Redacción / Sinembargo - noviembre 24 de 2013
Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo/Zona Franca).- La alcaldesa de León, Bárbara Botello Santibáñez, viajó desde el pasado viernes a Las Vegas en un jet privado propiedad de un empresario leonés; el motivo del viaje, se presume, fue asistir al concierto ofrecido por Michael Bublé en el MGM Gran Arena.
El vuelo habría salido el viernes al mediodía, según fuentes consultadas por Zona Franca, una vez concluida la reunión que sostuvo la priista con diputados locales del PAN para presentarles los proyectos en los que sería utilizado el crédito de Banobras.
Versiones extraoficiales apuntan a que la aeronave en la que viajó Bárbara Botello, un Lear Jet 45 con matrícula XB-GTH, es propiedad de Arnulfo Padilla Padilla, empresario zapatero dueño “Tres Hermanos” y hermano del exsenador priista, José de Jesús Padilla.
El recorrido inició en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato hacia Laredo, Texas, para finalmente aterrizar en el Aeropuerto Internacional McCarran, en Las Vegas, Nevada. El sábado 23 de noviembre se llevó a cabo el concierto del cantante canadiense, al cual Bárbara Botello habría asistido, según señalaron las fuentes.
Presuntamente la Alcaldesa se hospedó en el Caesars Palace, uno de los hoteles más lujosos de la llamada Ciudad del Pecado. Este domingo regresará a León por la tarde.
Según la prensa local, entre los acompañantes de Botello Santibáñez, estarían su hija, Bárbara Durán Botello, el hermano de la Presidenta Municipal, Tomás, quien preside el Consejo del DIF municipal, la esposa de este, y una amiga de Bárbara, Silvia Calderón Gama junto con su esposo.
La Ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos del Estado de Guanajuato y sus Municipios establece en su artículo 12, lo siguiente:
“Se prohíbe a los servidores públicos:
Solicitar, exigir, aceptar o recibir por sí o por interpósita persona, por cualquier motivo, prestaciones, servicios, dinero o cualquier otro bien, que no estén previstos en leyes o reglamentos, aprovechándose del cargo que se ostente”.
La Alcaldesa de León realiza este viaje apenas un día después de las ejecuciones acaecidas el jueves, a plena luz del día, sobre el bulevar Las Torres y su cruce con Paseo del Moral; y también después de que esta semana Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, informara que en los últimos tres años, en León se han incrementado en un mil por ciento los robos con violencia, según cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Sheffield en Las Vegas, el antecedente
El fin de año de 2009, cuando apenas cumplía unos meses en el cargo, el entonces alcalde panista de León, Ricardo Sheffield Padilla, aceptó la invitación del empresario Luis García Padilla, para pasar cuatro días en Las Vegas en el hotel Mandalay, volando en su avión privado.
En aquella ocasión Sheffield negó sistemáticamente el viaje, aunque no convenció a nadie, pues incluso fue visto por varios leoneses que coincidieron con él en la ciudad de Nevada. El hecho desató un escándalo del que nunca pudo librarse el político panista.
A la postre, aunque no autorizó un desarrollo de 300 hectáreas que pretendía el agricultor y empresario, Sheffield contribuyó a que en esos predios se instalará el campus de la UNAM, comprado con inversión estatal y municipal.
El vuelo habría salido el viernes al mediodía, según fuentes consultadas por Zona Franca, una vez concluida la reunión que sostuvo la priista con diputados locales del PAN para presentarles los proyectos en los que sería utilizado el crédito de Banobras.
Versiones extraoficiales apuntan a que la aeronave en la que viajó Bárbara Botello, un Lear Jet 45 con matrícula XB-GTH, es propiedad de Arnulfo Padilla Padilla, empresario zapatero dueño “Tres Hermanos” y hermano del exsenador priista, José de Jesús Padilla.
El recorrido inició en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato hacia Laredo, Texas, para finalmente aterrizar en el Aeropuerto Internacional McCarran, en Las Vegas, Nevada. El sábado 23 de noviembre se llevó a cabo el concierto del cantante canadiense, al cual Bárbara Botello habría asistido, según señalaron las fuentes.
Presuntamente la Alcaldesa se hospedó en el Caesars Palace, uno de los hoteles más lujosos de la llamada Ciudad del Pecado. Este domingo regresará a León por la tarde.
Según la prensa local, entre los acompañantes de Botello Santibáñez, estarían su hija, Bárbara Durán Botello, el hermano de la Presidenta Municipal, Tomás, quien preside el Consejo del DIF municipal, la esposa de este, y una amiga de Bárbara, Silvia Calderón Gama junto con su esposo.
La Ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos del Estado de Guanajuato y sus Municipios establece en su artículo 12, lo siguiente:
“Se prohíbe a los servidores públicos:
Solicitar, exigir, aceptar o recibir por sí o por interpósita persona, por cualquier motivo, prestaciones, servicios, dinero o cualquier otro bien, que no estén previstos en leyes o reglamentos, aprovechándose del cargo que se ostente”.
La Alcaldesa de León realiza este viaje apenas un día después de las ejecuciones acaecidas el jueves, a plena luz del día, sobre el bulevar Las Torres y su cruce con Paseo del Moral; y también después de que esta semana Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, informara que en los últimos tres años, en León se han incrementado en un mil por ciento los robos con violencia, según cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Sheffield en Las Vegas, el antecedente
El fin de año de 2009, cuando apenas cumplía unos meses en el cargo, el entonces alcalde panista de León, Ricardo Sheffield Padilla, aceptó la invitación del empresario Luis García Padilla, para pasar cuatro días en Las Vegas en el hotel Mandalay, volando en su avión privado.
En aquella ocasión Sheffield negó sistemáticamente el viaje, aunque no convenció a nadie, pues incluso fue visto por varios leoneses que coincidieron con él en la ciudad de Nevada. El hecho desató un escándalo del que nunca pudo librarse el político panista.
A la postre, aunque no autorizó un desarrollo de 300 hectáreas que pretendía el agricultor y empresario, Sheffield contribuyó a que en esos predios se instalará el campus de la UNAM, comprado con inversión estatal y municipal.
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