viernes, 6 de marzo de 2009

Masacre, por encargo en Juárez; van 21 muertos

Se gestó afuera y la apoyaron vigilantes


Luis Carlos Cano Corresponsal
El Universal Viernes 06 de marzo de 2009
CIUDAD JUÁREZ, Chih.— La cifra de reos muertos dentro del penal estatal en Ciudad Juárez se elevó a 21, luego de que falleció uno de los heridos que era atendido en el Hospital General tras recibir un balazo en la cabeza, cuando pandilleros armados ejecutaron de manera metódica a integrantes de dos bandas rivales que se encontraban en sus respectivas celdas.

Según las investigaciones y después de ser interrogados 35 internos, la masacre que se registró el miércoles fue planeada desde fuera de la prisión y con apoyo de alguno de los encargados de la vigilancia, además de que se efectuó de manera metódica, ya que los pandilleros de Los Aztecas, al servicio del cártel de Juárez o de La Línea, ultimaron uno tras otro a sus rivales con base en una lista preestablecida.

La mayoría de las víctimas eran jefes de las pandillas de Los Artistas Asesinos y de Los Mexicles, afines al cártel de Sinaloa, que disputan a Los Aztecas la venta y distribución de drogas en “picaderos” que operan en distintos puntos de Ciudad Juárez.

De manera inicial se reportaron 20 reclusos muertos y siete heridos, de los cuales, cinco fueron dados de alta y regresaron al penal; uno falleció luego de ser operado para extraerle del cráneo una bala calibre nueve milímetros, y otro aún está grave.

Hubo decapitados

Entre los muertos, las autoridades informaron sobre dos decapitados, uno con una estaca en el pecho y otros heridos con arma blanca y lanzados desde el tercer piso del dormitorio. El resto fueron asesinados a golpes.

Para ingresar a la zona de alta seguridad, donde mataron a los presos, los atacantes —150 pandilleros— tuvieron que pasar tres bardas con sus respectivas rejas, pese a que son áreas separadas y muy vigiladas.

Los agresores sacaron a cada uno de los internos de su celda y los masacraron en el pasillo, todo ello en dos horas y media —entre 6:00 y las 8.30 horas—, para después entregar las armas a cinco custodios a quienes, se dijo, tomaron como rehenes y les informaron que ya habían “terminado el trabajo”.

De acuerdo con un reporte oficial, la situación en el penal, considerado de mediana seguridad y con una población de 830 presos, fue controlada a las 8:55 horas del mismo miércoles. Las fuerzas federales y los militares ingresaron a las 10:30 horas sin encontrar resistencia, ya que Los Aztecas regresaron al dormitorio 5 y se tiraron al suelo.

El director de esa cárcel, Óscar Sergio Hermosillo, confirmó que fue encontrada una lista en la que aparecen los nombres de los ejecutados, por lo que presumen que la matanza fue realizada por consigna. “Uno de los pandilleros aztecas que está en el área de alta seguridad, fue señalando a 17 presos a quienes tenían que matar y luego se fueron al módulo 3, donde liquidaron a tres más”, dijo.

Presumiblemente, los agresores fueron encabezados por cinco “capitanes” de Los Aztecas que, según una fuente policiaca, están identificados y aislados del resto de la población.

De los muertos, 13 fueron entregados a sus familiares hasta entrada la noche del jueves y los otros ocho continuaban aún en estudios de microcirugía en el área de Medicina Forense, informó la procuraduría estatal.

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