jueves, 4 de febrero de 2010

Narcos y paras, azotes de México y Colombia

Un informe de Human Rights Watch revela que nuevas células delictivas en Bogotá actúan muy parecido al crimen organizado en el país
¿Comandos blancos o escuadrones de la muerte?

Cobertura Narcotráfico. La disputa por el territorio



Redacción
El Universal
CIUDAD DE MÉXICO Jueves 04 de febrero de 2010
00:50


Ayer, el Frente Nacional Contra la Represión aseguró que un "comando paramilitar", integrado por 18 sicarios que arribaron a bordo de siete camionetas, es el responsable de la matanza de 16 personas ocurrida la noche del pasado sábado.

Y también ayer, un grupo denominado México Unido Contra los Zetas -una ¿mofa? ¿parodia? de México Unido Contra la Delincuencia- se atribuyó en video un atentado en un bar de Torreón.

En dicho video, los presuntos autores de la matanza advierten a la población no acercarse a antros propiedad de rivales. Pero no es la primera vez que se vislumbran apariciones de grupos paramilitares o "comandos blancos" al servicio del narcotráfico en México.


Por su parte, Human Rights Watch (HRW) denunció una nueva ola de paramilitares en Colombia, los cuales realizan masacres, ejecuciones, desplazamientos, violaciones y extorsión a manos de los nuevos guerrilleros, que cifra en más de cuatro mil.

Todos los delitos antes mencionados también los realizan los cárteles mexicanos en el país.
En un informe y análisis multimedia llamado Herederos de los paramilitares: La nueva cara de la violencia en Colombia, la organización no gubernamental (ONG) indica que los grupos armados en aquel país conservan su poderío, a pesar de que el gobierno de Bogotá abordó entre 2003 y 2006 un proceso de desmovilización de los paramilitares.

En dicha operación más de 30 mil personas participaron en ceremonias, pero HRW refuta dichos argumentos.

Aunque con diferencias significativas, la realidad en Colombia descrita por la ONG tiene similitudes con los hechos violentos que se dan en México.


En medio de una guerra

Los paramilitares colombianos salieron de todos los flancos: de la derecha, izquierda, contra narcos, de la guerrilla y del Ejército.

Los empresarios en Colombia los usaron durante los ochenta para defenderse de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Revolucionarias de Colombia (FARC), pero al cabo del tiempo estos "comandos blancos" terminaron inmiscuidos en el narcotráfico.

Los principales grupos fueron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y los llamados "Pepes".

Las primeras fueron un grupo surgido de la extrema derecha fundado por Vicente Castaño Gil, El Profe, quien por cierto fue socio comercial de Arturo Beltrán Leyva, el desaparecido capo mexicano, según documentó la revista Proceso en enero de 2009.

Los segundos tienen su origen a principios de los noventa, cuando el narcoterrorismo en Colombia cobraba una fuerte sangría y aparecieron los Perseguidos por Pablo Escobar (PPE), que terminaron en el vocabulario popular como los Pepes, quienes asesinaron a unos cincuenta colaboradores del líder del cártel de Cali, Pablo Escobar.

Para la gente eran como justicieros, pero al final se supo que la CIA, la DEA y los mismos paras formaban parte de sus filas.

Las AUC tienen vínculos con las Águilas Negras, una célula que según denuncia HRW amenaza a la población civil, defensores de derechos humanos, luchadores sociales y víctimas de los paramilitares.

Las Águilas Negras mandan "boletines" para advertir de sus actos criminales, igual que los videos y las narcomantas usadas en México.

En México, muchos reporteros, defensores de derechos, luchadores sociales y civiles han sido asesinados por el narcotráfico.

¿Paramilitares en México?

En el informe sobre la nueva ola para en Colombia hay amenazas de las Águilas Negras contra la población civil, similares a las que el grupo México Unido Contra los Zetas lanzó en YouTube.

Además, ya antes en México se ha hablado de "comandos blancos" o grupos de limpieza social que serían una especie de "Pepes" colombianos.

Según publicó Proceso en su especial El México Narco, en Tijuana y el Distrito Federal operan grupos armados dedicados a eliminar a presuntos delincuentes, algunos auspiciados por empresarios ante el aumento de la inseguridad.

Apenas a principios de 2009, un grupo autodenominado Comando Ciudadano por Juárez (CCJ) hizo llegar su proclama a los medios de comunicación un comunicado en el que se erigía como justiciero de la sociedad. Patria y justicia, su lema.

Su objetivo era "terminar cada 24 horas con la vida de un criminal... (porque) más vale la muerte de una mala persona a que esta mala persona continúe contaminando nuestra región".

Amén de los operativos estadounidenses para contener el narcotráfico en Bogotá con el Plan Colombia y la Iniciativa Mérida en México, los delitos contra la población civil en ambos países latinoamericanos por parte de grupos armados también guardan similitudes, lo que hace prender las alertas en el país.

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