Saltillo.- Apenas transcurridos 35 días del inicio del proceso electoral para renovar los ayuntamientos de Coahuila, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila sufrió el secuestro de quien encabezaba la estructura del órgano, el secretario Ejecutivo Natanael Rivera Gutiérrez.
Fue la madrugada del 5 de diciembre pasado cuando un grupo de individuos, presumiblemente portando armas largas, entró a su domicilio particular y se lo llevó por la fuerza; 12 días después habría de reaparecer su cuerpo, sin vida.
Mediante un escueto comunicado, la Procuraduría General de Justicia del Estado confirmó ayer por la tarde lo que, desde las primeras horas del día, circulaba como rumor: uno de los cuerpos hallados la tarde del lunes en el Ejido Guadalupe Victoria, era el del Secretario Ejecutivo del IEPC.
Sin embargo, la dependencia no hizo en el comunicado alusión alguna a la calidad de funcionario electoral de Rivera Gutiérrez, ni a las responsabilidades inherentes al mismo, pese a que el Instituto Electoral se encuentra en este momento organizado los comicios del 7 de julio de 2013.
La PGJE se limitó a señalarlo dentro de una lista de cinco cuerpos identificados, mencionándolo en el cuarto lugar, y precisando que su desaparición, junto con la de otras dos personas, fue reportada “mediante denuncia ante la Subprocuraduría de Investigación y Búsqueda de Personas No Localizadas los días 6 y 7 de diciembre del año en curso”.
Versiones extraoficiales señalaron en los días que transcurrieron desde el plagio del funcionario de 32 años, que sus captores habrían solicitado un rescate por él, pero que las negociaciones nunca se concretaron, dejando de tener contacto con los plagiarios unos días después del secuestro.
Durante los 9 días que permaneció desaparecido, tanto el IEPC como la PGJE declinaron confirmar el secuestro del Secretario Ejecutivo del Instituto, limitándose a señalar que se conocía del plagio de un “funcionario electoral”, pero que su identidad no se informaba para no arriesgar su vida.
Sin embargo, durante el tiempo que Rivera Gutiérrez permaneció desaparecido, el Consejo General del IEPC, del que dicho funcionario formaba parte, sesionó en dos ocasiones, de las cuales en la segunda se modificó el Reglamento Interior del Instituto a fin de establecer quién debía suplir al Secretario Ejecutivo en caso de ausencia.
Las otras víctimas
El resto de las víctimas identificadas son Adriana Zermeño López, de 36 años y la médico Olga Cabrera Hernández, de 37.
Además fueron identificados luego de la necropsia, Juana María Rosales Gallegos, de 66 años de edad, e Iván Esparza Rosales, de 25 años.
Por otra parte, la PGJE dio a conocer que hay 22 personas detenidas por el caso, entre ellas Luis Alfonso Monsivaís Calderón, “El Mangueras”, y Tomas Mauricio Sifuentes Salinas, “El Mega”.
También están relacionados dos reos evadidos del penal de Piedras Negras, José Demetrio Moreno Saldaña, “La Polla”, y Miguel Ángel Salinas Salas.
Versiones extraoficiales señalan que el hallazgo de los cuerpos se efectuó a raíz de una detención hecha por la Secretaría de Marina Armada de México, el 15 de diciembre por labor de inteligencia.
Monsiváis y Sifuentes eran quienes recibían las órdenes de un grupo delictivo, para cometer los secuestros; tenían la lista de domicilio de las víctimas.
Tras las declaraciones de los involucrados revelaron haber participado en la privación de la libertad de una contadora privada Adriana Zermeño López, de 47 años, esto ocurrió en la colonia El Toreo y el titular de IEPC, Natanael Rivera.
El 5 de Diciembre se trasladaron a la calle Once de la colonia Mirasierra, para secuestrar al empleado de una empresa de grúas Iván Esparza Rosales, de 25 años su mamá que intento prevenir el plagio Juana María Rosales Gallegos de 66 años.
También se llevaron al sobrino de Juana María de nombre Ricardo Rosales Mendoza, el cual sigue en el anfiteatro del servicio médico forense, como en calidad de asegurado y no reclamado por los familiares.
Luego se dio el secuestro de Olga Cabrera Hernández, situación que fue reportada a la Subprocuraduría de Investigación y Búsqueda de personas no localizadas los días 6 y 7 del presente mes.
Los mismos inculpados llevaron a las autoridades militares, estatales y federales donde presuntamente arrojaron los cadáveres sobre las orillas de la carretera federal a Zacatecas en el kilometro 301, a la altura de Guadalupe Victoria.
Familia narra su odisea
Diana hermana de Iván Rosales y la hija menor de Juana María Rosales, compareció a las instalaciones del Servicio Médico, (Semefo) porque sus vecinos le informaron que los medios locales publicaron el hallazgo de seis cadáveres.
Su única intención era encontrarlos para descansar en paz, porque no durmió en un plazo de 13 días por que vivió la pesadilla cuando un grupo armado llego a su casa con lujo de violencia a secuestrar a su hermano.
Recuerda cuando su mamá intervino en defensa del hijo, pero también fue privada de la libertad, luego a Diana la amenazaron de muerte si se atrevía dar aviso inmediato a las autoridades.
Se mantuvo callada por más de seis días y fue hasta el 11 de Diciembre cuando una estación radiofónica en un espacio “servicio a la comunidad” anunció sobre el hallazgo de tres credenciales a nombre de su mamá.
Le entro tanto miedo que no se decía ir a la estación de radio, una de sus vecinas la ánimo y la acompaño para acudir por las pertenecías de su mamá, fue como se atrevió a interponer denuncia.
Ayer por la mañana que se presento a la morgue se llevo una sorpresa desagradable a dos de los cadáveres que se encontraban en estado de descomposición, los pudo reconocer por las prendas que vestía..
Su mamá portaba la pijama roja, su hermano el uniforme de mezclilla de la empresa grúas y a su primo no lo quiso ver, prefirió llamarle a sus padres para que acudieran a realizar los trámites de identificación.
“Tío ya localice a mi mamá a mi hermano, están en el Semefo, solo falta que vengas tu a reconocer a Ricardo, por que requieren a los familiares directos” fue lo que expreso entre llantos y en voz alta a sus familiares Diana
Fue la madrugada del 5 de diciembre pasado cuando un grupo de individuos, presumiblemente portando armas largas, entró a su domicilio particular y se lo llevó por la fuerza; 12 días después habría de reaparecer su cuerpo, sin vida.
Mediante un escueto comunicado, la Procuraduría General de Justicia del Estado confirmó ayer por la tarde lo que, desde las primeras horas del día, circulaba como rumor: uno de los cuerpos hallados la tarde del lunes en el Ejido Guadalupe Victoria, era el del Secretario Ejecutivo del IEPC.
Sin embargo, la dependencia no hizo en el comunicado alusión alguna a la calidad de funcionario electoral de Rivera Gutiérrez, ni a las responsabilidades inherentes al mismo, pese a que el Instituto Electoral se encuentra en este momento organizado los comicios del 7 de julio de 2013.
La PGJE se limitó a señalarlo dentro de una lista de cinco cuerpos identificados, mencionándolo en el cuarto lugar, y precisando que su desaparición, junto con la de otras dos personas, fue reportada “mediante denuncia ante la Subprocuraduría de Investigación y Búsqueda de Personas No Localizadas los días 6 y 7 de diciembre del año en curso”.
Versiones extraoficiales señalaron en los días que transcurrieron desde el plagio del funcionario de 32 años, que sus captores habrían solicitado un rescate por él, pero que las negociaciones nunca se concretaron, dejando de tener contacto con los plagiarios unos días después del secuestro.
Durante los 9 días que permaneció desaparecido, tanto el IEPC como la PGJE declinaron confirmar el secuestro del Secretario Ejecutivo del Instituto, limitándose a señalar que se conocía del plagio de un “funcionario electoral”, pero que su identidad no se informaba para no arriesgar su vida.
Sin embargo, durante el tiempo que Rivera Gutiérrez permaneció desaparecido, el Consejo General del IEPC, del que dicho funcionario formaba parte, sesionó en dos ocasiones, de las cuales en la segunda se modificó el Reglamento Interior del Instituto a fin de establecer quién debía suplir al Secretario Ejecutivo en caso de ausencia.
Las otras víctimas
El resto de las víctimas identificadas son Adriana Zermeño López, de 36 años y la médico Olga Cabrera Hernández, de 37.
Además fueron identificados luego de la necropsia, Juana María Rosales Gallegos, de 66 años de edad, e Iván Esparza Rosales, de 25 años.
Por otra parte, la PGJE dio a conocer que hay 22 personas detenidas por el caso, entre ellas Luis Alfonso Monsivaís Calderón, “El Mangueras”, y Tomas Mauricio Sifuentes Salinas, “El Mega”.
También están relacionados dos reos evadidos del penal de Piedras Negras, José Demetrio Moreno Saldaña, “La Polla”, y Miguel Ángel Salinas Salas.
Versiones extraoficiales señalan que el hallazgo de los cuerpos se efectuó a raíz de una detención hecha por la Secretaría de Marina Armada de México, el 15 de diciembre por labor de inteligencia.
Monsiváis y Sifuentes eran quienes recibían las órdenes de un grupo delictivo, para cometer los secuestros; tenían la lista de domicilio de las víctimas.
Tras las declaraciones de los involucrados revelaron haber participado en la privación de la libertad de una contadora privada Adriana Zermeño López, de 47 años, esto ocurrió en la colonia El Toreo y el titular de IEPC, Natanael Rivera.
El 5 de Diciembre se trasladaron a la calle Once de la colonia Mirasierra, para secuestrar al empleado de una empresa de grúas Iván Esparza Rosales, de 25 años su mamá que intento prevenir el plagio Juana María Rosales Gallegos de 66 años.
También se llevaron al sobrino de Juana María de nombre Ricardo Rosales Mendoza, el cual sigue en el anfiteatro del servicio médico forense, como en calidad de asegurado y no reclamado por los familiares.
Luego se dio el secuestro de Olga Cabrera Hernández, situación que fue reportada a la Subprocuraduría de Investigación y Búsqueda de personas no localizadas los días 6 y 7 del presente mes.
Los mismos inculpados llevaron a las autoridades militares, estatales y federales donde presuntamente arrojaron los cadáveres sobre las orillas de la carretera federal a Zacatecas en el kilometro 301, a la altura de Guadalupe Victoria.
Familia narra su odisea
Diana hermana de Iván Rosales y la hija menor de Juana María Rosales, compareció a las instalaciones del Servicio Médico, (Semefo) porque sus vecinos le informaron que los medios locales publicaron el hallazgo de seis cadáveres.
Su única intención era encontrarlos para descansar en paz, porque no durmió en un plazo de 13 días por que vivió la pesadilla cuando un grupo armado llego a su casa con lujo de violencia a secuestrar a su hermano.
Recuerda cuando su mamá intervino en defensa del hijo, pero también fue privada de la libertad, luego a Diana la amenazaron de muerte si se atrevía dar aviso inmediato a las autoridades.
Se mantuvo callada por más de seis días y fue hasta el 11 de Diciembre cuando una estación radiofónica en un espacio “servicio a la comunidad” anunció sobre el hallazgo de tres credenciales a nombre de su mamá.
Le entro tanto miedo que no se decía ir a la estación de radio, una de sus vecinas la ánimo y la acompaño para acudir por las pertenecías de su mamá, fue como se atrevió a interponer denuncia.
Ayer por la mañana que se presento a la morgue se llevo una sorpresa desagradable a dos de los cadáveres que se encontraban en estado de descomposición, los pudo reconocer por las prendas que vestía..
Su mamá portaba la pijama roja, su hermano el uniforme de mezclilla de la empresa grúas y a su primo no lo quiso ver, prefirió llamarle a sus padres para que acudieran a realizar los trámites de identificación.
“Tío ya localice a mi mamá a mi hermano, están en el Semefo, solo falta que vengas tu a reconocer a Ricardo, por que requieren a los familiares directos” fue lo que expreso entre llantos y en voz alta a sus familiares Diana
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