lunes, 1 de septiembre de 2014

Sánchez Rebolledo, un referente ético e intelectual de la izquierda

Insana, la relación con el poder, define Alejandro Encinas

Presentan el libro La izquierda que viví. El instante y la palabra
Alma E. Muñoz
 
Periódico La Jornada
Sábado 30 de agosto de 2014, p. 10
En la presentación de La izquierda que viví. El instante y la palabra, el más reciente libro de Adolfo Sánchez Rebolledo, el senador Alejandro Encinas lamentó que la enorme solvencia ética e intelectual del autor sean cualidades que tanta falta le hacen a la izquierda.
La palabra traición se repite una y otra vez donde tenemos escisiones formales y la unidad parece letra muerta, además de que la relación de la izquierda con el poder por lo general es insana, oscila entre el desconocimiento y la ruptura total ante la ilegitimidad de una autoridad emanada de la compra de votos, el fraude electoral y sucumbir al encanto seductor del poder.
Porque el asunto no es con quien negocias, sino la legitimidad, consenso y certeza de cómo y qué negocias, sin abdicar a tu autonomía e independencia política, sostuvo Encinas.
El viernes por la noche, en la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica, Sánchez Rebolledo resaltó que su obra es resultado de la fraternidad.
“Es el libro de un grupo de compañeros, de amigos, de personajes que tienen un enorme significado, aunque no brillen con luces de oro en la historia y en las formas. Esos son mis camaradas y este es el socialismo porque yo me pronuncio.
Un socialismo que no sabemos exactamente como dibujar, pero que pensamos necesario y que debemos constituir sobre nuevas bases, sobre nuevas ideas.
En un ambiente de franca camaradería se dieron cita para comentar la obra Encinas, Rolando Cordera, Roberto Escudero y José Woldenberg –acto que fue moderado por Ricardo Becerra– frente a un atiborrado auditorio en el cual se encontraban Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Martha Lamas, Rosalbina Garavito y Saúl Escobar, entre otros.
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Adolfo Sánchez Rebolledo en la librería Rosario Castellanos del FCEFoto Pablo Ramos
Rolando Cordera destacó que el libroes y será por mucho tiempo un obligado punto de partida. Invitación o reto, según se le quiera ver, a empujar la dura tarea pedagógica del diálogo, de la crítica propia y ajena.
Es un aporte personal, sin duda, que recoge con maestría un largo tramo de nuestra historia política y social, de la izquierda que queda y la que sin duda vendrá, tiene que aprender y declinar como su alfabeto primigenio.
Woldenberg, por su parte, resaltó el afán del autor por recuperar la memoria a través de su obra, así como la manera en que desmenuza la historia reciente de la izquierda mexicana.
Subrayó que Sánchez Rebolledoanaliza, polemiza, se emociona (como cuando Cuauhtémoc Cárdenas gana el gobierno de la ciudad de México), desespera (ante los resortes autoritarios nunca suficientemente desterrados) y enoja (por ejemplo, ante la vejación de varios profesores universitarios por parte de una seudo izquierda cavernaria).
Además de escribir sobre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, pintó un retrato del subcomandante Marcos, fue un duro crítico de la gestión foxista; escribió de manera sistemática sobre el conflicto pos electoral de 2006 y también sobre los temas que aparecen como grandes retos para la izquierda de hoy: laicismo, alianzas, sus puentes con el mundo intelectual, las relaciones entre movimiento social y partido, democracia y reforma social. Y si no me equivoco, Estas últimas son las coordenadas mayores que ordenan los afanes de Sánchez Rebolledo, dijo.
Roberto Escudero, por su parte, indicó que el libro entra a la historia con el sello de lo clásico, es un libro que no se puede perder nadie de los que estudian estas cosas.

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