sábado, 18 de febrero de 2012

Pagaba a General narco en Coahuila

Declara operador de Los Zetas que él retribuía a mando en Saltillo

Ciudad de México (18 febrero 2012).- La organización criminal de Los Zetas tenía en la nómina a un General de la Sexta Zona Militar con sede en Coahuila, de acuerdo con investigaciones de la Procuraduría de Justicia Militar y la PGR.

En la causa penal 279/2011 del Juzgado Primero Militar en la Ciudad de México, aparece el testimonio de un operador de la banda delictiva quien acusa de colaboración a quien se desempeñaba, por lo menos hasta marzo de 2011, como Jefe del Estado Mayor de esa zona militar.

El nombre del General ha sido omitido en los expedientes.

Pedro Toga Lara "El Guacho", detenido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el 12 de marzo de 2011 en Saltillo, detalló a las autoridades ministeriales que le constaba que decenas de militares ayudaban a Los Zetas, pues él pagaba parte de esa nómina.

"El día 6 de marzo de este año fue el día en que le pagué personalmente la nómina de los militares (de) parte de la organización de Los Zetas, quien me manifestó Tauro el 8 de marzo de este año que lo vi que el General que estaba recibiendo dinero por parte de Los Zetas era el General Jefe del Estado Mayor de la Zona Militar de Saltillo, diciéndome que le dijéramos a dicho General que calmara el ambiente, que no hubiera mucho patrullamiento por parte de los militares.

"Se le paga a un General del Ejército en Saltillo de quien sólo tengo contacto por vía Nextel y otro militar que anda en varios estados de la República y por lo regular está en México ( ... ) a estos dos militares les paga el Comandante Rana", declaró ante la autoridad "El Guacho".

En la cárcel

Derivado de esta investigación, la Sedena encarceló a 16 miembros de la Sexta Zona Militar con sede en Coahuila por colaborar con Los Zetas, grupo al que entregaban información para evadir los movimientos y operativos de la milicia.

Las capturas son parte de una investigación iniciada en marzo de 2011 por la Procuraduría de Justicia Militar y la SIEDO, y que llevó a detener también a la ex subdelegada de la PGR en Coahuila, Claudia González, y al ex jefe de la Policía Operativa, Manuel Cícero.

Los militares fueron identificados como los tenientes de Infantería Javier Rodríguez, Sócrates Humberto López, Julio César Montiel, Marcos Augusto Pérez e Iván Ixtlapale.

Así como el teniente de Caballería Julián Castilla; los subtenientes de Caballería Alexis Ríos, Francisco Javier Soto, Carlos Miguel Gallardo, Édgar Sánchez y Édgar Valencia.

También los sargentos segundo de Infantería Evencio Castillo y José Luis Cerecedo, el segundo conductor Sergio Treviño, el cabo oficinista Pedro Montes y el soldado de Infantería Omar Alejandro Martínez.

Todos fueron detenidos por el Ejército el 16 y 17 de marzo de 2011, tras permanecer arraigados fueron consignados en junio y luego internados en el Campo Militar Número Uno del Distrito Federal.

El Juzgado Primero Militar los procesó por delincuencia organizada y delitos contra la salud; también, al subteniente Soto se le adicionó lavado de dinero y posesión de armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, de acuerdo con la causa 279/2011.

Según los documentos consultados, el juzgado castrense declinó la competencia de este juicio y remitió el expediente a un juzgado de distrito en Coahuila, para que la justicia civil federal lleve a cabo el procedimiento.

La pista que llevó a desentrañar este caso de protección castrense fue la captura de Emanuel Castillo "Mickel", hermano de Carlos Alberto Oliva "La Rana", quien hasta a finales de 2011 era el jefe regional de Los Zetas en Coahuila y Nuevo León.

Uno de los ocho cómplices con los que "El Mickel" fue capturado el 11 de marzo en Saltillo, era Pedro Toga "El Guacho", quien a partir de 2008 se convirtió en el número dos de Los Zetas en el estado.

Desde el primer momento, "El Guacho" soltó que había 21 militares involucrados en la protección a su banda criminal, incluido un General al que sólo identifica como Jefe del Estado Mayor de la Sexta Zona Militar en Saltillo, pero no dice su nombre.

"Los Limones son los militares, a los tenientes se les daban 30 mil pesos y a partir de enero se le aumentó a 50 mil pesos, a los subtenientes se les daba 20 mil pesos y se les aumentó a 30 mil, a los sargentos se les daba 15 mil y se les aumentó a unos 20 mil pesos y a otros 30 mil pesos y a los cabos o soldados 10 mil pesos, recordando en este momento a 21 militares que colaboraban para la organización, siendo 3 militares que van por la paga que se les da quienes son el Teniente Castillo, perteneciente al Batallón que está en Saltillo", confesó "El Guacho".

A Toga le aseguraron seis sobres, cuatro estaban dirigidos al "Teniente Rumbo"; otro, a "Tauro 8" y uno no tenía anotación. Al ser abiertos, hallaron 297 mil 400 pesos, pues cuatro tenían 50 mil pesos cada uno; otro, 49 mil 500 pesos y el último, 47 mil 900.

En los interrogatorios le mostraron una "narcolista" con pagos de 10 a 50 mil pesos, aparentemente entregados a 15 militares, quienes fueron registrados con los grados de cabo a teniente y algunos nombres de pila, apellidos y alias, como son Markitos, Sócrates, Omar, Alex, Tauro, Gato, Nido y Sabla.

A partir de ese momento comenzó a identificar uno a uno a los presuntos implicados.

"Desempeñé (la función) de pago de nóminas a las autoridades en varias ocasiones en 2010 y este año, es la función que desempeñaba para la organización... Al subteniente Soto le pagué en el estacionamiento trasero de Soriana Sendero la nómina de los militares el 5 o 6 de diciembre del año pasado", contó.

El Ejército comenzó a ir por cada uno de los soldados que Toga comenzó a señalar en las indagatorias.

Al sargento Evencio Castillo le decían "El Batman" y fue detenido el 17 de marzo pasado, tras una carrera militar que inició en 1995 y que le llevó a estar de 1995 a 2001 en el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes).

Al igual que todos los detenidos, en sus primeras declaraciones se declaró confeso y señaló a su compañero Sergio Treviño, como el responsable de cooptar soldados.

"Treviño me ofreció trabajar para Los Zetas, comentándome que mis funciones serían las de pasar información de las salidas de vehículos militares y de operativos y que por esta información me iban a dar 20 mil pesos, aceptando trabajar con ellos, fue cuando me dio un celular para que lo tuviera informado de lo que me pedía", declaró Castillo, quien también señaló a sus compañeros implicados.

Treviño admitió haber sido la punta de lanza de Los Zetas para conseguir la protección de la milicia, en un principio porque en mayo de 2008 fue "levantado" y torturado para trabajar con los criminales. Sin embargo, después siguió por la paga.

"Mandaba información a Los Zetas sobre los operativos, precisándoles los vehículos que salían del Batallón, el estado de fuerza y el rumbo que llevaban, y por esto recibía 3 mil pesos a la quincena y me los entregaban en diversos lugares como Oxxos, Seven, Wal Mart", contó.

Cuando los 16 militares fueron encarcelados, denunciaron que fueron torturados para firmar sus confesiones. Por ahora no han conseguido acreditarlo para quedar en libertad.

Reforma
18/02/2012

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