En silencio, los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa ingresaron al Zócalo, sólo los compañeros de los desaparecidos demandaron justicia: "¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!".
Cerca de dos horas después, la tercera mega marcha por Ayotzinapa arribó a la plancha del Zócalo en silencio, mientras jóvenes de las universidades que se solidarizan para que sean presentados con vida realizaron un conteo regresivo con los nombres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala.
Esta vez, no hubo lágrimas entre los familiares de los desaparecidos, se observaban gestos de gran tristeza, dolor y rabia al demandar justicia.
Cada uno de los padres de familia lleva a cuestas, desde hace 41 días, la última imagen de sus familiares y, hoy, con pancartas en mano, muestran la imagen de sus hijos.
La solidaridad de los congregados en el Zócalo se demuestra con el grito de "No están solos" que arranca nuevamente las lágrimas de las mamás de algunos de los estudiantes.
Mientras, el contingente de normalistas, organizaciones civiles, alumnos de universidades públicas y privadas, organizaciones sindicales, magisteriales, artistas, escritores, intelectuales se han sumado a lo largo de la marcha para llegar al Zócalo con el fin de insistir en la demanda de justicia.
Reportes preliminares de las autoridades capitalinas contabilizaban 14 mil personas.
A lo largo del trayecto, lo que se pudo observar fueron cartulinas improvisadas, acusando que ha sido "el narcoestado" el responsable de la desaparición de los jóvenes.
En este momento, inicia el mitin en donde uno de los padres asegura que el gobierno federal prepara una conferencia de prensa para anunciar que los jóvenes están muertos. "Pero no es cierto, nuestros hijos están vivos", afirma.
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