Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán
Enríquez
Vivir dos semanas sin agua puede
situar a las personas al borde de la desesperación y algo así refleja el
reporte sobre la situación que viven los pobladores de la colonia Morelos.
La causa del problema no se capta
con seguridad en la nota del lunes pasado, aparentemente, se atribuye a los
trabajos de repavimentación, lo cual parece extraño, porque comúnmente ese tipo
de labores no tienen por qué provocar fugas y el reporte no informa que las
haya.
Cierto, la gente de la Morelos se
muestra desesperada porque el servicio de las pipas es claramente insuficiente
y Agsal no aparece en la escena, lo cual no es raro. Habrá que ver qué se
resuelve sobre este caso específico que afecta a mucha gente.
Hace 2 meses fray Raúl Vera y los
sacerdotes, Pedro Pantoja y Fernando Liñán enviaron una carta al Alcalde Isidro
López en la que le manifestaban su preocupación ante la crisis del agua que se
desató cuando Agsal estableció, el tandeo del vital líquido a causa del
abatimiento de los mantos freáticos, lo cual ha afectado principalmente a los estratos de
escasos recursos, señala la misiva.
En el escrito exponen además que,
la crisis obedece también a los abusos y
a las políticas equivocadas en su manejo y distribución negando el derecho
humano a ese recurso reconocido en la Constitución.
Los clérigos denuncian la
violencia estructural de que son objeto los más pobres: altos cobros en las
tarifas, cortes al servicio y cobros excesivos por reconexiones y por parte de
Agsal subrayan, el manejo insustentable de los acuíferos y la transformación de
ese bien público, en mercancía.
Proponen en el escrito la
urgencia de que se realice una auditoría técnica que permita conocer los datos
relevantes sobre la gestión del agua, enmendar errores y fallas, así como
eliminar abusos hacia la población más empobrecida.
Proponen también que se conforme
un grupo ciudadano que se denomine
“Alianza por el agua”, a fin de que se vincule a las personas conocedoras,
interesadas, y sensibles a las necesidades populares.
Pregúnteme si el Alcalde se ha
dignado contestar la citada carta o al menos comentar o dar cuenta de haberla
recibido; ni una palabra, es posible que sus empleados ni se la hayan
entregado, el escrito tiene el sello de recibido el 23 de junio de 2014.
A todo lo anterior agregue usted
la bronca irresuelta que causó la adquisición del software Aquacis que Agsal compró
para el manejo de la facturación del agua a una compañía del grupo Aguas de
Barcelona en 4 mdp y cuya instalación a principios de este año ha sido un
fracaso pagado con creces por los usuarios por el ineficaz manejo de sus
cuentas; pero el mentado Aquacis resultó muy “listo” porque ha generado un cúmulo
de cobros indebidos a favor de la empresa por supuesto, provocando gran
inconformidad en los usuarios y pérdida de tiempo en largas filas y
aclaraciones para pagar recibos.
Lo grave es que ni Agsal ni
Isidro López han explicado los problemas que ha tenido la implementación del
programa Aquacis. A lo más que llegó la empresa fue a enviar una carta a los
usuarios ofreciendo disculpas a causa de que la modernización del sistema
comercial para ponerse a la vanguardia en tecnología ha ocasionado retrasos en
la entrega de recibos.; son ya casi 3 meses los que arrastra Agsal con sus
demoras y parece que ya la convirtió en una estrategia de recaudación de dinero
porque las quejas de cobros indebidos abundan, y que conste que fue también una
experiencia personal.
Es inexplicable la actitud
negligente del Alcalde que hasta la fecha no ha reportado los resultados de la
auditoría técnica que dijo se aplicaba a Agsal y también olvidó el ultimátum
que lanzó a Ozuna el 18 de julio; lo que sí es comprensible son los abusos e
impunidad de la empresa porque, ¿A quién
le dan pan, que llore?
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