RAÚL A. RUBIO CANO
Enero 17 de 2017
Lo hemos dicho desde hace muchos años, porque así lo hemos estudiado y entrevistado con muy diversos expertos en el tema, es más, el primer estudio que hizo público la calidad del aire en el área metropolitana de Monterrey, fue desarrollado en 1986 desde el Centro de Investigaciones Psicológicas de la UANL, bajo la preocupación central del impacto del plomo de las gasolinas en nuestros niños, un estudio elaborado por el doctor en química, Francisco Carrión Appel y un servidor. Nadie quería decir nada sobre la calidad del aire, -porque decían los que supuestamente se encargaban de ello en esos años- que era muy peligroso porque generaríamos terror en la población. Ese estudio tardó tiempo en salir a los medios, pero lo sacó Iván Restrepo en el periódico La Jornada y, en forma completa en el periódico El Nacional, que dirigía en la entidad Héctor Franco Sáenz. Hoy la calidad del aire que respiramos es mucha más dramática que en 1986 y un experto en ello, el doctor Juan de Dios Sánchez, maestro de la facultad de Medicina de la UANL nos lo confirma. Ayer por la noche en el Facebook escribió: “Alerta epidemiológica. No me toca darla, solo preguntar: ¿Cuántos casos de Neumonía atípica viral e influenza tipo A, o de otras variantes igualmente peligrosas se están presentando en este mes de enero 2017? Hago la pregunta y espero respuesta del gobierno. Sólo en mi familia una cuñada falleció, un sobrino está muy grave y he conocido muchos casos no tan graves, pero con todas las características: fiebre, tos y severo ataque al estado general. Los antivirales de patente están agotados y se batalla para conseguir genéricos y es difícil conseguir vacunas. Amigos neumólogos me informan que hay gran cantidad de enfermos graves de neumonía en los hospitales, mucha gente está muriendo y el gobierno guarda silencio ¿Cuándo un gobierno prefiere callar o maquillar las estadísticas? Cuando sus omisiones en la prevención dan lugar al repunte de los casos, repunte que me dicen es mayor a cualquier otro desde el 2005. Para no andar con -muchos o bastantes-, exijamos a la Secretaría de Salud nos informe cómo andamos, ponga a disposición de la población vacunas y medicamentos suficientes y nosotros no contemporizar ni esperar ‘a ver qué pasa’, si hay fiebre, tos y ataque al estado general. Debemos tener a la mano jabón y antiséptico de manos, contener nuestra efusividad con los abrazos y los besos, y si lo consideramos conveniente, usar un cubre bocas. No es esta, una ‘caja china más’, es otra insuficiencia e incumplimiento del gobierno con el pueblo”. Hoy estamos viviendo las peores condiciones atmosféricas en la historia de nuestra metrópoli, porque un conjunto de patanes, de bandidos, de ignorantes y gente altamente perversa desde el gobierno y por muchos años, fueron permitiendo la destrucción de nuestro entorno ambiental, favoreciendo una despiadada contaminación por el deseo mezquino, utilitarista, de unos cuantos seres inhumanos, subordinados a la valorización de sus capitales ¡Órale! raurubio@gmail.com
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