Redacción
BBC Mundo
Domingo, 19 de agosto de 2012
Ocho islas despobladas en el Mar de China Oriental, con un área total de apenas siete kilómetros cuadrados, son otra vez el centro de un conflicto entre China y Japón.
Un grupo de políticos japoneses, que viajan en una flotilla de unos 20 barcos, llegó en la madrugada de este domingo a las cercanías de las islas, que se encuentran bajo soberanía de Tokio y que en Japón se conocen como Senkaku y en China como Diaoyu.
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Una docena de ellos nadaron e izaron su bandera nacional en una de las ocho islas disputadas.
El viaje de los políticos y activistas se realizó pese a las protestas de Pekín, que asegura que las islas le pertenecen, y a que el gobierno nipón no autorizó la visita.
La importancia de este archipiélago, que también reclama Taiwán, se debe a su cercanía a vías marítimas estratégicas con rico potencial de pesca.
Se estima que en estas aguas hay yacimientos petrolíferos y tanto China como Japón han manifestado su deseo de explorar posibles reservas de gas.
Los políticos dijeron que planean organizar una ceremonia en honor a los japoneses fallecidos cerca de las islas en la Segunda Guerra Mundial, cuando Tokio ocupó el este de China.
"Quiero mostrarle a la comunidad internacional que estas islas son nuestras", dijo Kenichi Kojima, un político local, a la agencia de noticias AFP.
"Es el futuro de Japón el que está en juego", aseguró Kojima.
Pekín, por su parte, dijo que el evento afectará su "soberanía territorial".
El vocero del ministerio de Relaciones Exteriores de China, Qin Gan, dijo que "cualquier acción unilateral de Japón en las islas Diaoyu es ilegal e inválida".
El pasado viernes, Japón deportó a varios activistas chinos que habían aterrizado en el archipiélago.
Japón dice haberlas inspeccionado para determinar que estaban despobladas, tras lo cual erigió una marca de soberanía en 1895. Luego de la Segunda Guerra Mundial renunció a sus derechos sobre las islas, pero las recuperó en 1971.
China asegura que las Diaoyu son parte de su territorio desde tiempos ancestrales, sirviendo de zona de pesca importante administrada por la provincia de Taiwán. El ministerio de Relaciones Exteriores dice que está probado por la historia y legalmente fundamentado.
Esta es sólo una nueva fase de un conflicto que ya tiene un largo historial de incidentes, pues los reclamos territoriales se remontan a más de cien años.
China asegura que las islas han sido parte de su territorio desde tiempos ancestrales, mientras Japón dice que tomó el control del archipiélago en la década de 1890 después de asegurarse de que estaba despoblado.
En septiembre de 2010, las relaciones bilaterales se vieron afectadas tras el arresto del capitán de un barco pesquero chino cerca de las islas.
El capitán fue acusado de embestir a dos barcos patrulleros japoneses en el área, aunque Japón retiró luego los cargos en su contra.
Este conflicto entre Pekín y Tokio se enmarca en un área más amplia del Océano Pacífico en la que China ha intentado mostrar su poderío internacional.
En los últimos tiempos, China se ha disputado con varios países de la región -como Vietnam, Filipinas y Malasia- el control de algunas islas en el Mar de China Meridional, al sur del archipiélago Senkaku/Diaoyu.
Se trata de una zona donde se estima que hay grandes reservas de petróleo y por donde pasan algunas de las más importantes rutas del comercio marítimo internacional.
Su importancia estratégica es tal, que incluso se ha llegado a decir que son el epicentro del desafío chino a la hegemonía internacional de Estados Unidos, y que la zona tiene todos los ingredientes para convertirse en el próximo polvorín geopolítico mundial.
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