Gabriel León ZaragozaEl sindicato minero aseguró que a pesar de la resolución de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) en contra de los trabajadores de la empresa Mexicana de Cananea, no desocuparán las instalaciones, “sólo si nos sacan por la fuerza”, y responsabilizaron al presidente Felipe Calderón de cualquier acción de violencia en contra de los huelguistas y sus familias.
En conferencia de prensa, dirigentes mineros y sus abogados informaron que desde ayer trabajadores interpusieron amparos individuales en contra de la determinación de dar por concluidas las relaciones laborales de los mil 200 mineros, y antes de que venza el plazo legal, que es de 15 días, el sindicato hará lo propio.
“Tenemos la absoluta certeza de ganar este amparo; ahí esta el cúmulo de acciones que el mínimo estado de derecho tendría que reconocer como violaciones y dejar sin efectos las barbaridades que cometió la JFCA”, destacaron.
El abogado Carlos de Buen aseguró que el paro de labores, que cumple 21 meses, continúa, ya que no hay ninguna declaración de la JFCA de que la huelga dejó de existir.
Precisaron que los trabajadores no se van a quedar con los brazos cruzados y van a dar la lucha ante tribunales para demostrar que su movimiento tiene la razón. Para ello, anunciaron la realización de marchas y mítines, entre otras acciones de protesta en contra del laudo, “que es una absurda argucia del gobierno que sigue indicaciones de Grupo México, de Germán Larrea”.
El secretario de trabajo del sindicato, Javier Zúñiga, confió en que el gobierno federal “no cometa la estupidez de utilizar la fuerza pública, porque sería catastrófico, e incluso podríamos perder vidas de nuestros compañeros. Es gente inocente que está defendiendo única y exclusivamente su derecho, su trabajo y su contrato colectivo”.
Afirmó que los trabajadores no abandonarán las instalaciones de Cananea, “sólo que nos saquen por la fuerza. Estamos dispuestos a dar la lucha y hasta la vida”.
El jurista Marco del Toro alertó que en Cananea se viven momentos de tensión ante la llegada de agentes de la Policía Federal Preventiva.
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