Santiago Igartúa
MÉXICO, D.F. (apro).- Elba Esther Gordillo, presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, se hizo de los reflectores por casi tres horas para estremecer la escena política. Consciente de lo que iba a desatar, inició advirtiendo a los medios: "Tienen nota para muchos días".
En conferencia de prensa, Gordillo demandó revisar las cuentas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), mediante una auditoría "especial" por supuestos malos manejos de 50 mil millones de pesos por parte de la institución, cuando estuvo encabezado por uno de sus principales allegados, el expriista Miguel Ángel Yunes, a quien –reconoció– ella misma colocó en el puesto.
Como parte de un mea culpa, la "maestra" Gordillo aceptó haber negociado el puesto de Yunes, entre otros, como parte de un pacto político, en 2006, con Felipe Calderón, para apoyar su candidatura. Reconoció también que "arregló" los puestos de Roberto Campa en el Sistema Nacional de Seguridad Pública, y el de Francisco Yáñez, en la Lotería Nacional.
"En ese escenario vino la sucesión y llegamos al acuerdo de ir con el presidente Calderón por la Presidencia de la República, previos arreglos de orden político que no deben avergonzar a nadie. A mí no me avergüenzan, yo hago política", aclaró.
"Mea culpa, mea culpa. Siendo el candidato el presidente Calderón, hablamos de las reformas estructurales del país. Hablamos mucho de que la seguridad social exigía una reforma de fondo. Me comprometí a impulsar esa reforma de la seguridad social de los trabajadores", agregó.
En franca contradicción, la promotora en la fundación del Partido Nueva Alianza (Panal) dijo que dichos pactos no se hicieron para "satisfacer" sus intereses o "ambiciones personales", ni del gremio que representa, "sino para que aquellos que habían trabajado o que trabajaban en Nueva Alianza, y que estaban comprometidos con el proyecto, tuvieran un espacio político que les permitiera seguirse desarrollando, y esto es legítimo", disparó.
"A veces me llama la atención que muchos políticos se arreglan en lo oscurito y cuando uno lo hace público les va como en feria. Yo lo digo: Sí. Sí hicimos un arreglo político", reconoció la profesora, quien abundó en que "así fue" como el licenciado Roberto Campa, a quien calificó de "muy cercano" y "amigo", llegó al Sistema Nacional de Seguridad Pública
Así también, dijo franca, fue "como se resuelve que el señor licenciado Yunes fuera director del ISSSTE y nosotros adquirimos el compromiso de revisar la ley".
Disparó contra la institución que dirigía quien, antes, tenía tan cerca y del que hoy se deslinda: Miguel Ángel Yunes. "Hoy estamos ante evidencias claras de malos manejos, de los cuales por razones éticas, morales y políticas, yo me deslindo totalmente y exigimos que haya una auditoría especial, no la que aplica el Órgano Interno de Control del ISSSTE, sino externa".
Siguiendo su confesión, dijo sentir una "doble responsabilidad", en lo particular: "Acepto y reconozco, yo, Elba Esther Gordillo, que sí apoyé al licenciado Yunes y que sí impulsé la ley, pero también exijo que se aclare que no tuve nada que ver en los asuntos de manejo del ISSSTE."
Yunes no fue el único funcionario al que Gordillo apuntó en su conferencia. Criticó a los dos secretarios de Educación que han ejercido en la administración de Calderón: Josefina Vázquez Mota y Alonso Lujambio: "Tuvimos una secretaria de Educación que, desde que llegó, estuvo pensando en ser candidata a la Presidencia de la República."
Habló de los embates de Vázquez Mota por "dominar" al SNTE y apuntó: "Este sindicato no necesita domadores de la SEP, necesita autoridad moral de la SEP".
En materia educativa, agregó la presidenta del SNTE, "ningún acuerdo se ha hecho con ningún secretario de Educación, ninguno de los dos, todos han sido directamente con el señor presidente, compromisos", dijo, en alarde del poder que ha alcanzado.
No se pronunció a favor de ningún precandidato presidencial. "No hemos tomado una decisión de con quién. No es el momento". Sólo descartó a Andrés Manuel López Obrador. "Él ya me tomó como alguien a quien hay que fustigar", jutificó.
Sobre el respaldo a Calderón, aclaró que no está arrepentida de haberlo apoyado en 2006, a pesar de las más de 40 mil muertes que lleva registradas la guerra antinarco impulsada por el presidente. "Eso la historia lo juzgará".
Pero denunció extorsiones por parte del crimen organizado a maestros del sindicato.
"En cuanto al crimen organizado. Víctimas hay muchas; muy dolorosos momentos se han vivido. El sindicato no ha querido hacer de éste un tema personalizado o aclaratorio de lo que nos acontece, pero les he de decir que los maestros no están exentos de chantajes, de presiones, de muchas veces pedir el aguinaldo, en fin. Todos estos males endémicos sociales, también los padecen los maestros, la organización, de suspensiones de labores por tal o cual situación complicada. Es un fenómeno que nos está lacerando a todos."
Al margen, anunció que "traerá" al Dalai Lama a un congreso del SNTE, el próximo 11 de septiembre, para "motivar la conciencia" y "sacudir el pensamiento libre, comprometido de todos".
Proceso
30/06/2011
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