Antes una de las mejores ciudades para vivir, hoy es golpeada por la crisis económica mundial y la inseguridad del país
Redacción /Vanguardia
23-Marzo-2009
Hace un año aún considerada una de las ciudades con mejor calidad de vida en México, hoy Saltillo se ve agobiada por dos grandes factores contra los que la ciudadanía y las autoridades locales luchan diariamente: la crisis económica mundial y el avance del crimen organizado en todo el país.
Hace un año aún considerada una de las ciudades con mejor calidad de vida en México, hoy Saltillo se ve agobiada por dos grandes factores contra los que la ciudadanía y las autoridades locales luchan diariamente: la crisis económica mundial y el avance del crimen organizado en todo el país.
Todavía hace unos meses nuestra ciudad era considerada por la revista Inversionista, y por evaluaciones de instituciones educativas de primer nivel, como la mejor ciudad de México para vivir, pero hoy es distinto.
El desplome del sector automotriz a nivel mundial mermó los grandes esfuerzos de la política económica que implementó con éxito el Gobierno Estatal, y, por otro lado, la tranquilidad saltillense ha sido “huésped” de los líderes de grupos delictivos en el noreste mexicano.
Un ‘santuario’
Investigaciones de las fuerzas federales lo advertían desde hace tiempo: ante la seguridad y tranquilidad de Saltillo, muchos líderes del crimen organizado usaban la ciudad como una especie de “santuario” en el cual podían establecerse, incluso con sus familias, mientras operaban en ciudades como Monterrey, Torreón, Reynosa y Nuevo Laredo.
Conviviendo con los saltillenses como un “ciudadano más”, hicieron de la capital de Coahuila su hogar, tal como Monterrey en la década de los 90, cuando el escondite “reventó” tras la captura de Juan García Ábrego.
De esta forma, tan sólo en los últimos tres meses Saltillo ha estado en cuatro ocasiones en las primeras planas nacionales, e incluso internacionales.
El 10 de diciembre de 2008, el experto antisecuestros Félix Batista fue levantado en las afueras del restaurante El Principal. Hasta la fecha, no hay resultados de las investigaciones sobre el caso que acaparó la atención de la comunidad internacional, pues Batista era uno de los principales especialistas en Estados Unidos y Latinoamérica.
El 11 de febrero pasado, elementos del Ejército Mexicano descubrieron en Arteaga un narcocementerio, donde se han localizado a la fecha restos de 16 personas, entre las que se ha presumido que podría encontrarse Batista.
El 16 de marzo, elementos militares y de la Agencia Federal de Investigación (AFI) catearon una narcobodega, en los límites de Arteaga y Saltillo, donde incautaron 10 kilos de goma de opio, 100 kilos de mariguana y 35 vehículos, la mayoría de lujo.
Apenas el fin de semana pasado, el Ejército cateó una residencia en la colonia San Patricio, donde fue capturado Sigifredo Nájera Talamantes, cabecilla del Cártel del Golfo en Coahuila y Nuevo León.
La pérdida de la tranquilidad en la ciudad se ha visto agudizada con ejecuciones, descubrimientos de narcolaboratorios y balaceras, que han hecho entrar en psicosis a los saltillenses, quienes revelaron en una encuesta reciente de VANGUARDIA que ya no se sienten seguros en las calles.
El desempleo, otro factor
A esta creciente inseguridad, el desplome del sector automotriz estadounidense repercutió en nuestra ciudad, pues su economía gira en torno a esta actividad. Así, los programas emprendidos por el Gobierno del Estado para generar empleos y para apoyar al corredor industrial que conforma Saltillo con Ramos Arizpe, tienen una lucha titánica para contrarrestar los embates de la crisis mundial.
El 16 de febrero se dio a conocer que Saltillo volvió a colocarse a la cabeza como el municipio donde hay más personas buscando empleo sin conseguirlo.
Un 7.1 por ciento de la población económicamente activa se esforzó, sin éxito, de octubre a diciembre de 2008 para buscar un empleo. El INEGI informó que Saltillo es la ciudad con la más alta tasa de desocupación a nivel nacional.
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