Presentada en Guadalajara, la cinta sobre Botellita de Jerez se perfila candidata al Mayahuel
Hemos sido revalorados por las nuevas generaciones, pues ya cuentan con las herramientas para traducir nuestra propuesta y, por supuesto, por nuestra honestidad, comenta el realizador
Hemos sido revalorados por las nuevas generaciones, pues ya cuentan con las herramientas para traducir nuestra propuesta y, por supuesto, por nuestra honestidad, comenta el realizador
Jorge Caballero
Enviado
Guadalajara, Jal., 23 de marzo. El falso documental Naco es chido, dirigido por Sergio Arau, se presentó en el 24 Festival Internacional de Cine en Guadalajara, como una de las firmes aspirantes a conseguir el Mayahuel en la categoría de mejor ficción mexicana.
En entrevista, el también realizador de Un día sin mexicanos dijo a La Jornada: “Aquí está la esencia del art nacó; nos divertimos mucho al filmar esta película, porque de lo que se trataba era de ser nacos, y todo el crew se subió al camión.
Por ejemplo, el departamento de diseño se esmeró tanto en construir el Guacamóvil, que se nota que estaban emocionados, y eso se sintió en las tres semanas de filmación.
Naco es chido cuenta la historia del emblemático grupo Botellita de Jerez, creadores del guacarrock en la década de los 80, y su arrejunte, en 2009.
La historia arranca cuando unos estudiantes encuentran el máster del supuesto disco perdido de Botellita de Jerez –que en realidad será la nueva producción del grupo– y lo llevan a la disquera, con la ejecutiva Macuca, quien contrata a un detective para buscar a los integrantes del grupo con la finalidad de hacer un concierto como parte de la promoción del disco.
El detective los localiza. El Cucurrucucú (Armando Vega Gil) está en un hospital siquiátrico, El Mastuerzo (Francisco Barrios) es arrestado por hacer canciones explosivas y El Uyuyuy (Sergio Arau) es un homeless en Los Ángeles, California.
La esencia es tocar
Acerca del guión de Naco es chido, Sergio Arau señaló: “Tuvimos que hacerlo para conseguir coproductores, pues para entrarle, como el Fidecine, necesitábamos tenerlo escrito.
“Al principio, la película se iba a tratar únicamente de todo con lo que me topaba, de lo que hablamos entre nosotros y de la improvisación que hacemos; no era llegar con un estudio de marketing, ni la chingada, no tenemos nada de eso; la realizamos con lo que lo hemos hecho siempre, de cómo tocamos.
El fin de semana anterior nos presentamos con Los Tigres del Norte en Cumbre Tajín, y nos dimos cuenta de que es lo mismo: sea un lugar chico o grande, hacemos lo de siempre. Ése fue el tono con el que realizamos el guión, y lo único que podemos garantizar es que es una película muy honesta; o sea, salió lo que tenía que salir, y creo que sí refleja el espíritu, lo que fue Botellita de Jerez.
Sobre si la banda ha sido redescubierta por las nuevas generaciones, Sergio Arau comentó: “En el pasado Vive Latino me sorprendió que la gente cantara todos los temas, la mayoría de los chavos eran como de entre 15 y 20 años; o sea, hace 25 años no existía Botellita, y yo me salí hace 20... esos jóvenes no habían nacido.
“Creo que hemos sido revalorados por la nueva generación porque las anteriores no contaban con las herramientas para traducir nuestra propuesta, y por supuesto también se debe a la honestidad; no lo hacíamos para vender, sino como una experiencia artística, no para la industria ni para tener éxitos en radio, de hecho nunca estuvimos programados en radio, lo que es impresionante: si nunca estuvimos en radio, ¿cómo saben Alármala de tos?. Además, todo estaba prohibidísimo en ese medio electrónico en los años 80; nunca se programó nada, sólo en Radio Educación”, concluyó.
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