Gustavo Leal F*
Después de que la licitación de Miguel Ángel Yunes con Fármacos Especializados –el mayor contrato de asignación para el suministro de medicamentos en la historia del gobierno federal: 3 mil 220 millones de pesos– culminara en un desabasto sin precedente en la historia del ISSSTE, y poco antes de emprender su fallida intentona para gobernar Veracruz, el funcionario signó otra más (enero 2010) con la firma OfiStore para el servicio administrado de cómputo, impresión y digitalización de documentos por 706 millones de pesos.
En ella –con duración hasta final del sexenio– Ofistore, entregaría y administraría 13 mil 600 computadoras, 9 mil 500 impresoras, 772 escáneres, 612 proyectores de video y 627 cámaras digitales. Además habilitaría una mesa de servicio disponible las 24 horas para atender a los usuarios.
Correspondió al sucesor de Yunes, Jesús Villalobos López, concretar otra licitación (marzo 2010) con Bestel, filial de Televisa, por 2 mil 80 millones de pesos, para proveer servicios a mil 400 establecimientos entre hospitales, clínicas, farmacias y oficinas administrativas con duración de tres años.
Desde entonces, la programación de la consulta por teléfono de los asegurados al ISSSTE ha tenido un alcance extraordinariamente reducido.
El 16 de febrero de 2011 un tribunal federal desechó “por improcedente” el amparo interpuesto por Telmex, quién acusó a los funcionarios del ISSSTE de “cambios” en las bases del concurso. Por su parte, el testigo social de la licitación, Alejandro Frank, observó que el proceso “no se dio en un ambiente de respeto, se presentaron situaciones poco deseables y las controversias no fueron debidamente solventadas”.
Un largo año después, la triunfadora Bestel había incumplido su contrato con el ISSSTE: para diciembre de 2010 sólo había instalado 330 nodos, cuando deberían ser 750. El testigo social contratado por el ISSSTE para vigilar la instalación, Fondict-UAEM, constató que el Instituto “no había aplicado” la totalidad de las penalizaciones por el incumplimiento, que serían “motivo suficiente” para que el ISSSTE cancelara el contrato.
El ISSSTE respondió a estas acusaciones comunicando que “no tiene” suscrito contrato alguno con Bestel, sino con los “proveedores Operbes, SA de CV, Sixsigma Networks, SA de CV, y Nextiraone México, SA de CV”. Y agregó que “si bien estos proveedores han presentado un retraso en el cumplimiento del calendario de instalación, no es suficiente para rescindir el contrato”. Telmex pidió reponer la licitación toda vez que el ISSSTE incurrió en un gasto excesivo al desechar su propuesta que era 600 millones de pesos (25 por ciento) inferior a la de Bestel, mientras Televisa manifestaba que los retrasos para la operación de la red del ISSSTE “derivan de que Telmex se ha negado a entregar los enlaces que debiera”.
De inmediato, 20 legisladores del PRD solicitaron que la Auditoría Superior de la Federación “revisará” por “sospechosa” la licitación que el ISSSTE-Villalobos adjudicó a Televisa. Además de que, en su opinión, Villalobos “debe separarse del cargo en tanto se aclaran las presuntas irregularidades”. Mientras tanto, voceros de Bestel ofrecían la red privada virtual de telecomunicaciones del ISSSTE para “finales de marzo o abril”. Pero los funcionarios del ISSSTE-Villalobos mantenían el hermetismo.
Como si no fuera suficiente y con Gabriel Manuel Lee como director médico entrante, el ISSSTE-Villalobos todavía concluyó (8 de febrero de 2010) una licitación por 10 millones de pesos en favor de Sistemas Integrales de Laboratorios Medis SA de CV para adquirir 45 mil cajas con un medidor de glucosa y 50 tiras reactivas Accu Chek Active para pacientes diabéticos que ya habían despertado alertas sanitarias en Estados Unidos, España y Costa Rica.
De tal suerte que la farmacéutica Roche optó por aclarar que “los productos Accu Chek Active, con más de 30 años en México están aprobados por diversas autoridades sanitarias. Nuestros dispositivos son confiables y seguros”.
Y aunque el desabasto histórico del ISSSTE-Yunes-Villalobos persiste, el 10 de febrero las autoridades institucionales compraron 640 productos diferentes por 4 mil 200 millones de pesos, entre ellos a Farmacéutica Maypo con contratos por 665 millones de pesos; Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipo Médico con 205 millones de pesos; Sanofi-Aventis con 89 millones de pesos y Landsteiner Pharma por 99 millones de pesos.
¿Y los derechohabientes del ISSSTE?
Porque para Villalobos y su director médico de lo que realmente se trata es de “estrechar” la colaboración “fundamentalmente en acciones de prevención de la salud” con la representación de la OMS-OPS en México y encadenar el Instituto a la “integración” sectorial que sueña el secretario de Salud, José Ángel Córdova. ¿Cómo? “Incluyendo al ISSSTE en los principales eventos técnicos que se realicen en la Ssa, tanto en materia de atención médica primaria, economía y salud, como en la autoevaluación de la rectoría y gestión de los sistemas estatales de salud –el ISSSTE como integrante de cada uno de ellos–, para asegurar el ejercicio incluyente de las autoridades sanitarias locales.”
Y es que en vez de ocuparse de su materia y en los derechohabientes a los que se debe, ese director médico “trabaja” denodadamente integrando redes de servicios “adicionales o complementarias para alcanzar una afiliación que permita la plena cobertura de salud”. ¿No debería, entonces, laborar mejor para la SSA-Córdova?
Todo ello mientras crecen las quejas del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, porque el ISSSTE “excluye y discrimina” a los discapacitados en las estancias infantiles y los servicios se salud.
Bonita “reforma” de Calderón, impuesta en 2007. ¡Urge reformarla ya!
*Universidad Autónoma Metropolitana- Xochimilco
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