta edición el no se imponía con una ventaja irreversible al sumar 55.42 por ciento de votos, frente a 44.58 por ciento para el sí, según resultados oficiales preliminares.
¿Debe Escocia ser un país independiente?, fue la pregunta que contestaron 84.4 por ciento de los 4 millones 285 mil 323 convocados en esta histórica consulta, en la que pudieron participar escoceses y extranjeros residentes mayores de 16 años.
Al cierre de esta edición se habían escrutado 31 de los 32 distritos, con una ventaja para el no de 55.42 por ciento, con un total de un millón 914 mil 187 votos. El sí cosechaba 44.58 por ciento, con un millón 539 mil 920 votos, informó SkyNews en su portal. Los resultados finales se conocerán la mañana de este viernes.
Pinta bastante bien
Las cifras preliminares causaron alivio en Londres. El ministro para Escocia del gobierno británico, Alistair Carmichael, unionista, declaró a Afp:
es pronto, pero pinta bastante bien.
Michael Gove, ministro de Educación, uno de los miembros del gabinete más cercanos al primer ministro David Cameron, dijo a Sky News que cruzaba los dedos, pero que el Reino Unido parecía a salvo, mientras el secretario del Tesoro comentó: “parece que nos hemos asegurado el no”.
Los resultados parecen decepcionantes, admitió Patrick Harvie, diputado verde del Parlamento escocés y partidario del sí a la independencia.
De haber ganado el sí, habría comenzado un periodo de 18 meses de negociaciones sobre cómo separarían sus instituciones los dos países antes de que Escocia proclamara su independencia, el 24 de marzo de 2016, aniversario de las Actas de Unión entre Inglaterra y Escocia.
Una encuesta realizada tras el referendo daba una mayoría de 54 por ciento al no, mientras 46 por ciento se inclinaba por el sí.
El jefe de YouGov, Peter Kellner, dijo a la emisora Sky News que estaba 99 por ciento seguro de que Escocia había votado por la permanencia en el Reino Unido. El analista señaló que decía esto
a pesar del peligro de que en ocho horasquede como un
completo idiota.
Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte integran
el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, nombre oficial del Estado con capital en Londres.
Medios de prensa resaltaron la impresionante participación en la consulta; en las elecciones de 2010 en Escocia el índice de participación fue de 64 por ciento. En la región de Lothian, algunas casillas reportaron que ciento por ciento de los registrados en el padrón sufragaron poco después del mediodía. Las urnas se abrieron a las siete de la mañana y permanecieron abiertas hasta las 22 horas.
Ante la noticia de la amplia participación en el referendo, el primer ministro escocés, Alex Salmond, uno de los principales impulsores de la campaña por el sí, afirmó: “ahora estamos en las manos del pueblo de Escocia, y no hay lugar más seguro.
Es un momento extraordinario. Una oportunidad que se da una vez en la vida. Tenemos la posibilidad de construir una economía más próspera, pero también una sociedad más justa, añadió.
En general se reportó un ambiente tranquilo durante toda la jornada, pese a temores de que el tono agrio y agresivo que hubo sobre todo en los últimos días de campaña se reflejara en disturbios o enfrentamientos.
Personas que llegaron a un centro de votación en Dunbarton encontraron una pinta en un muro en la que se leía: “Voten por el sí o verán”.
Líderes de la campaña por el nomanifestaron su rechazo a esta acción; entre ellos el ex primer ministro británico Gordon Brown, quien afirmó que se trataba de un
insulto inaceptablea los que se oponen a la independencia.
En el centro de Edimburgo se podían ver numerosas banderas catalanas y vascas, dos regiones españolas donde abundan las demandas de celebrar referendos de independencia.
Una de las celebridades que mayor discreción habían guardado sobre el tema, el tenista Andy Murray, tomó finalmente partido por el sí. “¡Gran día para Escocia hoy! La negatividad de la campaña del no en los últimos días cambió totalmente mi visión, ansioso por ver el resultado. ¡Hagámoslo!”, escribió en su cuenta de Twitter.
“Voten sí, por ustedes, pero también por nosotros”, pidió a los escoceses en Edimburgo, Daniel Turp, del Partido Quebequés canadiense, quien dijo que hay que insistir con las consultas indpendentistas.
La pregunta que este jueves se planteó en el referendo dividió a los escoceses durante meses de campaña, generando un volumen e intensidad sin precedente de el debate público y la participación.
La campaña por el sí, en particular, energizó a gente joven y a votantes de clase trabajadora previamente desilusionados.
Por el lado del no se alcanzó una unión sin precedente entre el primer ministro británico, el conservador David Cameron, el laborista Ed Miliband, y el liberal demócrata Nick Clegg.
Además, se sumaron a la campaña por la permenencia en el Reino Unido los gigantes petroleros British Petroleum y Shell, así como el magnate mediático Rupert Murdoch. Más aún, los bancos británicos Royal Bank of Scotland y Lloyd’s Banking anunciaron que se llevarían sus oficinas a Londres en caso de ganar el sí.
Miles de independentistas se manifestaron el domingo pasado ante las oficinas de la BBC en Glasgow, en protesta por lo que definieron como un manejo sesgado en su cobertura sobre el referendo.
Las cuestiones más espinosas para un eventual reparto en caso de una secesión son: la libra esterlina, los submarinos nucleares Trident de la base naval de Faslane, cerca de Glasgow, y el petróleo del Mar del Norte.
Los mercados anticiparon la victoria del no: la libra esterlina alcanzó su nivel más alto respecto del euro en dos años y las bolsas europeas cerraron con ganancias.
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