lunes, 27 de junio de 2011

La ciudadanía quiere más

John M. Ackerman

No hay duda de que el encuentro entre Javier Sicilia y Felipe Calderón este jueves en el Castillo de Chapultepec fue sumamente poderoso en el plano emocional. Conmovieron las lágrimas de María Elena Herrera, emocionaron las palabras de Salvador Campanur e indignó la cerrazón del Presidente. Algunas víctimas efectivamente se visibilizaron y los funcionarios federales tuvieron que pasar un par de tragos amargos al escuchar los señalamientos provenientes del otro lado de la mesa.

Sin embargo, el trago más amargo fue para los ciudadanos, al percatarse de que tres cansados meses de movilizaciones, caravanas, reuniones y denuncias terminaron en un mero espectáculo mediático armado para que Calderón demostrara su supuesta compasión por las víctimas y exigiera a la sociedad que lo deje trabajar en paz. Tal como han señalado algunos analistas, el enorme “entusiasmo” y satisfacción del presidente con el encuentro no es “ni gratuito ni exagerado”.

Definitivamente, esta reunión en Chapultepec fue menos exitosa que el acto de firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad del 21 de agosto de 2008. En aquella reunión en Palacio Nacional las víctimas también hablaron con claridad y contundencia. Allí el empresario Alejandro Martí lanzó su poderosa exigencia: “Si no pueden, renuncien, pero no sigan... recibiendo un sueldo por no hacer nada, que eso también es corrupción”.

Al contrario de entonces, este 23 de junio las víctimas no responsabilizaron a nadie por su desgracia ni condicionaron su respaldo al gobierno en turno a la entrega de resultados concretos. En lugar de presionar a Calderón y obligarlo a cumplir, se le abrió la perfecta escotilla de salvamento para eludir su responsabilidad echando la culpa al Poder Judicial, el Congreso de la Unión, a los gobiernos de las entidades federativas y a los mismos criminales.

El evento de hace tres años fue una farsa en muchos sentidos, pero al final de cuentas fue un acto de Estado en que de manera coordinada representantes de los tres poderes federales, todas las entidades federativas y una gran diversidad de actores políticos quisieron demostrar su voluntad para resolver el grave problema de la inseguridad pública. En contraste, el encuentro del jueves fue un acto personal de Calderón y su gabinete montado con el fin de apuntalar la legitimidad del Presidente y las posibilidades electorales de su partido, que cada día están más disminuidas.

Pero la diferencia más importante entre los dos encuentros es que, mientras hace tres años todas las instituciones presentes se vieron obligadas a firmar con puño y letra una serie de 75 compromisos para poner fin a la violencia en el país, hace cuatro días el gobierno federal no firmó ni se comprometió formalmente absolutamente a nada. Las palabras se las lleva el viento y las víctimas se quedaron con las manos vacías.
Ahora bien, todos sabemos que al final de cuentas el acuerdo de 2008 resultó ser un fracaso contundente. Desde un principio el documento era sumamente criticable porque se limitaba a enlistar una serie de acciones generales como “fortalecer el sistema penitenciario”, “establecer un sistema nacional de desarrollo de ministerios públicos” e “instrumentar campañas para promover la cultura de la legalidad”, sin señalar cuáles serían los resultados específicos y empíricamente medibles de estas acciones.

Sin embargo, la realidad terminó por rebasar las ya de por sí bajas expectativas de éxito del acuerdo. Durante los últimos tres años, hemos sido testigos tanto de un aumento escalofriante en la violencia como del imperdonable desmoronamiento de la fortaleza institucional del Estado mexicano.

Hoy las expectativas de que el encuentro entre Sicilia y Calderón tenga algún impacto positivo en la inseguridad del país son aún más bajas que hace tres años. Es cierto que todavía faltan las reuniones con el Congreso de la Unión y el Poder Judicial pero, si el “diálogo” del jueves sirve de guía, podemos estar seguros de que los que más aprovecharán estos futuros encuentros serán Manlio Fabio Beltrones y Juan Silva Meza, y no la sociedad civil organizada o las víctimas de la “guerra” de Calderón.

Conforme ha avanzado su movimiento, Sicilia se ha ido desmarcando una por una de sus propuestas originales y edulcorando sus exigencias. Primero se vio obligado a retirar su solicitud de renuncia de Genaro García Luna, posteriormente desconoció los acuerdos elaborados en Ciudad Juárez el 10 de junio y el jueves pasado ni siquiera se atrevió a defender los seis puntos del pacto original lanzado en el Zócalo el 8 de mayo. Con esta estrategia, Sicilia ha ido ganando espacios mediáticos, pero perdiendo apoyo popular. Hoy el poeta se arriesga a quedarse solo envuelto en un enjambre de micrófonos y cámaras.

En su primera rueda de prensa después de la muerte de su hijo Juan Francisco, un periodista preguntó a Sicilia: “¿Hasta dónde va a llegar si no pasa nada?” Y el poeta contestó: “Hasta donde la ciudadanía quiera, hasta que renuncien, hasta que se vayan o hasta que quede claro que ya no queremos más muertos. Esos cabrones tienen que dar cuenta a la ciudadanía”. Hoy le decimos a nuestro amigo Javier que hasta hoy no ha pasado absolutamente nada, que “esos cabrones” todavía no le han dado cuentas a nadie y que la ciudadanía quiere más.

http://www.johnackerman.blogspot.com , Twitter: http://www.twitter.com/@JohnMAckerman
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Añadir un comentarioAsí es
Juan
Lamentablemente se está perdiendo mucho terreno, pero ¿por qué? Me parece que son las trampas abiertas del liberalismo político, es más natural que al emprender una estrategia bañada en él camine por este peligroso sendero. En vez de pintar airoso el "dialogo", fue más bien un acto mediático, como se menciona, y quién saca provecho de él no sólo es el pan, sino las estructuras podridas del Estado que vienen, y buscan, a ganar nuevamente terreno. Esperemos que por la honestidad y bondad de la estrategia no se hagan más concesiones originarias.Responder a este comentario
Pobre México
María
Es verdad,desde diciembre de 1994, los "luchadores" sociales (zapatistas, masas vestidas de blanco, ricachones agraviados, etc... y ahora Sicilia y Co.) Se descafeinan por... ¿coptados? ¿cansados? ¿desilusionados? o solamente porque alcanzan lo que buscan, notoriedad y reflectores a mas no poder, he ahí el ejemplo inefable del tal "sup marcos zero" . Lo dicho,!pobre México¿Responder a este comentario
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francisco
El camino hacia la libertad es muy dificil, porque implica cambios en la cultura de la ciudadania, pero esto es un medio donde poco a poco se tienen que develar las formas en que manipulan las cosas. Nos duele que se despierte tan lentamente, pero los procesos de conciencia son irreversibles.Responder a este comentario
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rafael
el Sicilia tarde que temprano va ha estar como la Ibarra de Piedra, sacandole jugo politico y con un cargo de elección popular gracias al hijo que le mataron, al baile vamos, ese movimiento son VOTOS Responder a este comentario
NO confundir o Enganiar.
Luis
Mira Rafa no confundas la gimnasia con la magnesia. Donia Rosario no pidio dialogo con los criminales para compadecerlos no importa qe te adviertan qe seguiran matando. Responder a este comentario
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myriam
me apena artículo de alguien tan inteligente y comentarios que parten más de Javier y de Calderón que de las víctimas y que no son capaces de recoger los mínimos-porque sí, fueron mínimos, pero hubo- acuerdos para verificar cada caso presentado, ojalá los comentaristas y el escritos se sumen a los esfuerzos titánicos que supone buscar un desaparecido, desde la pluma todo es muy fácil, y desde la lengua tambiénResponder a este comentario
un Mèxico mejor
pulcarsio
no hay que perder la esperanza, si el camino que tomamos no t diò muchos resultados, solo hay que cambiarlo, mejorarlo. aqui el problema es que el ciudadano no tiene una forma REAL de auditar y vigilar a los ciudadanos que ponemos de servidores publicos. es normal en la naturaleza humana el descarrile o distracciòn por los placeres mundanos. por eso hay que votar por un portal de internet en el que cualquier ciudadano mexicano pueda entrar y ver cualquier firma, trato, o contrato, que tenga que ver con el futuro de Mèxico, nuestro bienestar, nuestros servicios, nuestra salud social etc. ORDEN DADA NO SUPERVISADA, ORDEN MANDADA A LA REVERENDA CHINGADA. si lo comprendemos como parte de nuestra naturaleza, nos daremos cuenta de porquè estamos asì.Responder a este comentario
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Ricardo Alvarado
Lamento mucho todas las criticas contra Sicilia, el hombre, un ciudadano ejemplar,alguien que desde el dolor ha encabezado un movimiento con la intención de dar voz a una gran cantidad de personas dolidas, agraviadas, humilladas. que esperan sus críticos? que proponen? cual era el resultado ideal del dialogo? cuales hubieran sido las palabras precisas? según ADQUAT empresa experta en análisis de discursos Sicilia obtuvo una calificación de 9.6 en la estructura total de su participación,eso no significa nada? Pienso que como sociedad debemos ser mas participativa, dejar de criticar desde la comodidad de un teclado, alejarnos de lideres caducos que ya tuvieron su oportunidad y fallaron. Fortalezcamos la posibilidad de estar frente a un movimiento que se puede ir nutriendo poco a poco de propuestas. dejemos atrás arengas que llevamos muchos años escuchando y que esas si de nada han servido. Todos queremos un México mejor, hay que luchar para que sea posible.Responder a este comentario
Pragmatismo
Jose Luis Garcia
¿Cuanto cuesta un hijo, un escapulario, un presupuesto en la PF,un permiso para fumar? ¡Porque no cobrar 40000 o nos esperamos a los 100000 faltan pocos!Responder a este comentario
Poesía, dolor y consistencia...
Claudia J.
Te he venido leyendo desde que inició este movimiento y hasta ahora eres el único que ha puesto las cosas en su justa dimensión, lejos de las pasiones y muy cerca de la inteligencia y congruencia que amerita la realidad que vivimos. Javier ha cambiado su discurso semana tras semana lo cual me parece que es resultado de una muy fragil serenidad tras el dolor de la pérdida y la impotencia. La poesía es lo suyo, no así la consistencia, haber tenido en frente a García Luna y no reiterar la renuncia de éste representa una falta de respeto tanto para las víctimas como para los miles de mexicanos que con total convicción asisitimos a la marcha del pasado 8 de junio. SaludosResponder a este comentario
La Marcha por la Paz
José Córdova
Mira Juan, difiero contigo. Soy un ciudadano de a pie, pero analítico. Javier tiene máa apoyo de la gente después del encuentro con Calderón, que antes. Porque lo de Chapulepéc fue un DIALOGO; es decir, hubo comunicación y permeó el sentimiento de entendimiento, de tolerancia. Tú quieres ver resultados inmediatos y desde tu cómoda y burocrática posición de escribiente, exiges lo que que no das: comprensión. Se me hace que eres de los que idolatran al peje, los del todo o nada. Responder a este comentario
Ese
Jose Luis Garcia
Porque le bajaron el perfil a Javier están protegiendo su inversión de futuro mediatico. Yo tengo una conclusión que se vaya con Calderón................a la.-fueron los últimos 15 minutos que le otorgueResponder a este comentario
Sicilia
Rafael García
Por la fascinación desbordada que a Javier Sicilia le produce su Iglesia, es incapaz de advertir que también ese culto pederasta lo traicionó. Por lo demás, si ustedes acompañan a Javier en su protagónico duelo público, vayan a saber con él que la prosa partida a machetazos no se llama poesía.Responder a este comentario
Cuál ciudadanía Sr Ackerman?
passionarya@yahoo.com
Se referirá usted a la que se quedó en su casa porque qué flojera ir a hacer presencia apoyando el movimiento que encabeza Sicilia y que DEBIERA ser de todos los que decimos no querer ni un muerto más y un estado de derecho? Cuál ciudadanía? La que se va en inga al ángel después de un juego pero ni por asomo se entera de la importancia de una movilización en defensa de la paz que todos decimos querer?EL poder tiene esa característica que no es culpa de Sicilia:absorbe todo para vomitarnos a todos su autoritarismo,nos enteremos o no.Seguimos acostumbrados a que otros vayan por delante. Yo quiero ver a todos los que dicen lo que está mal que se pongan a hacer lo que señalan que HUBIERA SIDO LO CORRECTO.Dejar solo al señor Sicilia será un gran desperdicio que todos lamentaremos.Ojalá no sea asi.hay un abismo entre la Wallace y Martí en relación con la hechura de Sicilia y Lebarón, solo por nombrar los más visibles.Mal haremos si desde estas trincheras también lapidamos la esperanza.Responder a este comentario
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Sasha
Gran encuentro entre la sociedad civil organizada y el gobierno, lo malo es la actitud que tomó Calderón y hasta cierto punto es entendible, no puede dejarse derrotar por unos ciudadanos, que sólo le piden que termine con una guerra inutil y que les brinde a todos los mexicanos, la seguridad que merecemos.Cometio algunos errores, pero como lo dice la nota, quienes saldrán más activos en el debate por su experiencia y la posición en la que están, son Beltrones y Silva Mesa, sabran como evitar errores y plantear ideas y no demagogia.Responder a este comentario
Y
Jose Luis Garcia
¿Que se gano? aparte de la percepción de haber sido utilizados y quedar como si en publico nada y en privado un montónResponder a este comentario
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Joel
ya fue un gran avance la reunión de Sicilia con el presidente y ahora va por los senadores que lo encabezara el senador Beltrones que ha demostrado su apoyo a este movimiento, este es el inicio de muchos diálogos y de un gran avance para la sociedad civil de donde surgiran mas cosas.Responder a este comentario
cometes un error
Valentino
John Ackerman, cometes un error (o mientes?), cuando fijas como punto final del movimiento el diálogo con Calderón... cuando este es un paso más hacia la construcción del mov. Yo sé que te gustaría que el movimiento que encabeza Sicilia tuviera las mismas demandas que el de "no mas sangre", ¿pero donde está el inmenso apoyo popular que debiera tener (desde la perspectiva de tu artículo) "no más sangre"? Le reclamas a Javier que el gobierno no ha dado cuentas, pero eso no viene a cuento porque, como debes saber, los movimientos sociales son procesos, y su fuerza no viene de la generación espontánea. Responder a este comentario

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