miércoles, 25 de marzo de 2009

En Juárez se vive como en Irak

Presencia de 10 mil elementos inhibe ejecuciones; repunta actividad económica


Luis Carlos Cano
Corresponsal El Universal
Miércoles 25 de marzo de 2009
CIUDAD JUÁREZ, Chih.— La llegada gradual de miles de efectivos del Ejército y la Policía Federal a esta frontera, desde hace casi un mes, transformó la rutina de los juarenses. “Es como vivir en Irak”, señala un ciudadano de Chihuahua al comparar las imágenes de televisión sobre la guerra en Medio Oriente y la presencia, ahora habitual, de pelotones en Ciudad Juárez para combatir al narcotráfico en las calles.

Si bien el reforzamiento de los operativos inhibió 70% la incidencia de ejecuciones entre febrero y marzo, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad Pública federal dadas a conoce el lunes, cada sector de la sociedad tiene su visión, a veces encontrada, de lo que se vive en este municipio.

Para representantes de Organizamos No Gubernamentales y defensoras de garantías individuales, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, según declaración de su titular, José Luis Soberanes, el miércoles pasado en Sinaloa, la milicia no está preparada para tratar a grupos criminales, ya que lo hacen como en “una guerra, como si fueran sus enemigos”.
La reducción de crímenes es algo que a todos agrada, coinciden representantes ciudadanos, pero advierten que el costo de recuperar los espacios públicos es que “en cada esquina nos topamos con los pelotones de soldados y federales”.

“Se siente como si estuvieras en Irak. En cada esquina hay soldados; en las avenidas, puedes ver tanquetas, y los centros comerciales están custodiados por agentes encapuchados y con armas de grueso calibre.

“El escenario es sólo comparable con una zona de guerra”, menciona Andrés, quien recorrió la ciudad de norte a sur para dirigirse a la capital del estado. Indica que el ambiente de la ciudad, tradicionalmente industrial, cambió a un “estado de sitio”, donde las familias se mezclan a diario con las fuerzas del orden, vestidas de olivo.

Derrama económica

En cambio, diversos sectores, como el comercial, de servicios y hasta propietarios de naves industriales, se han visto beneficiados por la derrama económica que ocasiona la presencia de 8 mil 600 soldados y 2 mil 300 agentes federales. Pese a que no existen estadísticas del flujo de dinero, el comercio organizado del lugar estima que varios negocios se han hecho de recursos por la venta de víveres y otros enseres de uso cotidiano.

El presidente de la Cámara de Comercio, Daniel Murguía Lardizábal, apunta que el patrullaje de soldados y policías federales no sólo motiva a los juarenses a retomar sus espacios de diversión, sino que el consumo que éstos hacen origina una buena derrama, pues se estima una erogación mínima de 100 pesos por cada elemento, sólo en alimentos, es decir, cercano a los dos millones de pesos al día.

Las ventas al mayoreo favorecen a los almacenes, como “Casa Hernández” y la cadena “Sam’s Club”. Ahí, los soldados se abastecen de sopas instantáneas, jabones para baño y ropa, refrescos y grandes cantidades de salsa “Valentina”, común para las botanas.

Cargan sus teléfonos celulares con tiempo aire, compran artículos para el aseo personal y golosinas que no les dan en los cuarteles.

El arrendamiento de naves industriales para alojar a los soldados, reemplazó las entradas que empresas maquiladoras suspendieron por la recesión financiera. La Dirección de Obras Públicas municipal acondicionó dormitorios y comedores para los próximos seis meses, equivalente a un desembolso de 4 millones de pesos, informó el edil José Reyes Ferriz.

Por su parte, la Secretaría de la Defensa Nacional instaló seis campamentos portátiles y de desmantelamiento rápido para la preparación de alimentos y hospedaje de soldados.

Están ubicados en el parque Anitas, parque industrial Fernández, en la colonia Niños Héroes, y en las guarniciones de avenida Loreto, del 20 regimiento y en el gimnasio municipal Kiki Romero.

Inconformidad por retenes

No obstante, voces ciudadanas rechazan los constantes excesos que elementos federales protagonizan durante las revisiones en retenes.

La oficina de atención a quejas sobre el operativo federal en Juárez, abierta exprofeso por el gobierno municipal, cargo a cargo del abogado Javier González Mocken, ha recibido oficialmente dos quejas contra militares: una por el robo de 4 mil 700 pesos a un ciudadano cuando era revisado su vehículo y otra por una supuesta detención ilegal.

Gustavo de la Rosa, visitador de Derechos Humanos, documentó el manoseo que el 19 de marzo hicieron agentes federales a mujeres que eran revisadas afuera de una escuela.

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