jueves, 12 de enero de 2017

México el más peligroso para que ejerzan periodistas y sacerdotes; en Coahuila, encuentran asesinado al vicario Joaquín Hernández Sifuentes

Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltrán Enríquez
Enero 12 de 2017



Para desgracia nuestra ya es una frase célebre, “México, el país más peligroso…”. Sí, la frase se convirtió ya en un axioma, una verdad incuestionable, un postulado que no necesita demostración.
México es el país más peligroso de América Latina para ejercer el periodismo (Forbes 12-01-17) además, según la revista Expansión, entre 2007 y 2016 en el país fueron asesinados 1 232 trabajadores de los medios de comunicación, situación que tiene como consecuencia lógica la autocensura, la moderación de la crítica ante las demandas millonarias por parte de políticos voraces lo que también lleva hasta el abandono de la profesión.
Ahora también se alcanza el nada honroso primer lugar, el más peligroso para ejercer el sacerdocio, tras 10 años de guerra en contra de la delincuencia organizada, según un informe del Centro Católico Multimedial,Tragedia y crisol del sacerdocio en México, 10 años de persecución” (CCM 21-12-2016), esta década ha sido devastadora para los clérigos mexicanos.
Según ese informe, el sexenio de Felipe Calderón fue el más agresivo ya que se presentaron 25 atentados contra ministros religiosos y durante la administración de Peña Nieto han sido 15, sin embargo, serían 16 pues lamentablemente hay que agregar la reciente la desaparición del sacerdote Joaquín Hernández Sifuentes, desaparecido el día 3 de enero, por lo que fray Raúl Vera, obispo de la Diócesis demandó la intervención de las autoridades ante la PGJE.
He tenido contacto con algunos de los amigos y feligreses de la parroquia en la que ejercía su ministerio el sacerdote desaparecido y todos manifiestan su indignación y dolor por esta ominosa desaparición a la que las autoridades judiciales no han dado explicación alguna a pesar de que ocurrió desde hace más de 10 días.
El  padre Joaquín trabajó durante casi 10 años en la Región Centro del estado, Monclova y Castaños y desde hace 4 años se desempeñó en varias parroquias de Saltillo, y durante todo su ejercicio sacerdotal se preocupó por prepararse académicamente, hasta la fecha de su desaparición en que estudiaba una maestría en ciencias de la familia en una unidad de la Universidad Anáhuac, además de haber cursado antes una licenciatura en psicología lo cual refleja su preocupación por enriquecer su servicio a la feligrecía.   
Una de las voces que esta semana se pronunció con gran dureza fue la del sacerdote Alejandro Solalinde quien enérgicamente condenó la desaparición del padre Joaquín y exhortó al pueblo, a los ciudadanos de a pie a ayudar y combatir las amenazas estando del lado de quienes luchan por los excluidos y las víctimas de los malos gobiernos.
Solainde descartó que el gobierno y el alto clero eclesiástico sean capaces de garantizar la seguridad del pueblo, porque ellos hacen negocio con ella, es la ciudadanía, enfatizó quien puede ayudar a proteger a los líderes sociales.
En Coahuila asistimos a las historias de horror que brotan como plaga, surgen y resurgen consumadas por delincuentes y autoridades. Los ciudadanos estamos en la indefensión y el discurso de “Coahuila seguro” es demagogia.
Con toda razón fray Raúl Vera recriminó a las autoridades que, “intimidan y amenazan a familiares, testigos y feligreses, que de buena voluntad están aportando elementos a la investigación” y con razón exhorta a los mandos judiciales a actuar con ética y profesionalismo.
Procurador Homero Ramos Gloria, por una vez en su ejercicio de procurador realice su trabajo y ofrezca resultados expeditos, al menos desquite su oneroso salario, exigimos justicia para la paz con dignidad. Ya es tiempo.
Por desgracia, apenas recién terminado este escrito, nos llega la noticia devastadora que el sacerdote Joaquín Hernández Sifuentes, fue encontrado asesinado por agentes de Procuraduría General de Justicia de Coahuila.
El vicario, se suma a las víctimas de estos años de horror que vive el país y Coahuila en particular.
Al enterarse de lámala nueva, el obispo de Saltillo Raúl Vera y Gerardo Escareño Arciniega, vicario general, dijeron que “confirmamos con profunda tristeza en nuestro hermano Joaquín Hernández, sacerdote diocesano a quien no nos cansábamos de buscar con la enorme esperanza de encontrarlo con vida ha pasado a la casa del padre eterno. Esta tarde las autoridades informaron que fue encontrado sin vida.

“La velación del padre Joaquín Hernández será el domingo 15 de enero en la capilla de Seminario Diocesano de las 12 del día hasta las 12 de la noche. En la mañana del lunes 16, los restos serán trasladados al templo de la Catedral de Saltillo para celebrar ahí su funeral a las 10 de la mañana”, dice el boletín del obispado sobre los servicios funerarios del cura asesinado. 

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