POR: VANGUARDIA
Una camioneta negra se le emparejó al camión pero el chofer aumentó la velocidad con tal de no verse envuelto en un accidente; el tripulante de la pick up lo rebasó al grado de darle un “cerrón”, para seguir la marcha hacia el sur.
Los afectados refieren que el vehículo retornó y circuló en sentido contrario, donde los ocupantes realizaron detonaciones al camión y obligaron al conductor a detenerse, descendiendo de la camioneta seis personas con armas largas.
Tres de ellas subieron al autobús y le ordenaron al conductor meterse a un camino de terracería, mientras que uno de los delincuentes se encargó de someter a los comerciantes y a las mujeres les quitaron blusas y a otras más las golpearon.
La situación para los comerciantes fue una pesadilla, señalan que a una de las afectadas le pusieron un cuchillo en el vientre porque se oponía a entregarles 40 mil pesos; a otra le hicieron lo mismo para quitarle 15 mil.
“Nadie se fue limpio, a cada uno le quitaron carteras, bolsas, dinero, estuvo muy feo. A una señora le quitaron la blusa y le buscaron dinero hasta en el pecho, la golpearon porque no quiso darles nada”, dijo una de las denunciantes al momento que ingresaba a las oficinas de la PGJE en Saltillo.
Después de obtener un cuantioso botín lo metieron a bolsas tipo “arpilleras” o “chiveras”, bajaron del camión y abordaron la camioneta para huir a exceso de velocidad.
A petición de los pasajeros el chofer se mantuvo unos minutos en el lugar para asegurarse que los delincuentes se hubieran alejado del sitio. Al sentirse seguros continuaron la marcha pero el camión presentó una serie de fallas mecánicas y el operador decidió detenerse en una gasolinera que se localiza en la misma carretera a la altura del ejido La Encantada, donde estuvieron hasta el amanecer en espera de otro camión que los llevara a la Delegación Sureste de la Procuraduría General de Justicia, (PGJE), para interponer denuncia formal por el delito de robo con violencia.
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