El Universal
13 febrero 2012
El ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington no habría sido el único político del PRI en la entidad en formar parte de una red de protección para permitir las operaciones del Cártel del Golfo, según testigos protegidos de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), uno de los cuales acusa que integrantes del tricolor podrían haber sido colocados en sus cargos por influencia del crimen organizado.
México, DF. Así lo revela el expediente del caso 12-mj-00120-NSN que se presentó el 6 de febrero de este año ante la Corte para el Distrito Oeste de Texas, de Estados Unidos, en contra del presunto capo Antonio Peña Argüelles, quien es señalado como el hombre que, en el entramado de esta supuesta red de corrupción, fungió como el enlace entre políticos y los principales líderes del Cártel del Golfo-Los Zetas, que investiga el gobierno estadounidense.
De acuerdo con el documento cuya copia tiene EL UNIVERSAL, el testigo protegido identificado como CS-2 declaró que durante los primeros meses del año 2000, Peña Argüelles comenzó a recibir grandes ganancias provenientes del tráfico de droga, en nombre de Osiel Cárdenas, entonces jefe del Cártel del Golfo, a cambio de influencia política dentro del gobierno de Tamaulipas.
Detalla que esta relación se inició con la elección del gobernador Tomás Yarrington, y continuó con la colocación de otros candidatos del PRI en posiciones de gobierno en todo Tamaulipas, que podrían asegurar la protección favorable para los cárteles.
En las declaraciones que obran en el documento entregado a la Corte texana, el testigo no señala los nombres de los otros priístas que presuntamente estarían implicados en esta trama.
Se añade en el testimonio de CS-2, que aproximadamente en diciembre de 2002, el jefe de plaza en Nuevo Laredo, conocido por el mote de El Gordo Mata, daría 500 mil dólares en ganancias del tráfico de drogas a nombre del Cártel del Golfo y presuntamente iba a ser entregado al alcalde de Nuevo Laredo, México, aunque el declarante no tiene la certeza de que los recursos estaban destinados al político en referencia.
Este testigo presume que el dinero fue utilizado por Peña Argüelles para adquirir una residencia en San Antonio, Texas que adquirió con un cheque de cajero de IBC por 400 mil dólares y 70 mil pesos los pagó en efectivo.
En este caso cuatro testigos protegidos participaron con la DEA como parte de las evidencias que integran el expediente. Respecto a CS-2, se destaca su confiabilidad ya que ha proporcionado información veraz que se ha traducido en el exitoso enjuiciamiento de otros traficantes de drogas, y en el pasado sus datos se corroboraron a través de fuentes independientes.
La DEA obtuvo de su otro testigo colaborador, identificado como CS-3, información de que Peña Argüelles mantuvo relaciones personales con el ex gobernador Tomás Yarrington y miembros zetas como Heriberto Lazcano y Miguel Treviño Morales identificados como El Lazca y El Z-40, respectivamente, líderes fundadores de esa organización.
La denuncia señala que durante 2008, Peña Argüelles se reunió con Yarrington en varias ocasiones en una casa en San Antonio, Texas, que era alquilada por el ex mandatario. El motivo de los encuentros eran las diferencias que tenían con los recursos que presuntamente el traficante de drogas entregaba al ex gobernador.
El testigo protegido identificado como CS-4 sostuvo que Peña Argüelles coordinaba el lavado de dinero y activos en los Estados Unidos y México en nombre de Tomás Yarrington, así como que los fondos fueron depositados en cuentas en Falcon Bank, Banco Internacional de Comercio, HSBC México, y el Commerce Bank en California.
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