CUESTIONA EL FRACKING EN COAHUILA
Se pronuncia contra la aprobación de leyes secundarias de la reforma energética
NO ES posible que haya salarios de más de 800 mil pesos mensuales en un país como México, eso es reflejo del desorden y poca importancia que los políticos le dan a sus sistemas de supervisión de empleados, dijo el Obispo.
lunes, 21 de julio de 2014
luego de criticar que la corrupción de subalternos y empleados públicos municipales es porque no hay una verdadera vocación de trabajo ni vigilancia en oficinas, el obispo Raúl Vera López llamó delincuentes organizados en una mafia, a los legisladores federales que están aprobando las leyes secundarias de la reforma energética.
"La actual Legislación, la que aprobó las leyes secundarias energéticas, es un crimen organizado, no tienen vergüenza, es un descaro lo que están haciendo con las leyes, porque no traen progreso ni riqueza, ni al país ni a otros estratos poblacionales, e indigna que se dañe a todas las personas.
"Las reformas y la regulación secundaria de la energética —insistió— es el paso de la iniciativa privada en el manejo del petróleo, ante ello hay muchas personas molestas, indignadas de lo que están haciendo los legisladores con el pueblo, y para ejemplo basta un botón, que los legisladores aprobaran la cancelación de subsidios a la electricidad y otros servicios, además del desastre que se vivirá con el fracking en Coahuila por la extracción de gas shale, para que se hagan ricas unas cuantas familias", dijo.
CORRUPCIÓN MUNICIPAL
Respecto del incidente de fraude en que se vio involucrado Josué Moreno Contreras, supuesto empleado del Ayuntamiento de Saltillo, quien estafó a varios comerciantes ofreciéndoles licencias para venta de alcohol, monseñor Vera pidió tener más cuidado y control, porque todo lo que se necesita es supervisión o vigilancia.
Y explicó que el problema en lugares donde el Estado debería supervisar, como minas de carbón, áreas de concesiones, permisos o licencias, "siempre la excusa es que no hay suficientes inspectores, pero es un denominador común donde empleados de tercero y cuarto nivel no son vigilados".
Otra excusa, precisó el prelado, es que no existe presupuesto para vigilar a funcionarios o trabajadores, "pero entonces que se regule más el presupuesto vía salarios de magnates que se autoimponen los altos funcionarios federales, estatales y municipales y así se destinarían recursos para control y vigilancia".
Por José Miguel Villarello
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