*Documenta en un libro la presencia mundial de las mafias de Italia y alerta que “México corre el riesgo de volverse un narcoestado”
*El sociólogo presentó aquí su volumen Mafia sport
Carlos Paul
Periódico La JornadaSábado 13 de febrero de 2010, p. 2
De acuerdo con Francesco Forgione, autor del volumen Mafia export (come’Ndrangheta, Cosa Nostra e Camorra hanno colonizzato il mondo), de reciente publicación en Italia, “los grupos delictivos de México representan hoy una de las rutas fundamentales para la cocaína y la mafia italiana calabresa de la ’Ndrangheta, distribuidora mundial de esa droga”.
Forgione, quien ocupó el cargo de presidente de la Comisión del Parlamento italiano contra la mafia, entre 2006 y 2009, ha realizado una documentada investigación en torno a cómo se han infiltrado las tres principales mafias italianas en el mundo, cómo se han globalizado económica y financieramente y cuáles son sus alcances y dimensiones.
A diferencia de una de las más relevantes y esclarecedoras crónicas sobre la camorra, escrita por el periodista italiano Roberto Saviano, en su libro Gomorra, por el que tiene que permanecer oculto debido a las amenazas de muerte, el libro de Forgione documenta “una de las mayores exportaciones de Italia a nivel global: la delincuencia organizada”.
De visita en nuestro país para, entre otras actividades, presentar dicho volumen en el Instituto de Cultura Italiano, el también sociólogo estuvo acompañado por los investigadores y académicos mexicanos Germán Castillo y Samuel Gonzáles Ruiz, quienes citaron y refrendaron las apreciaciones y afirmaciones de Forgione.
Hipocresía de los gobiernos
En el caso de los grupos delictivos de México y “su impetuoso crecimiento en el tráfico internacional de drogas”, refirió Castillo, “Forgione lo hace mediante la historia de una familia calabresa ’Ndran-gheta que se avecinda en Nueva York, donde la falsa fachada de una pizzería sirve como oficina de representación internacional”.
De acuerdo con Castillo, quien cita al autor: “Los cárteles de Tijuana, Juárez, Golfo y Sinaloa son las principales organizaciones vinculadas con la mafia italiana, mientras otros como La Familia, sólo han adoptado algunas prácticas como el cobro de protección, un impuesto de la mafia italiana que es conocido como pizzo”.
Continua Castillo: “Nicola Grattierim, fiscal antimafia de Regio Calabria, ha señalado que los mexicanos han contactado con la ’Ndrangheta porque, aunque tienen el monopolio del narcotráfico en Estados Unidos, quieren entrar en el mercado europeo. Las investigaciones indican que Los zetas, brazo armado del cártel del Golfo, son el principal socio de la mafia calabresa, pero no el único.
“Es claro que las organizaciones mexicanas del narco y los más importantes grupos de la mafia italiana han fortalecido sus nexos en el último año, con cocaína y drogas sintéticas como mercancías principales, desplazando a grupos colombianos que trasiegan drogas, según información del Departamento de Justicia de Estados Unidos y de la Procuraduría Antimafia de Italia”, refirió Castillo.
Forgione “resalta que el peligro de que esa violencia perdure en México, es que penetre en la sociedad en forma de indolencia, indiferencia, de inmovilidad por el miedo que en ciertas zonas existe, por lo que es necesario, por un lado, endurecer leyes contra el crimen organizado y, por otro, insistir en el terreno de lo social”.
Lo anterior, abundó el académico mexicano, “sirve para ilustrar la opinión del ex parlamentario italiano, en el sentido de que México corre un serio riego de convertirse en un narcoestado”.
En su investigación, Forgione, continuó Castillo, “exalta la guerra entre los cárteles y las más de 6 mil 200 ejecuciones del 2008. Solamente Ciudad Juárez es considerada la más peligrosa en el mundo con mil 600 ejecuciones en el mismo año. Y Forgione abunda con una cuenta trágica y macabra cercana a 200 decapitaciones, con fines de demostración de fuerza, para someter a las población de ciudades enteras y regiones al querer de los nuevos patrones”.
Castillo, destacó al igual que González Ruiz, que el trabajo de Forgione traza y expone por primera vez una serie de “mapas geocriminales”, que exhiben los principales proyectos de “colonización económica mafiosa”, especie de fotografía del estado actual de la “globalización oculta”.
En su momento, Forgione explicó que su investigación busca exponer “la hipocresía (presente en todos los países del mundo) de las autoridades políticas y financieras, así como demostrar que las mafias italianas (la Cosa Nostra, la ’Ndrangheta y la Camorra), han ido paulatinamente colonizando el mundo, pues se trata de una historia que en un principio fue de inmigración, luego económica, social y moderna”.
Este libro, comentó, “presenta mapas completos de las familias mafiosas, su infiltración país por país, abarcando prácticamente todo el mundo. Está documentado seria y profundamente, pues uno de los objetivos es buscar a la mafia, donde ésta no se ve. Tiene una narración ágil y mediante diversos apuntes tanto históricos como contemporáneos se documenta cómo las mafias son la otra cara: la globalización oculta.”
Hoy día, abundó el autor, “la dimensión de las mafias en el mundo es principalmente financiera, cuya participación o coparticipación en sociedades e instituciones crediticias, les permiten una extraordinaria capacidad de movimientos financieros de un rincón a otro del mundo, conquistando así un lugar protagónico en la globalización.
“Tales movimientos no se ven y eso alimenta la hipocresía de gobiernos e instituciones. Y por esa razón no combaten a la mafia en su real dimensión, es decir, financiera y social; sólo lo hacen en la parte criminal.”
“¡Los bancos son el verdadero problema! El sistema bancario, escudado en la exigencia del secreto en los movimientos de las transacciones financieras, ha representado el instrumento fundamental que las mafias han tenido para reinsertar su dinero en la economía legal”, citó Castillo al autor.
Forgione explicó la acumulación económica de cómo un kilo de cocaína, por ejemplo, “en manos del productor cuesta alrededor de mil 200 dólares, en manos del narco vale 25 mil dólares, en manos de la mafia italiana vale 60 mil dólares y el mismo kilo cuando llega a Nueva York, Milán, París o Londres se multiplica por cuatro, es decir, cada de esos cuatro kilos vale alrededor de 60 mil dólares. Lo que genera 240 mil dólares.
“Esa riqueza va a lavarse generalmente en la economía legal, haciendo perder la frontera entre economía legal e ilegal. En ocasiones se comercian sólo pocos kilogramos, pero también grandes cargamentos.”
Auténticos holdings
Forgione ofreció más datos. “Las mafias italianas anualmente producen una riqueza de 150 mil millones de euros, y 30, 40 por ciento se destina a la actividad criminal clásica: tráfico de droga, de armas, de personas o prostitución y el salario de los afiliados; 60 por ciento se destina a la economía legal”.
De acuerdo con el autor, la ONU asegura que 5 por ciento del producto interno bruto global es “capital de la mafia”.
Las mafias “han sabido adaptarse a la globalización y más allá de sus manifestaciones más sanguinarias, se han convertido en auténticos ‘‘holdings económico-financieros criminales”, terreno en el que deben ser “perseguidos, combatidos y derrotados por los gobiernos. Es necesario arrebatarles su riqueza para que dejen de tener poder, ya que si lo hacemos sólo desde los tribunales, no se consigue nada”.
A Forgione no le gusta hablar de su seguridad o de la escolta que lo protege, pues considera que la lucha contra la mafia y su globalización “no es de superescritores, superpolicías o supermagistrados, sino que, además de las medidas que debe tomar el gobierno, debe ser un movimiento social organizado”.
Mafia export esboza por primera vez mapas de la penetración de las mafias italianas en Alemania, España, Suecia, Canadá, Gran Bretaña, Estados Unidos, Colombia, Brasil, Venezuela, Australia y México, entre muchos otros.
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