martes, 4 de mayo de 2010

La nueva de Calderón: México venció a "cinco Jinetes del Apocalipsis"

Daniel Lizárraga

MÉXICO, D.F., 3 de mayo (apro).- Empeñado en atraer la atención de los grandes inversionistas, así como en mostrar un rostro de México alejado de la violencia, el presidente Felipe Calderón Hinojosa se aventuró hoy en Berlín, Alemania, a decir que la fortaleza económica del país tiene una solidez tal que, en este momento, se podría cumplir con “algunos de los requisitos más severos” para ingresar a la Comunidad Europea.

En un encuentro con empresarios alemanes, el mandatario comentó que México enfrentó con éxito “a cinco Jinetes del Apocalipsis”: el virus de la influenza A H1N1, la crisis financiera de 2009, la violencia generada por el crimen organizado, la peor sequía en la historia y la mayor caída de producción de petróleo.

México “salió de la ruta de deterioro que ya estamos observando en economías desarrolladas”, presumió Calderón, quien señaló que prueba de ello es que en los primeros cuatro meses del año se crearon 380 mil empleos.

En un almuerzo de trabajo con la comunidad empresarial alemana, Calderón dijo que salir de la ruta del deterioro fue posible gracias a que su gobierno tomó decisiones que, si bien tuvieron un elevado costo político, permitieron cerrar el déficit fiscal.

Por la mañana, en el Palacio de Bellavista de Berlín, Calderón fue recibido por el jefe de Estado alemán, Horst Köhler, en una vistosa ceremonia que incluyó, bajo la llovizna, el pase de revista a un batallón de tropas oficiales.

El mandatario mexicano saludó ahí mismo a un grupo de mexicanos que participaron en el acto. No obstante, ellos no eran los únicos interesados en su tercera visita a Alemania desde que rindió protesta como presidente el 1 de diciembre del año 2006.

Afuera del Palacio de Bellavista, así como en otros puntos de Berlín y Bonn --la excapital de la Alemania socialista-- hubo manifestaciones contra Felipe Calderón convocadas por organizaciones civiles interesadas en que el gobierno mexicano dé una explicación a la Unión Europea sobre los recientes hechos de violencia en Oaxaca, donde una caravana humanitaria fue emboscada por pistoleros que mataron a dos personas e hirieron a cinco. Uno de los fallecidos era de origen finlandés.

Aunque las convocatorias no lograron reunir a un gran grupo de inconformes, en los alrededores de los sitios visitados por Calderón algunas personas originarias de España, Uruguay, Nicaragua y, sobre todo, de México intentaron llamar la atención de la prensa y del gobierno alemán.

Antes de que Calderón llegara a Europa, la Coordinación Alemana por los Derechos Humanos de Oaxaca entregó un documento a la canciller Ángela Merkel y al presidente Horts Köhler para que ambos le pidieran a Calderón un informe sobre la situación de los derechos humanos en México.

A esta protesta también se sumaron ambientalistas de Greenpace y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) porque México será sede de la próxima cumbre mundial sobre cambio climático.

A pesar de que el respeto de los derechos humanos es una de las condiciones que exige la Unión Europa para realizar transacciones comerciales y de que en México existen protestas por los llamados “daños colaterales” en la “guerra” contra el narcotráfico, el gobierno alemán decidió no tocar con Calderón el tema de la inseguridad pública. Por ello fue que el mandatario mexicano pudo explayarse ante los empresarios germanos.

“Nuestro déficit público es de 1% del PIB; si se suman los requerimientos financieros del sector público, es del 2.5%, más o menos. Tenemos una inflación que, incluso, en abril ya empezó a ser negativa, a pesar de que se ajustaron los precios por el cambio fiscal. Y tenemos una tasa de riesgo-país que está bajando día con día”, comentó orgulloso.

Proceso
04/05/2010

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