Cárteles recurren a actos desesperados por éxito de combate policiaco, afirma
Domingo 19 de junio de 2011
Silvia Otero | El Universal
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La violencia en México “puede empeorar”. Los golpes asestados a los cárteles, a sus liderazgos, finanzas y operaciones de trasiego de drogas hacia Estados Unidos, han hecho que recurran a actos de desesperación, como los miles de asesinatos perpetrados. Las organizaciones criminales están “heridas, vulnerables y son más peligrosas”, destaca un informe conjunto de la Agencia Antidrogas (DEA) y del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Un documento presentado en mayo pasado en el Senado de EU dice que es vital que la Unión Americana mantenga su apoyo para impedir que la violencia cruce a su territorio. Hoy casi la cuarta parte de la fuerza de la DEA (24%) está asignada a sus oficinas en México o en tareas de inteligencia en la frontera para desmantelar a estas organizaciones.
El diagnóstico, elaborado por Kevin L. Perkins, director adjunto de la División de Investigaciones del FBI y Anthony P. Placido, jefe de Inteligencia de la DEA, detalla que los cárteles han visto afectadas sus operaciones de tráfico de droga, lo que provocó, por ejemplo, que entre enero de 2007 hasta diciembre de 2009, el precio por gramo de cocaína aumentara 72%: pasó de 98.88 dólares a 169.93, y es 33% menos pura, ante las dificultades que enfrentan para pasar la “mercancía” .
El documento indica que al gobierno de Felipe Calderón se le debe acreditar “por lo menos parcialmente la reducción sostenida de la disponibilidad de cocaína en Estados Unidos”.
Los funcionarios dicen que “aunque pueda parecer contradictorio, el extraordinario nivel de violencia en México es otra señal de campañas exitosas de militares y policías en el país (…) La DEA y el FBI evalúan que el actual aumento de la violencia se debe en gran medida a las acciones proactivas del gobierno mexicano contra los traficantes, junto con otras variables como la violencia entre cárteles por sus disputas de poder”.
En el análisis también se destaca que “son preocupantes los esfuerzos sostenidos de cárteles mexicanos de utilizar la violencia como instrumento para socavar el apoyo público a los esfuerzos gubernamentales de lucha contra las drogas. Los traficantes han hecho un esfuerzo concertado para enviar un mensaje público a través de su sangrienta campaña de violencia”.
Agrega que un escenario en el que “el asesinato no es únicamente una estrategia de coacción por parte de los cárteles, son actos de desesperación”, pues la ofensiva del gobierno federal, el despliegue de decenas de miles de militares para hacerles frente y las operaciones policiales “han alterado las rutas de abastecimiento, tanto dentro y fuera de México, y han roto alianzas entre los grupos criminales”.
La interrupción de las rutas que dificulta el suministro de drogas “se traducen en una intensa competencia entre las organizaciones, estos factores de estrés se ven agravados por cambios de alianzas, disputas de larga data, y las incautaciones récord del gobierno”, agrega el documento del FBI y la DEA.
Despliegue de elementos
La DEA y el FBI trabajan con sus homólogos para hacer frente a la violencia en México a través de investigaciones conjuntas y el intercambio de inteligencia, pues para Estados Unidos esta lucha también es una prioridad de seguridad nacional, dice el documento.
El reporte conjunto detalla que la DEA tiene la mayor presencia en México con oficinas en el Distrito Federal, Tijuana, Hermosillo, Nogales, Ciudad Juárez, Mazatlán, Guadalajara, Monterrey, Matamoros, Nuevo Laredo y Mérida. Actualmente cuenta con mil 205 agentes especiales que trabajan en su territorio en misiones exclusivamente a lo largo de la frontera.
En México tiene 62 agentes especiales. “Alrededor de 24%, del total de la fuerza laboral de la DEA está asignado a México o en la frontera suroeste”.
Además, el FBI tiene una oficina de agregado legal en el Distrito Federal, y enlaces que viajan a México cada semana para coordinar las labores de inteligencia e intercambio de información.
Además 120 de los agentes estadounidenses están desplegados en la frontera para detectar a funcionarios estadounidenses corruptos, ligados a las organizaciones criminales
“En resumen, guiados por la inteligencia, la DEA y el FBI están trabajando en ambos lados de la frontera para detener el flujo de drogas ilícitas y ayudar al gobierno de México a romper el poder y la impunidad de los cárteles de la droga”, señala el documento.
El informe de ambas dependencias concluye que “es imperativo mantener el apoyo a los esfuerzos del gobierno de Calderón contra el crimen organizado”, sobre todo porque “prevemos que la espantosa violencia en México puede empeorar (…) estamos siendo testigos de actos de verdadera desesperación de organizaciones criminales heridas, vulnerables y peligrosas”.
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