jueves, 18 de febrero de 2010

Ya no quiero ser la eterna rebelde: Hannah Schygulla

Junto con Wolfgang Kohlhaase, la actriz es honrada con el Oso de Oro por su trayectoria

">Le gustan los personajes en los que hay que inventar y sacar lo que se trae dentro y atreverse a ser mejor, comenta en entrevista
">Presenta en la Berlinale su documental sobre Alicia Bustamente

Eva Usi

Periódico La JornadaJueves 18 de febrero de 2010, p. 8

Berlín, 17 de febrero. En su 60 edición, el Festival Internacional de Cine de Berlín honra con un Oso de Oro a Wolfgang Kohlhaase y Hannah Schygulla por su trayectoria, quienes han marcado la cinematografía alemana de la posguerra en el este y oeste, respectivamente. Kohlhaase recibió el premio esta noche y Schygulla será galardonado el viernes.
El nombre de Schygulla está vinculado de modo indisoluble al del director Rainer Werner Fassbinder, el exponente más importante del nuevo cine alemán, con quien filmó unas 20 películas entre 1969 y 1980. Durante el festival podrán verse algunas de las 40 cintas en las que ha participado la diva alemana a lo largo de su intensa carrera: desde Lili Marleen (1980/81), de Fassbinder, en la que interpreta la trágica vida de la cantante cuyo tema fue famoso en el frente alemán y el de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, hasta Storia di Piera (1982/83), al lado de Marcello Mastroianni, con la dirección de Marco Ferreri, en la que personifica a una ninfomaniaca neurótica. Tambien se exhibirá Al otro lado (2006/07), con la dirección de Fatih Akin, cineasta alemán de origen turco, la cual narra historias que se entrelazan y en la que Schygulla irrumpe en el joven cine alemán en el papel de madre. Además se proyectará el documental Alicia Bustamante (2008/09), dirigido por Schygulla, en el que retrata a la actriz, cantante y directora cubana e inseparable amiga suya.
En un hotel en Berlín, Hannah Schygulla y Alicia Bustamante recibieron a La Jornada. Con voz suave y un bien articulado español, Schygulla expresó sentirse honrada, pero también dio muestra de cierta sencillez al afirmar que tanta atención hacia su persona la cansa. Le gusta que también Kohlhaase sea premiado. “Somos dos figuras que eran contracorrientes de la cultura existente en la posguerra; ambos representábamos una renovación.”
Reveló que lo que más espera de este homenaje es que le abra las puertas a nuevos papeles. “Espero que otras personas se acuerden de que todavía existo, que se les ocurra incluirme en su película; espero que sean semillas para un futuro y que esto no sea sólo el símbolo de un pasado dorado.”
A Schygulla le gustaría poder interpretar a figuras fuera de lo común. “Ya no quiero ser la eterna rebelde, sino que deseo dar y participar en proyectos que reflejen la vida como es”, y recordó que el papel que le ofreció Akin (quien ganó el Oso de Oro en 2004 por Contra la pared) ha significado para ella un salto cualitativo.
En la cinta, que fue rodada en Alemania y Turquía, Schygulla asume el papel de una madre común y corriente a quien las circunstancias hacen llegar “hasta un punto que ni ella misma sospechaba que era capaz de alcanzar”. Dice que le gustan esos personajes en los que hay que inventar y sacar lo que trae uno dentro y atreverse a ser mejor de lo que uno era antes.
Encuentro con América Latina
Schygulla recordó que conoció a Alicia Bustamante por medio de Gabriel García Márquez, y el encuentro marcó el inicio de una relación muy especial con América Latina. “El Nobel colombiano me propuso un papel para una serie de televisión, algo que se llamaba Me alquilo para soñar. Alicia estaba en la primera escena y ya al segundo día era como si nos conociéramos desde hacía 20 años”. Dijo que su amiga la ha motivado, impulsándola a cantar y experimentar.
“Conocía a Hannah Schygulla mucho antes de que llegara a Cuba”, dijo por su parte Alicia Bustamante, “pero no a la maravillosa persona que había dentro: una mujer simpática, majadera y muy linda. Yo siempre he sido alguien que busca el talento para aprender cada día.”
Schygulla asegura que el documental Alicia Bustamante fue un experimento. Se compró una cámara hace dos años para no tener que llamar a un camarógrafo cada vez que lo deseara. “Vivimos en la misma casa y me parecía una lástima que fuera yo el único testigo de la fuerza y capacidad de invención, sobre todo cómica, que tiene este ser”, comentó mirando a su amiga.
Schygulla concluyó citando los nombres de los directores con los que le gustaría trabajar: el maestro ruso Alexander Sokurov, el argentino Carlos Sorin, pero, sobre todo, el mexicano Carlos Reygadas. “Me gustó mucho Luz silenciosa (2007).”

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