Reportan una tasa de homicidios en la región de 25.6 asesinatos por cada 100 mil habitantes, una de las más altas del mundo
Daniela Rea
Ciudad de México (10 mayo 2010).- Por primera vez en décadas, los ciudadanos de América Latina están más preocupados por la inseguridad que por el desempleo.
Así lo reflejó el Informe sobre seguridad ciudadana y derechos humanos, publicado hoy por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
"En estos países el Poder Judicial, el Ministerio Público, las fuerzas de seguridad y el sistema penitenciario no han desarrollado las capacidades necesarias para responder eficazmente, mediante acciones de prevención y de represión legítimas del crimen y la violencia", advirtió el organismo.
Actualmente, la tasa de homicidios en la región es una de las más altas del mundo: 25.6 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
"En comparación con esta cifra, la tasa en Europa se registró en 8.9 por cada 100 mil, mientras que para la región del Pacífico Occidental se ubica en 3.4 por cada 100 mil y en Asia Sur-Oriental, 5.8 por cada 100 mil habitantes. No obstante, si el análisis se enfoca solamente en los sectores de ingresos medios y bajos de la población, la tasa promedio de homicidios en las Américas se eleva a 27.5 homicidios por cada 100 mil habitantes".
La CIDH expresó su preocupación por el hecho de que históricamente las instituciones de justicia en Latinoamérica han sido débiles y deficientes en la atención a las víctimas de la violencia y el delito, la gobernabilidad de la seguridad ciudadana, la profesionalización y modernización de las fuerzas policiales y la intervención de las fuerzas armadas en tareas de seguridad ciudadana.
Además, alertó sobre la privatización de los servicios de seguridad en este contexto de debilidad institucional.
"Cuando en la actualidad hablamos de seguridad no podemos limitarnos a la lucha contra la delincuencia, estamos hablando de cómo crear un ambiente propicio y adecuado para la convivencia pacífica de las personas. Por ello, el concepto de seguridad debe poner mayor énfasis en el desarrollo de las labores de prevención y control de los factores que generan violencia e inseguridad, que en tareas meramente represivas o reactivas ante hechos consumados", recomendó la CIDH a los países.
El informe tuvo su primera edición en 2007, luego de una convocatoria de la CIDH a expertos en el tema, con quienes definió los aspectos técnicos y conceptuales. A finales de ese año solicitó información a cada país a través de los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil.
En el documento publicado hoy colaboraron el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Reforma
11/05/2010
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