Juan Villoro, escritor. Foto: Octavio Gómez |
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- El escritor Juan Villoro advirtió que México está al borde de un estallido social si se sigue criminalizando a los jóvenes, en lugar de dotarlos de las herramientas mínimas para salir adelante.
Los jóvenes, dijo, son “la principal energía que tenemos para transformar este país”.
En el marco de la presentación de su libro El apocalipsis, conformado por una serie de ocho cuentos, Villoro dijo en entrevista que le parece muy importante que ahora que falleció Raúl Álvarez Garín, exlíder del 68, deba mantenerse viva la flama de la crítica dentro de las universidades públicas.
El futuro de México, alertó, pasa necesariamente por las instituciones públicas, y la experiencia de ser estudiante no sólo tiene que ver con un sentido crítico respecto de la sociedad, también respecto de los planes de estudios.
“Creo es muy importante que se discuta y me parece que revitaliza la conciencia crítica de los alumnos. Espero que esto se encauce a una solución creativa que beneficie a todas las partes. Me parece alentador que permanezca la flama, especialmente en este momento en que acaba de morir Raúl Álvarez Garín, quien fue el principal representante del Instituto Politécnico Nacional en el movimiento estudiantil del 68”, dijo el autor de El disparo de Argón (1991).
También sostuvo que es terrible que en México a la juventud de alguna manera se le siga criminalizando. Mencionó que entre los estudiantes asesinados en Iguala, Guerrero, habían futbolistas que los uniformados pensaron eran rebeldes por el solo hecho de ser jóvenes.
“Esto me recordó a cuando el presidente Felipe Calderón se encontraba en una gira en el Oriente y hubo una balacera en el norte del país, en una fiesta donde murieron jóvenes inocentes, donde dijo que eran pandilleros, aunque después debió rectificar; tuvo que retractarse. Me parece que esto nos lleva a que el mero hecho de ser joven sea percibido como algo delictivo”, lamentó.
El también periodista explicó que es urgente reconstruir el tejido social y darle alternativa a los jóvenes. Y que por ello el combate al crimen organizado no pasa exclusivamente por lo militar; que la guerra contra el narcotráfico ha enseñado ya que toda bala “es una bala perdida”.
“Los jóvenes necesitan tener opciones concretas, tener alternativas de trabajo, de estudio, gratificantes deportivos, morales, incluso religiosos que puedan permitirles tener un sentido de identidad y autoestima que no están teniendo, y por supuesto no verlos como un enemigo posible, sino integrarlos como lo que son, que es la principal energía que tenemos para transformar este país”, dijo Villoro.
–¿Existe el riesgo de un estallido social?
–Existe, desde luego, más ahora que se están festinando las reformas del gobierno de Peña Nieto que creo que son importantes en la medida en que se reactiva el trabajo social y las iniciativas de futuro. Pero hay que ver de qué tipo de iniciativas se trata, cómo se aplican y qué va a suceder. A mí me parece la mayoría de ellas bastante insuficientes y creo que es demasiado pronto para echar las campanas al vuelo.
Además, sostuvo que le preocupa que el presidente Enrique Peña Nieto desestimara el tema de la corrupción en una entrevista reciente que tuvo con periodistas y dijera que la corrupción “es un asunto cultural”, como si eso perteneciera al carácter del mexicano.
“De qué sirve una reforma energética que traiga mucho dinero si ese dinero va a quedar en las manos equivocadas”, acotó el autor de Materia dispuesta.
Asimismo, expuso que el más reciente movimiento estudiantil del IPN es una llamada de alerta en el cual sólo espera que no haya indicios de represión. Pues “se debe buscar una salida que incluya a los jóvenes en el rediseño de este país. Porque eso sí es muy importante, si no el riesgo de descomposición social ahí está”.
“Creo que es en la educación, en la lectura, en los libros donde está la posibilidad de cambiar a este país y crear un México diferente. Nada cambia tanto al país como lo que están leyendo los niños hoy en día. O lo que están haciendo”, indicó.
También adelantó que pronto se publicará un libro póstumo de su padre, el filósofo Luis Villoro, que se llamará La alternativa, que hace un análisis de la propuesta de gobierno y democracia zapatistas.
“Creo que una de las grandes asignaturas pendientes es la autonomía de los pueblos indígenas. Creo que es una vergüenza que los Acuerdos de San Andrés, firmados en tiempos del presidente Ernesto Zedillo, no se hayan convertido en ley. Y que mientras no reconozcamos que este es un país de multiculturalidad, vamos a tener un país roto”, concluyó el escritor.
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