*El Presidente entregó los galardones en ceremonia efectuada en Los Pinos
*Calderón admite la mala calidad y el abandono de la lectura
*En un lapsus mencionó a Torres Bodet como en su momento, secretario de Seguridad Pública
*Delfina Vázquez invitó al gobernante a visitar nuestro Oaxaca para ver de cerca las carencias
Karina Avilés, Mónica Mateos y Arturo Jiménez
*Calderón admite la mala calidad y el abandono de la lectura
*En un lapsus mencionó a Torres Bodet como en su momento, secretario de Seguridad Pública
*Delfina Vázquez invitó al gobernante a visitar nuestro Oaxaca para ver de cerca las carencias
Karina Avilés, Mónica Mateos y Arturo Jiménez
El presidente Felipe Calderón entregó ayer los Premios Nacionales de Ciencias y Artes 2008 en una ceremonia en la que buscó la reconciliación con una comunidad artística, científica e intelectual que, ante el retraso de varios meses en el anuncio y entrega de esos galardones, lo había acusado de desdeñar la cultura.
En el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos, Calderón rompió el protocolo y bajó del estrado para acercarse a las primeras filas donde estaban los premiados, saludarlos y ahí darles los reconocimientos que incluyen diploma, medalla y 560 mil pesos por rubro.
Y fue así también que Calderón hizo varios paréntesis en su discurso para mostrar su conocimiento y cercanía hacia la comunidad desairada: aprovecho también para saludar a Horacio Franco, gran maestro mexicano; veo algunos queridos amigos historiadores por aquí y también les saludo; un comercial, quiero invitarlos a todos a que visiten la Fonoteca Nacional que hemos inaugurado recientemente; estoy seguro que la nueva presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, será una infatigable promotora de nuestros artistas e intelectuales, de nuestra cultura y arte, porque estamos convencidos de que son guardianes de nuestra identidad; los artistas e intelectuales desarrollan un papel insustituible en el desarrollo de México.
Sin embargo, un lapsus boicoteó las buenas intenciones presidenciales cuando, al cerrar su discurso con una cita del poeta Jaime Torres Bodet, se refirió a él como insigne escritor y, en su momento, secretario de Seguridad Pública. La atmósfera de calidez acababa de recibir un baño de agua fría.
Enseñanza de la lengua materna
Antes, José G. Moreno de Alba, quien recibió el premio en lingüistica y literatura, al iniciar el discurso en nombre de todos los galardonados agradeció al Presidente el que haya reservado un espacio de su comprometido tiempo para convivir con nosotros y presidir esta solemne ceremonia, lo que para muchos fue una suerte de reproche.
El filólogo y director de la Academia Mexicana de la Lengua centró su intervención en los problemas derivados de la incompleta educación que persiste en el país y consideró que la deficiente enseñanza de la lectura en la escuela pública afecta gravemente la calidad de la educación.
Propuso al Ejecutivo que le mostraría una investigación acerca de la enseñanza del español en México, realizada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por un grupo de lingüistas y de estudiantes de posgrado en esa área.
"Estudiamos, por una parte, la historia del problema, esto es, cómo se ha venido enseñando la lengua materna en nuestro país a partir de la Independencia en los diversos niveles escolares. Otra parte de la investigación consiste en analizar la forma en que se lleva a cabo actualmente esa enseñanza.
Finalmente, se expresan algunas ideas de cómo mejorar la calidad de esa fundamental disciplina escolar en la educación básica, en la secundaria, en el nivel medio superior y, sobre todo, en las escuelas normales.
Calderón dijo que será muy interesante para la Secretaría de Educación Pública, y desde luego para mí, el poder ver con detenimiento el análisis conducido en la Universidad.
Coincidió con la preocupación de Moreno de Alba sobre la mala calidad de la lectura, y más aún, por el abandono de la lectura en nuestra sociedad y probablemente producto, en parte, de nuestra educación.
Puntualizó que durante su administración se ha fomentado la lectura del libro “a través de una red de bibliotecas públicas; por eso también estamos distribuyendo bibliotecas de aula y ahora bibliotecas familiares en todo el país.
El dato es que hemos distribuido un millón y medio de bibliotecas de aula en estos dos años y 150 mil, más o menos, bibliotecas escolares, que son muchísimo más completas.
Varios galardonados aprovecharon la disposición presidencial a la cercanía y, por ejemplo, cuando la ceramista Angélica Delfina Vázquez Cruz recibió su premio en artes y tradiciones populares aprovechó para decirle a Calderón que fuera a visitar nuestro Oaxaca para que viera de cerca las carencias de esa entidad y que necesitamos muchas cosas. El Presidente le ofreció hacerlo.
Formalidad rota
La formalidad del acto se rompió de manera cálida cuando el Grupo de Canto Cardenche de Sapioriz, de Durango –premiados en el mismo rubro que Vásquez Cruz– interpretó una de sus piezas a capella, lo cual fue agradecido por invitados, galardonados y funcionarios, entre ellos la titular de la Secretaría de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, y la nueva presidenta del CNCA, Consuelo Sáizar, sentadas a la derecha del Presidente.
Los otros galardonados fueron: en lingüística y literatura, Félix Jorge López Páez; en bellas artes, Graciela Iturbide, María Teresa Rodríguez y José Solé; en historia, ciencias sociales y filosofía, Jaime Labastida, Álvaro Matute y, de manera póstuma, Margarita Nolasco.
En ciencias físico-matemáticas y naturales el premio se otorgó a Edmundo García Moya, Alberto Robledo Nieto y Moisés Eduardo Selman Lama; en tecnología y diseño, a María de los Ángeles Valdez Ramírez.
Estuvieron presentes también los rectores de la UNAM, José Narro; de la UAM, José Lema Labadie; Francisco Labastida Ochoa, Eduardo Matos, Ernesto de la Peña y ex rectores universitarios, entre otros.
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