JESÚS CASTRO
07 Enero 2012
Apenas en su segunda sesión, la nueva Legislatura del Congreso del Estado impidió ayer el acceso a sus instalaciones a los ciudadanos del movimiento Indignados Coahuila, impidiéndoles la entrada a pesar de tratarse de una sesión pública.
Saltillo.- Al respecto, Miguel Ángel Naté, titular de Oficialía de Partes, contestó que las sesiones sólo eran públicas por Internet y que por motivos de seguridad no iban a dejar pasar a los activistas.
“Una persona nos recibió, nos dice que necesita algo por escrito, pero yo creo que es un pretexto, porque ya le dijimos que lo único que queremos es venir a escuchar la sesión, y no nos deja pasar”, explicó uno de los Indignados.
Además, el funcionario tampoco permitió entrar a Luis Zavala, uno de los integrantes de Ciudadanos por Coahuila, para entregar un oficio de petición de audiencia con los miembros de la Junta de Gobierno; sólo accedió a recibir y firmar el documento en la calle.
“Hay una oficina ahí adentro donde hacen la recepción de todos los documentos; sin embargo, por esa misma ley que dicen
ellos, no podemos pasar. En este caso nos recibe aquí, pero no parece un trato respetuoso para el ciudadano”, señaló.
Por si fuera poco, se negó el acceso de los reporteros al área pública del primer piso de la sala, donde hay acceso directo a los diputados, alegando obras de remodelación que aún no inician.
Los representantes de los medios de comunicación, visitantes asiduos al Palacio Legislativo, fueron instalados en el segundo piso del recinto.
Aunque ya fue retirado el detector de metales de la puerta principal, afuera del edificio del Congreso fue instalada una valla metálica y se apostaron más de 20 policías estatales y dos perros.
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