Rosa Esther Beltrán Enríquez
27 de septiembre del 2013
La violencia en las escuelas, un desafío
Años atrás, las escuelas (de los distintos niveles) eran consideradas
como lugares seguros, sitios de protección, espacios en los que se promueve la
movilidad social y el cambio. Esa realidad se ha ido modificando, sobre todo en
lo que se refiere a la seguridad, ahí cada vez es más visible la violencia.
Las escuelas son vistas ahora como
sitios en los que ocurren robos, homicidios, abusos sexuales, amenazas y daños
a bienes materiales; así como formas aún más brutales de violencia, tanto
dentro de ellas como en sus proximidades. Las hay que se transforman en
verdaderas prisiones, ya sea en su apariencia, cercadas por rejas de hierro y
algunas llegan a ser monitoreadas sin disimulo por cámaras de video o por la
presencia de guardias de seguridad privada.
Recientemente una estudiante del
Colegio de Bachilleres de Coahuila denunció las agresiones que sufría por parte
de una compañera que, por cierto, casi fue premiada por las autoridades del
colegio por su conducta, y la agredida fue suspendida por ello, los padres
solicitaron a las autoridades de la SEDU sancionar a los maestros (20-09-13).
También se han presentado casos de alumnos que se suicidan por no poder
aguantar ni saber cómo enfrentar el bullying.
Igualmente, cada vez son más frecuentes
las denuncias contra profesores que realizan actos obscenos contra las y los
alumnos. En la escuela “Juan Hernández”, de la colonia Guayulera, un grupo de
padres de familia estuvieron a punto de linchar a un profesor denunciado por
actos obscenos contra una niña (19-09-13), y en Ramos Arizpe en esas mismas
fechas padres de familia exigían castigo contra profesores acusados de agresiones
sexuales, y que solamente eran cesados de sus labores sin recibir castigo.
¿Qué pasa en la SEDU?, ¿no tienen
reglamentos ni mecanismos de sanción penal contra estos actos que lesionan la
seguridad del alumnado que cada vez derivan en denuncias más graves y
frecuentes?
El acoso escolar es controlable y para
combatirlo se requiere un compromiso comunitario en el que participen maestros
y directores, para fomentar una escuela segura; padres de familia, para generar
un ambiente cordial y empático en casa, y alumnos para rechazar cualquier modo
de intimidación, para que haya un alto nivel de cohesión interna.
Se necesita un plan derivado de un
debate entre maestros, directivos, padres y alumnos para ayudar a resolver
conflictos desarrollando en los y las estudiantes aspectos relacionados con la
empatía, la compasión, la comprensión, la comunicación, la benevolencia, el
respeto, así como promover la valoración de la diversidad.
Maestro: Escucha a tus alumnos. Toma en
serio todo lo que digan acerca del bullying. Ante acoso, detén inmediatamente
la agresión.
Apoya a la o el alumno molestado o
intimidado para hacerlo sentir respaldado y a salvo de represalias. Considera
si hay que imponer consecuencias para los o las niñas que intimiden a otros.
Informa para generar conciencia sobre el problema y promover reglas y valores.
Padres y madres: Si tu hijo te informa
que es acosado, pídele que dé los detalles. Sé empático con él o ella, y tómalo
como una oportunidad para reflexionar sobre tu propia cultura familiar. No fomentes
las represalias de ningún tipo. Informa a las autoridades escolares y exige que
los acosadores tengan sanciones y que se trabaje el tema del bullying de manera
integral en la escuela.
Víctimas: Maneja tu miedo o enojo. Al
que intimida le agrada ver el efecto que causa. Habla con un adulto de
confianza que pueda intervenir. Pedir ayuda no es acusar. Nunca te quedes
callado. Di ¡NO! Junto a tus compañeros y compañeras, pide a quien agrede que
pare. Evita propagar chismes o mensajes hirientes en línea o en persona. Ofrece
apoyo. Evita reaccionar con violencia al bullying. Trabaja por la paz.
Por cierto, el Tec de Monterrey, Campus
Saltillo, “nos da bullying” invitando a Felipe Calderón, promotor e impulsor de
la guerra contra el narco que provocó casi 100 mil muertes, al Mega Congreso
Loud.
Qué lamentable que los tequitos no
recuerden que a causa de esa guerra dos alumnos de Saltillo en el Campus
Monterrey fueron asesinados. Sepa, señor Calderón, que usted no es bienvenido a
Saltillo, porque sus manos están teñidas con la sangre de mexicanos.
Posdata
El maestro Salvador Arciniega, presenta
hoy recital de guitarra a las 19:00 horas en la Academia de Saltillo,
Xicoténcatl Norte 1069, antes de llegar a Presidente Cárdenas. Apoyemos a
nuestros talentos artísticos.
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