Sergi Xavier Martín deberá pagar una multa de 360 euros por una falta de maltrato y deberá indemnizar a la víctima con 6.000 euros
AGENCIAS - Barcelona - 18/03/2009
El juzgado de lo penal número 16 de Barcelona ha condenado a ocho meses de prisión por un delito contra la integridad moral a Sergi Xavier Martín Martínez por la agresión racista a una menor ecuatoriana en un vagón de los Ferrocarriles de la Generalitat, en octubre de 2007.
La sentencia impone además al acusado el pago de una multa de 360 euros por una falta de maltrato y le obliga a indemnizar con 6.000 euros a la menor ecuatoriana por los daños morales que le causó la agresión, en la que, según la juez, "hubo una intención directa" de humillarla por su condición de mujer e inmigrante.
No obstante, la sentencia tiene en cuenta que el acusado, un español de 21 años y que ya cuenta con antecedentes por robo con violencia y por conducir ebrio, dijo estar arrepentido durante el juicio, que se celebró en la Sala Polivalente del Palacio de Justicia a causa de la expectación mediática.
El ataque racista, por el que la fiscalía pedía tres años de cárcel, ocurrió el 7 de octubre de 2007, cuando el condenado, vecino de Santa Coloma de Cervelló (Barcelona), propinó diversos manotazos y una patada a una chica ecuatoriana de 15 años, mientras le lanzaba improperios e insultos racistas, en el interior de un vagón de los Ferrocarriles de la Generalitat.
Los hechos
En base a las grabación de las cámaras de seguridad -que facilitaron la identificación de la agresión- y las declaraciones de los testigos, la titular del Juzgado Penal número 16 ha declarado probado que Sergi Xavier Martín subió a un tren de la línea S8 de los FGC en dirección a Martorell (Barcelona) sobre las 23.45 del 7 de octubre hablando acaloradamente.
"Yo he matado al moro. Le corté la yugular a Mohamed... A la mujer no le hice nada... Tengo amigas que la matarán de un disparo... Ya tengo demasiados antecedentes... No sé para qué vienen estos inmigrantes de mierda...", dijo el acusado antes de darse cuenta de que no estaba solo en el vagón. "Aquí también hay una inmigrante de mierda, una zorra a la que tengo ganas de...", dijo a su interlocutor mientras se acercaba a la menor. Cuando se encontraba a escasos centímetros de la cara de la menor, empezó a insultarle mientras le daba golpecitos en las manos para llamar su atención.
Acto seguido, "con ánimo de atentar a la integridad física de la menor y manteniéndose en su actitud de desprecio hacia la raza y origen" de la chica, le golpeó con la mano en la cabeza y en el antebrazo izquierdo y le pellizcó con fuerza el pecho izquierdo mientras seguía insultándole. Cuando se anunció por megafonía la estación de Colonia Güell, Martín hizo ver que se bajaba del tren, pero en lugar de eso, se cogió a una de las barandillas para ayudarse a lanzar una fuerte patada hacia la cabeza de la joven, dándole en el hombro, y después le dio un puñetazo en el costado y un manotazo en la cabeza.
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