Denuncian ‘‘falta de respuesta’’ del gobierno de Guerrero
Desde el día del ataque de los policías en Iguala nada se sabe de ellos
Sergio Ocampo Arista
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 29 de septiembre de 2014, p. 5
Lunes 29 de septiembre de 2014, p. 5
Iguala, Gro., 28 de septiembre.
Ante la falta de respuesta del gobierno estatal, paterfamilias y estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa iniciaron este domingo la búsqueda de al menos 57 jóvenes desaparecidos desde el viernes pasado en la ciudad de Iguala, luego de que fueron atacados a balazos por policías municipales provocando la muerte de tres alumnos. A su vez, organismos de derechos humanos sostuvieron que al momento no han regresado a las instalaciones del plantel 77 estudiantes, lo que generó confusión.
Incluso hubo desconcierto en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Iguala, cuando casi al mediodía de este domingo una familia de apellidos Guerrero de la Cruz se presentó a identificar a quien pensaron era su hijo, una de las víctimas, Yosivani Guerrero de la Cruz. ‘‘El cuerpo de ese muchacho no era el de mi hijo’’, afirmó Margarito Guerrero, el padre del estudiante, quien pasó a la lista de los jóvenes desaparecidos.
Extraoficialmente se menciona que los estudiantes que han sido identificados plenamente son Daniel Solís Gallardo, nacido en Zihuatanejo, y Julio César Mondragón, oriundo de la ciudad de México, quien fue hallado el sábado desollado del rostro, y que se pudo identificar porque estaba calvo, característica de los estudiantes de nuevo ingreso. Aún no se identifica al tercer estudiante muerto.
Adelaido Álvarez Gómez, uno de los padres de familia que buscan a sus hijos, señaló: ‘‘Sabemos que faltan 55 alumnos que están desaparecidos y por eso venimos a Iguala a buscarlos; nos dicen que tres estudiantes murieron. Son uno de Zihuatanejo, otro de Ayutla y otro de un pueblo de Chilapa; hay uno más que se está debatiendo entre la vida y la muerte’’.
Dijo desconocer los motivos de que los cuerpos no se hayan entregado a sus familiares y comentó que ‘‘apenas antes de las 10 de la mañana los enviaron al Semefo de Chilpancingo’’. Para las 18 horas del domingo, los cuerpos de los tres estudiantes asesinados entre el viernes por la noche permanecían en el forense de la capital.
Mario César González Cortes, procedente de Huamantla, Tlaxcala, buscó a su hijo César Manuel González Hernández, quien ‘‘tiene 22 años y lleva tres meses de haber ingresado (a la Normal de Ayotzinapa). Supuestamente uno de sus compañeros vio cuando lo subieron a una patrulla’’.
En tanto, contingentes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México comenzaron a arribar a la Normal de Ayotzinapa para rendir homenaje a los estudiantes muertos y apoyar en la búsqueda de unos 55 de sus compañeros que no han regresado, además de realizar movilizaciones a partir de este lunes.
Despiden en la cancha a David Josué
David Josué García Evangelista, de 14 años de edad, fue despedido en la cancha de futbol de la colonia Los Ángeles, ubicada al oriente de Chilpancingo, donde llegaron sus compañeros del equipo Avispones, de la tercera división, acompañados por sus madres y padres.
El féretro blanco se colocó sobre la línea izquierda de la cancha, donde cientos de personas se ubicaron en la tribuna. Al joven asesinado se le conocía como Pollito. ‘‘¡Que muera el mal gobierno!’’, gritó uno de sus familiares, mientras el clamor general en la tribuna era ‘‘¡justicia, justicia!’’
David Josué regresaba de Iguala junto con sus compañeros alrededor de la medianoche del viernes, cuando de pronto, en el punto que se conoce como Santa Teresa, varios sujetos –que según testigos estaban afuera de unas camionetas– empezaron a disparar rifles Ak-47, cuernos de chivo, a los vehículos que a esa hora transitaban, lo que provocó que el chofer del autobús, Víctor Manuel Lugo Ortiz, quien resultó herido en la cabeza, perdiera el control y se fuera a un pequeño barranco.
El padre del futbolista, Francisco García, dijo: ‘‘Exijo al gobierno justicia; y eso se lo pido al presidente Enrique Peña Nieto, al gobernador Ángel Aguirre Rivero y al alcalde (de Chilpancingo) Mario Moreno Arcos. No es posible que acaben con la vida de un niño y que haya impunidad, porque balacearon a jóvenes que venían contentos de haber ganado su primer partido en Iguala’’.
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